Paraguay vota en elecciones históricas

Cambio. Es el compromiso de todos los candidatos, incluso entre el oficialismo colorado

ASUNCIÓN | EL PAÍS DE MADRID y AGENCIAS

Previo a cada instancia electoral, cada candidato asegura tener casi una fórmula mágica para sacar a Paraguay del "karugua", barro en guaraní. Sin embargo, el país sigue sumido en la pobreza y la corrupción.

Los comicios de hoy, aunque no garanticen un cambio de rumbo, pueden ser históricos. Por primera vez en 61 años, el Partido Colorado -la mayor fusión estado-partido que queda en América Latina luego de la caída del PRI en México en 2000- puede perder el poder. Eso si se confirman los sondeos y Fernando Lugo, un obispo suspendido "a divinis" (de las cosas divinas) por el Vaticano, se alza con la victoria en las elecciones presidenciales derrotando a la candidata colorada Blanca Ovelar, quien también aspira a hacer historia convirtiéndose en la primera presidenta de la República.

Quien gane tomará un fierro caliente. Con un territorio azotado por el dengue y la fiebre amarilla, una pobreza extrema que en los últimos dos años trepó del 15 al 19%, una riada constante de emigrantes que han cambiado a la cercana Argentina por la más lejana pero más rentable España, el primer puesto en corrupción en Sudamérica, según Transparencia Internacional y un PIB entre los más bajos de la región, Paraguay vive las últimas horas antes de un posible cambio drástico en la manera de gestionar lo público que ha permanecido igual durante decenios. Al menos en la retórica.

El aumento de la pobreza, que alcanza al 36% de todos los habitantes, se tradujo en el incremento de la violencia y la inseguridad. Varios dirigentes políticos han sido víctimas de asesinato, especialmente en la fronera con Brasil, donde circula el tráfico de drogas y de armas.

Continuismo es una palabra prohibida y todos los candidatos, oficialismo incluido, proclaman que encarnan el cambio, y eso que casi el 20% de los aspirantes a uno de los 45 escaños de senador o a los 80 escaños de diputado reconoce que tiene un familiar directo que trabaja en la Administración pública.

Lugo, que se presenta por la Alianza Patriótica por el Cambio (APC), lidera las encuestas con el 34,5% de las preferencias, seguido por Ovelar con el 28,9% y con un porcentaje similar por el ex general -condenado por golpista, otrora exiliado en Brasil y Argentina y posteriormente perdonado- Lino Oviedo, líder de la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unce). Un cuarto candidato en pugna, el empresario Pedro Fadul, figura con 4%.

Tales indicadores pronostican la antesala de una reñida elección, en la que pondrán su voto casi tres millones de paraguayos. El anuncio de los resultados podría aplazarse hasta el conteo final de los votos, como fue la constante en las primarias presidenciales.

PROMESAS. Con un programa basado en la reforma agraria, la revisión de los acuerdos energéticos con Brasil y Argentina y el apoyo de las clases populares, Lugo, un prelado próximo a la teología de la liberación, ha conseguido hacer temblar los cimientos de un sistema que parecía inmutable. Sus posibilidades de victoria son tan reales que en las últimas horas el Vaticano estudia la posibilidad de levantarle la suspensión y concederle una dispensa -dicho llanamente, cambiar la sanción por un despido-, para no comenzar con mal pie las relaciones con el nuevo jefe de Estado latinoamericano en caso de que venza.

Lugo, identificado por sectores empresariales y grandes productores rurales con posiciones izquierdistas en sintonía con el presidente venezolano Hugo Chávez, ha insistido en sus actos en que sus únicos enemigos "son la mafia" colorada instalada en el poder. Al no poder unir a toda la oposición en torno a su candidatura, Lugo decidió apoyarse en la fortaleza electoral del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA, centroderecha), la segunda fuerza del país cuyo líder, Federico Franco, es el candidato a la vicepresidencia, complementada con grupos de izquierdas y organizaciones sociales.

Reflejo de la disparidad ideológica de la APC, el discurso del ex obispo es de conciliación para buscar un gobierno de "todos y para todos", pero con marcado carácter nacionalista en sus reclamaciones a Brasil y Argentina por el reparto de beneficios de las dos hidroeléctricas que Paraguay comparte con sus poderosos vecinos.

Sin embargo, a medida que se aproxima la hora de votar aumentan las voces que advierten que el Partido Colorado no dejará escapar la victoria y menos si la distancia se reduce, tal y como está sucediendo en las últimas semanas.

