CONFLICTO
Los talibanes tomaron el control este viernes de las capitales de dos provincias más, elevando el total de capitales regionales caídas desde anoche a cinco, 17 en la última semana.
Afganistán está al borde del precipicio y las fuerzas de seguridad de la nación casi se han derrumbado tras la ofensiva talibán, que ha dado a los insurgentes el control de gran parte del país.
Los talibanes lanzaron una ofensiva en mayo que continúa hoy con 17 capitales regionales tomadas. El enfrentamiento comenzó cuando las fuerzas extranjeras iniciaron las últimas etapas de su retirada.
Retiradas y combates: el inicio en mayo
Los enfrentamientos se intensificaron desde mayo, cuando los insurgentes aprovecharon la fase final de la retirada de las fuerzas extranjeras lideradas por Estados Unidos, que deben abandonar Afganistán después de casi 20 años de presencia.
El 1 de mayo de 2021, Estados Unidos y la OTAN empezaron la retirada de los 9.500 soldados, entre ellos 2.500 estadounidenses.
En ese entonces se produjeron intensos combates entre los talibanes y las fuerzas gubernamentales en la región meridional de Helmand. En el norte, los talibanes tomaron el distrito de Burka en la provincia de Baghlan.
El día 8, un atentado contra una escuela para niñas mata a más de 50 personas en Kabul. Las autoridades culpan a los talibanes del ataque, el más mortífero en un año, pero ellos lo niegan.
A mediados de mayo, las fuerzas estadounidenses se retiran de la base aérea de Kandahar, una de las más importantes de Afganistán.
Sin embargo, no fue hasta principios de julio cuando efectivamente comenzaron a tomar territorios de Afganistán.
Territorios tomados

Los talibanes tomaron el control, este viernes 13 de agosto, de las capitales de dos provincias más: Logar y Uruzgan, en el sur de Afganistán, elevando el total de capitales regionales caídas desde anoche a cinco, 17 en la última semana.
"La capital de Logar, Pul-e-Alam, ha caído en manos de los talibanes y ahora controlan la casa del gobernador y la jefatura de la Policía provincial", dijo a Efe el representante de esta provincia en la Cámara baja del Parlamento afgano, Khalid Momand.
La mayoría de las fuerzas de seguridad se hallan atrincheradas en la base provincial de la principal agencia de inteligencia afgana. "Ha habido intensos combates desde anoche y las fuerzas de seguridad afganas también llevaron a cabo ataques aéreos", anotó.
El gobernador provincial, Abdul Qayum Rahimi, y sus colaboradores se unieron a los insurgentes, reveló.
El principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, celebró en un comunicado la captura de la capital de Logar y dijo que casi todos los edificios gubernamentales de la ciudad están ahora bajo control insurgente.
Además, aclaró, "el gobernador de Logar, Abdul Qayum Rahimi, se rindió a los muyahidines con todo su personal", aunque reconoció que aún hay combates en la sede de la agencia de inteligencia.
¿Cuál es la estrategia talibán?
Los talibanes nunca han ocultado lo que quieren: la resurrección completa de su emirato islámico que gobernó Afganistán entre 1996 y 2001.
Se han llevado a cabo muchos análisis para determinar con exactitud cómo lograrían su objetivo: a través de conversaciones, mediante la fuerza o con una combinación de ambas.
Al final, su estrategia militar resultó suficiente: abrumar a las fuerzas gubernamentales con múltiples ataques contra diversos objetivos en todo el país.
Para lograrlo, primero negociaron la salida de tropas estadounidenses y extranjeras del territorio afgano, a través de un acuerdo con Estados Unidos, país cansado tras más de 20 años de guerra. Además se comprometieron a no atacar objetivos estadounidenses a cambio de su retirada.
Parte del acuerdo también significó que Washington presionó al gobierno afgano para que liberara a miles de prisioneros talibanes, la mayoría de los cuales se reincorporaron de inmediato al combate con los insurgentes.
Con éxitos tan impresionantes en los últimos ocho días, los talibanes pueden aspirar ahora a una rendición incondicional del gobierno afgano.
