EL PAÍS DE MADRID
El flamante ganador del Premio Nobel de la Paz, Barack Obama, "sorprendido y honrado", aceptó el galardón y lo tradujo, lejos de una muestra de su mérito individual, como la "reafirmación del liderazgo de EE.UU. en nombre de las naciones del mundo".
No sin humildad, el presidente estadounidense reconoció no sentirse "merecedor" del premio que recibieron antes que él "figuras trascendentales" que inspiran hoy su política.
En una comparecencia desde la Casa Blanca, Obama interpretó el galardón como una muestra del "tipo de mundo que queremos construir", un "aliento" y "estímulo" para hacer frente a los restos del siglo XXI. Tras señalar algunos de esos desafíos, como el cambio climático, la proliferación nuclear o el conflicto entre palestinos e israelíes, el presidente estadounidense reconoció que es "el comandante en jefe de un país responsable de poner fin a una guerra y actuar en otro escenario", por Irak y Afganistán.
Obama, no obstante, puntualizó que "parte del trabajo no se concreta en una Presidencia" y en lo más personal reveló que ayer de mañana su hija Sasha, de ocho años, le comunicó: "Papá, has ganado el premio Nobel de la Paz. Y es el cumpleaños de Bo", el perro de la familia presidencial.
el premio. El Instituto Nobel, con sede en Oslo, dio a conocer ayer de mañana el resultado de la votación del Nobel de la Paz 2009 en la que Obama fue ganador "por estimular el desarme nuclear, por sus extraordinarios esfuerzos por reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos". El presidente de EE.UU. se impuso a otros favoritos como la senadora colombiana Piedad Córdoba, activistas chinos y rusos o la Coalición contra las Bombas de Racimo (CMC), entre más de 200 candidaturas.
Según el Instituto Nobel el inquilino de la Casa Blanca creó un "clima nuevo para la política internacional. Gracias a sus esfuerzos, la diplomacia multilateral ha recuperado su posición central y ha devuelto a las Naciones Unidas y otras instituciones internacionales su papel protagonista".
"La visión de un mundo sin armas nucleares estimuló el desarme y las negociaciones para el control de armamento. Gracias a la iniciativa de Obama, EE.UU. está desempeñando un papel más constructivo para hacer frente a los retos del cambio climático que afronta el mundo", agregó el Instituto.
En política exterior, Obama ha ofrecido los pasos más importantes. El mandatario dio un giro brusco en la política internacional cuando anunció que EE.UU. abandonaba el proyecto de escudo antimisiles en Europa del Este. Además, en una visita histórica a Egipto, el mandatario estrechó lazos con el Islam, al tiempo que defendió un Estado Palestino y resaltó el sufrimiento judío en el conflicto, en el que ha buscado reabrir el diálogo sin éxito.
Tras asumir su cargo en enero, Obama firmó una orden que invalidaba todas las instrucciones impartidas por Bush en relación con el uso de la tortura, las escuchas ilegales y otras medidas de dudosa legalidad puestas en marcha durante la guerra contra el terrorismo. Y en el primer día de llegar al poder, puso fin a Guantánamo.
El mandatario norteamericano sucede en el palmares al ex presidente finlandés Martti Ahtisaari, galardonado en 2008 por su labor como mediador internacional. El Nobel de la Paz está dotado con 1,4 millones de dólares y, como el resto, se entrega el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su fundador, Alfred Nobel.
El Nobel de la Paz ya ha sido otorgado a presidentes estadounidenses. Theodore Roosevelt lo recibió en 1906 y Woodrow Wilson en 1919. En 2002 lo recibió el ex presidente Jimmy Carter, por su labor mediadora, y en 2007 el vicepresidente Al Gore por ecología.
En EE.UU. preguntan: "¿No es un galardón prematuro?"
DANIEL HERRERA LUSSICH
En WASHINGTON
CORRESPONSAL PERMANENTE
El gesto y la respuesta fueron unánimemente de sorpresa. Nadie salió en las audiciones tempraneras de radio, tv, o en la web, en todo EE.UU. con una frase: ¡Era lógico, era de esperar!. Todos exhibieron la detonante novedad con asombro y dudas. Hasta el propio Obama, aún somnoliento poco minutos antes de las seis de la mañana, dicen que abrió la boca, llevó en un movimiento instintivo la cabeza hacia delante, cerró los ojos, pasó el revés de sus manos por ellos y sólo atinó a exclamar: ¡me repiten la noticia!.
Segundos antes su secretario de prensa, Robert Gibbs, en la residencia le había comunicado la información telefónicamente: ¡Señor presidente, ha ganado el Premio Nobel de la Paz". Obama atinó a decir: "Estoy sorprendido, me siento honrado, no es un logro mío".