Fraude es un término repetido a menudo y la APC ya ha presentado denuncias por supuestas actas falsificadas. Y en la campaña nadie está ahorrando munición gruesa.

El presidente saliente, Nicanor Duarte, cuyas salidas de tono no siempre ayudan al equipo de la candidata oficialista, ha denunciado la presencia de agitadores listos para sembrar el caos ni bien se confirme la derrota de Lugo y la victoria de Ovelar.

También se han multiplicado las apariciones en televisión de la madre de Cecilia Cubas, hija del ex presidente Raúl Cubas, secuestrada y asesinada en 2005. La mujer pide que no se vote a Lugo recordando el ambiguo papel del obispo en el secuestro y su relación con los secuestradores. En tono literalmente más apocalíptico en Asunción abunda la cartelería que proclama a Lugo como "La Bestia" que lleva al país al infierno.

Blanca Ovelar, ex ministra de Educación del gobierno saliente, es la opción del Partido Colorado para las elecciones. Se define como socialdemócrata, y considera que la educación es la mejor manera de fomentar el desarrollo del país, así como que Paraguay necesita una mujer como ella, en la Presidencia, para impulsar el verdadero cambio.

Curiosamente, en la propaganda electoral "colorada" no aparecen los candidatos a la Cámara Alta, cuya lista encabeza el propio Duarte, porque, según la oposición, "son espanta votos", aunque el jefe del Estado ha usado todos sus actos públicos para hacer campaña por la candidata que él mismo indicó, Ovelar.

En muchas de sus intervenciones, sobre todo en los actos en televisión, universidades o foros empresariales en que ha participado desde hace un mes, pocas veces defiende al gobierno del que formó parte durante casi cuatro años, al reconocer los graves problemas del país.

La ex ministra llega a los comicios de hoy con una formación fracturada -de lo que han sacado provecho los opositores-, después de un convulso proceso de elecciones primarias para elegir candidato; Ovelar se impuso al vicepresidente Luis Castiglioni entre acusaciones mutuas de fraude. Castiglioni no le ha perdonado a su partido el haberle apartado de la carrera presidencial y ha hecho real el dicho de que "tu peor enemigo es tu hermano".

CANDIDATOS Y ELECTORES

¿QUÉ SE VOTA?. Presidente y vicepresidente; 45 senadores y 30 suplentes; 80 diputados y 80 suplentes; 18 parlamentarios del Mercosur y 18 suplentes; 17 gobernadores. La proclamación de los candidatos electos será el 23 de mayo.

ELECTORES. Hay 2.861.940 habilitados para votar en las elecciones de hoy, prácticamente la mitad de la población del país. Estos son los quintos comicios presidenciales y legislativos desde la restauración de la democracia paraguaya en 1989.

ÚLTIMA VEZ. En las elecciones del año 2003, las últimas que se celebraron en Paraguay, el presidente saliente Nicanor Duarte ganó con el 37,14% de los votos frente al candidato del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Julio César Franco (23,95%). El 15 de agosto de 2003 asumió la Presidencia.

LUCHA. Los principales partidos que hoy se disputan la presidencia son: Partido Colorado, Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Partido Patria Querida (PPQ), Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNACE) y la coalición electoral Alianza Patriótica para el Cambio (APC).

Los aspirantes al sillón presidencial

Lugo: El ex obispo hoy es el favorito

Fernando Lugo, de 56 años, anunció en la Navidad de hace dos años que dejaba su estado clerical para intentar desbancar del Gobierno al Partido Colorado al frente de una oposición unida, lo que le costó la suspensión "a divinis" de la Santa Sede. El candidato de la Alianza Patriótica para el Cambio es licenciado en teología y en economía, además de sociólogo; para sus detractores, es "un peligroso izquierdista".

Ovelar: Quiere ser la primera "presidenta"

Casada, tres hijos, psicóloga y magister en Educación. A sus 50 años, Blanca Ovelar quiere convertirse en la primera mujer que llega a la presidencia de Paraguay. Y tiene experiencia y apoyo suficiente para hacerlo: 20 años de militancia en el Partido Colorado, ministra de Educación durante cuatro años y la elegida por el presidente saliente, Nicanor Duarte, para transformarse en su sucesora.

Oviedo: Ex colorado y ex golpista

Ex militar, quien intenó un golpe de Estado en 1996 y es acusado de estar relacionado con el asesinato del ex vicepresidente Luis María Argaña, hoy es el candidato de la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos. Tiene 64 años y seis hijos. El jueves terminó su campaña ante el Panteón de los Héroes de Asunción. Ahí aseguró que "este humilde compañero, será ungido por el pueblo para ejercer la Presidencia".

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