Si Kabul resiste, se espera que los talibanes presionen fuertemente en torno a la capital.
¿Cómo puede terminar todo?
Los talibanes tienen la ventaja en todos los ámbitos.
El gobierno de Kabul ahora controla solo tres ciudades importantes, y es poco probable que le quede un margen de maniobra logística para organizar una defensa exitosa de la capital.
Los talibanes se están moviendo rápidamente hacia Kabul con informes que sugieren que sus combatientes están progresando en los flancos del norte y el sur de la capital.
Es muy probable que Estados Unidos y la comunidad internacional estén presionando a los talibanes y al gobierno afgano para que lleguen a algún tipo de acuerdo.
Pero, al final, los talibanes tienen todas las cartas en sus manos.
Respuesta internacional
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió este viernes a los talibanes de que la comunidad internacional no les reconocerá "si toman Afganistán por la fuerza" y reiteró su apoyo al Gobierno del país, donde, confirmó, la Alianza mantendrá una presencia diplomática que ajustará cuando sea necesario.
"Los talibanes necesitan entender que no serán reconocidos por la comunidad internacional si toman el país por la fuerza. Seguimos comprometidos con una solución política al conflicto", señaló Stoltenberg en un comunicado.
Los embajadores de los países miembros de la OTAN mantuvieron este viernes una reunión no anunciada para realizar consultas sobre la situación en Afganistán, crítica ante el recrudecimiento de la ofensiva de los talibanes tras la retirada de las tropas extranjeras el pasado 1 de mayo.
En tanto, el primer ministro británico, Boris Johnson, convocó a una reunión gubernamental de crisis en la tarde de este viernes para tratar la situación de Afganistán, anunció un portavoz de Downing Street.
La reunión fue convocada en momentos en que los talibanes continúan avanzado en la toma del poder en las ciudades, y tras el anuncio por parte de Londres del próximo envío de unos 600 militares para evacuar a los ciudadanos británicos a Afganistán.

Por su parte, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advirtió hoy que el número de víctimas civiles en Afganistán podría ser este año "el mayor del que se tiene registro", mientras los talibanes recrudecen su ofensiva y los desplazados en lo que va de año superan los 400.000.
La portavoz de ACNUR, Shabia Mantoo, detalló en rueda de prensa que desde el inicio de los ataques talibanes en mayo las personas que han dejado su hogar por el conflicto son al menos unos 250.000 (un 80 % mujeres y niños), e indicó que en el país centroasiático el total de desplazados internos es ya de unos 3,3 millones.
Mantoo pidió a los países vecinos a Afganistán que mantengan sus fronteras abiertas ante la posible llegada de refugiados, aunque la mayoría de los desplazados, explicó, evitan alejarse demasiado de sus lugares de origen (con todo, unas 120.000 personas de zonas rurales y de provincias han huido hacia la capital Kabul).
"El número de víctimas en las imparables hostilidades es inmenso", resumió Mantoo, quien recordó que hay combates en 33 de las 34 provincias afganas y reiteró que la ONU "pide un alto el fuego permanente y una solución negociada por el bien del pueblo afgano".
Otro portavoz de Naciones Unidas, Tomson Phiri (del Programa Mundial de Alimentos), añadió que la situación alimentaria en Afganistán es "dramática", ya que unos 14 millones de personas (un tercio de la población) tienen problemas de acceso a comida.
"Unos dos millones de niños necesitan los programas de nutrición, en un momento en el que el país ha sufrido dos sequías en los últimos cuatro años y se espera una mala cosecha", señaló el portavoz, quien anticipó que "lo peor está por llegar y se avecina una época de hambrunas".
El conflicto, afirmó, ha empeorado esta situación y la acerca a la "catástrofe humanitaria", ante lo cual el PMA ha incrementado sus operaciones y en los últimos tres meses ha enviado asistencia alimentaria para 4,1 millones de afganos.
"Creemos que esto no es suficiente, y planeamos aumentar la asistencia para llegar a nueve millones en diciembre", explicó Phiri, quien admitió que las hostilidades están dificultando las labores de ayuda y los trabajadores humanitarios "están operando en circunstancias extraordinarias".