A media mañana era el comentario del mundo y Washington ardía. Nadie en los trenes de cercanías, en los buses o los millones de personas que buscan llegar a sus oficinas en el centro, dejaba de comentar a favor o en contra la distinción recibida por el primer mandatario o no permitía escapar la mínima palabra de las radios. En las casas todas las televisiones encendidas siguiendo paso a paso las noticias que llegaban desde el exterior y los comentarios de diferentes figuras políticas desde todos los rincones de Estados Unidos.
Pero no había una reacción eufóricamente positiva , salvo los muy allegados, o radicalmente negativa, salvo los muy integrados a las filas enemigas u opositoras. El comentario abrumador era en forma de interrogante: ¿Es ahora el momento o es muy prematuro cuando recién hace 263 días que asumió el cargo ?. El mandatario fue inscripto el 27 de enero como aspirante al premio Nobel, a sólo siete días de asumir.
Nadie duda en EE.UU. del carisma de Barack Obama, algo en baja pero aun con enorme influencia en la población, su palabra fácil y cautivadora, sus discursos en lo interno, que se suceden cada pocos días, y los externos de enorme influencia en el mundo. En Praga, El Cairo, Berlín, en el G20, en la ONU, se oyó su voz que atrapa y endulza y suaviza el ánimo de la gente en medio de guerras, amenazas nucleares y el hambre en todos los continentes. Él promete la paz en el Cercano Oriente, dialogó con los talibanes, con Irán y Corea del Norte y relaciones más fluidas con China y Rusia. Una serie de intenciones que abren esperanzas, pero que hasta ahora no han logrado pasar al terreno concreto.
Pero sin duda el mundo clamaba por una voz que alentara confianza en el futuro y paz.
Ahora hay que reconocer un factor que debe haber pesado en la decisión de los notables de Oslo: George W. Bush. Obama surgió cómo el cambio. Y la gente hilvanó esa figura joven con el presidente que se iba con la mayor impopularidad en la historia americana. El nuevo mandatario abrió las puertas al diálogo con el universo que miraba a EE.UU. y en especial al inquilino de entonces de la Casa Blanca como el gran enemigo, reconoce a la ONU desconocida por Bush cuando la invasión a Irak, abona por el multilateralismo cuando Bush tomaba y ejecutaba las decisiones unilateralmente, la clausura prometida de Guantánamo, uno de los puntos negros del anterior mandatario y el reciente pronunciamiento a favor de la reducción de los gases y a favor del cambio climático, cuando Bush había descalificado el Tratado de Kioto.
Todo un cuadro que lo impulsó al estrellato, sin duda. Pero la gente ayer en todos los rincones estadounidenses veía, la mayoría, con agrado el galardón del Nobel de la Paz, pero no alejaba la duda: "¿No será prematuro?". No olvida que tiene en sus manos en este momento la decisión de enviar más hombres a la guerra de Afganistán, enfrentar al terrorismo en Pakistán, mantener latente la amenaza sobre Irán y Corea del Norte. ¿Puede sentirse presionado?, ¿podrá repercutir el premio en futuras y espinosas decisiones?.
Reacciones en el mundo
Mijaíl Gorbachov
Rusia, premio Nobel de la Paz
"Estoy feliz. Lo que Obama ha hecho durante su presidencia es una gran señal, ha dado esperanza", señaló en referencia a que suspendió el controvertido escudo antimisiles en Europa del Este.
Lech Walesa
Polonia, premio nobel de la paz
"¿Qué? ¿Obama? ¿Tan pronto? ¡Demasiado pronto!", dijo sorprendido el líder de Solidaridad. "No ha tenido todavía tiempo de hacer nada. De momento no hace otra cosa que proponer", indicó.
Simon Peres
Presidente de israel
"Son pocos los líderes que en tan poco tiempo consiguen cambiar el estado de ánimo del mundo", dijo Peres, mientras Benjamin Netanyahu manifestó su esperanza de trabajar junto a Obama.
Angela Merkel
Canciller de alemania
"Consiguió imponer otro tono a nivel mundial y fomentar la disposición al diálogo", dijo Merkel, y Nicolas Sarkozy agregó: "Este premio corona el regreso de América al corazón de los pueblos".
Mahmud Abbas
Presidente autoridad palestina
"Esperamos que genere más posibilidades para alcanzar la paz en la región", afirmó el mandatario palestino. Los talibanes en cambio lo rechazaron. "Condenamos este premio, es injusto", dijeron.