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La reelección de Emmanuel Macron abrió la batalla por las legislativas

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Emmanuel Macron. Foto: AFP.

FRANCIA

En junio se renovará el Congreso con el que gobernará el presidente francés.

Francia amaneció políticamente dividida ayer lunes y con los partidos ya lanzados en la campaña para las legislativas de junio, de donde saldrá el Congreso con el que gobernará el reelecto presidente Emmanuel Macron.

Para extrema derecha de Marine Le Pen que perdió el balotaje del domingo, y la izquierda de Jean-Luc Mélenchon que por muy poco quedó fuera de la definición, las elecciones legislativas de junio es la oportunidad que tienen de ponerle un primer ministro a Macron.

“Lanzamos esta noche la gran batalla electoral de las legislativas”, aseguró Le Pen el domingo, tras perder el balotaje con un 41,5% de votos frente al 58,5% de Macron.

“La tercera vuelta comienza esta noche”, dijo por su parte el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que quedó tercero en la primera vuelta con casi un 22% de votos.

Los comicios parlamentarios del 12 y el 19 de junio son claves para que Macron pueda llevar a cabo su programa para una “Francia más independiente”, su proyecto “social y ecológico”, “basado en el trabajo”, como prometió el domingo por la noche.

Entre sus promesas para transformar Francia figura el “renacimiento” de la energía nuclear y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, pero también la impopular medida de atrasar la edad de jubilación de los 62 a los 65 años.

Una mayoría de franceses, según dos sondeos publicados justo después de su reelección, no quiere que Macron disponga de una mayoría parlamentaria, como la que goza desde 2017 en la cámara baja, lo que abriría la puerta a la “cohabitación”.

Sin mayoría, “no puede hacer nada. El rey está desnudo”, explicó Dominique Rousseau, profesor de derecho constitucional en la universidad Panthéon-Sorbonne. Una vez escogido por el presidente, el primer ministro fija el rumbo del gobierno.

Francia ya conoció este modelo en el pasado. En 1997, el conservador Jacques Chirac nombró como primer ministro al socialista Lionel Jospin. Chirac había sido previamente el primer ministro entre 1986 y 1988 de su predecesor socialista, François Mitterrand.

La actual mayoría en el Congreso está compuesta por el partido de Macron (La República en Marcha), con 267 de los 577 diputados; por el centrista MoDem (57) y por el grupo Agir Ensemble (22).

Mélenchon, ecologistas y comunistas negocian un frente común para obtener la mayoría de circunscripciones, en tanto en la extrema derecha también se alzaron voces para presentar un bloque unido.

Y los conservadores Los Republicanos, derrotados en la primera vuelta con el 4,7% de los votos, confían recuperar terreno hasta las próximas elecciones de 2027.

“A diferencia de la mayoría presidencial, tenemos diputados asentados, que conocen sus territorios. Comienza una nueva campaña”, dijo este domingo su líder, Christian Jacob.

Las legislativas se darán en un contexto de descontento y de abstención, que fue la más alta, en torno al 28%, para un balotaje presidencial desde 1969. “Un 35% del cuerpo electoral no votó, o votó blanco y nulo”, resumió en la cadena LCI el politólogo Jérôme Jaffré.

El primer mandato de Macron estuvo marcado por las crisis: protestas sociales como las de los “chalecos amarillos”, una pandemia mundial que confinó Francia y una guerra en Ucrania que alimentó la preocupación de los franceses sobre su poder adquisitivo.

“Macron es consciente de que tiene que apaciguar”, aseguró a la radio RTL la ministra de Trabajo, Elisabeth Borne, cuyo nombre circula para sustituir al actual primer ministro, Jean Castex.

El resultado de la elección fue una Francia más dividida. Consciente de la situación, en su breve discurso de la victoria, Macron, de 44 años, dijo que sería el presidente “de todas y todos los franceses” y prometió un “método renovado” para dirigir el país. “Sé que muchos compatriotas me votaron no para apoyar las ideas que defiendo sino para bloquear las de la extrema derecha”, afirmó.

El ministro de Economía, Bruno Le Maire, coincidió en que debe haber un cambio en la forma de gobierno para que la ciudadanía se exprese con más frecuencia, tanto con referendos como con mecanismos “más simples”, como una enmienda ciudadana que necesitaría 100.000 firmas para elevarla al Parlamento.

Pero esas buenas intenciones podrían chocar de nuevo con la voluntad y necesidad de reforma.

El ministro Le Maire no pudo garantizar en la emisora France Info que no recurrirán al artículo constitucional 49.3, que exime del voto parlamentario, para aprobar la reforma de las pensiones, que retrasaría de los 62 a los 65 años la edad de la jubilación.

Julien Odoul, portavoz de la Agrupación Nacional (el partido de Le Pen), cree que la unión nacional de cara a las legislativas y en esta nueva etapa va a darse en torno a la líder ultraderechista, que en su opinión es “la principal de la oposición”.

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