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Nueve muertos y varios heridos en un nuevo tiroteo en Estados Unidos

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El atacante, un hombre de 57 años y empleado de la Valley Transportation Authority donde desató el tiroteo, se suicidó. Foto: EFE
San Jose (United States), 26/05/2021.- Police and investigators at the scene of a workplace shooting at the San Jose Valley Transportation Authority light rail yard in San Jose, California, USA, 26 May 2021. The Santa Clara County Sheriff's office confirmed multiple fatalaties including the gunman. (Estados Unidos) EFE/EPA/JOHN G. MABANGLO
JOHN G. MABANGLO/EFE

"EPIDEMIA DE VIOLENCIA ARMADA"

El presidente Biden considera que estas matanzas con una “epidemia” y una “vergüenza”, y ayer volvió a insistir con medidas para frenarlas.

Un nuevo tiroteo masivo en Estados Unidos -u otro caso de la “epidemia de violencia por armas”, como le llama el presidente Joe Biden-, causó ayer miércoles nueve muertos, incluido el autor de los disparos, y varios heridos, en San José, California.

El tiroteo se produjo en el patio de maniobras que la Autoridad del Transporte del Valle de Santa Clara (VTA) tiene en el centro de San José, donde almacena y lleva a cabo las tareas de mantenimiento de los vagones de tren.

El atacante era trabajador de la VTA, como lo eran también varias de las víctimas. En el momento del tiroteo había unas cuarenta personas en el lugar.

El portavoz de la oficina del alguacil del condado de Santa Clara, Russell Davis, informó que los agentes que respondieron la alerta no llegaron a realizar un solo disparo, pero acorralaron al atacante y pudieron observar cómo se quitaba la vida de un disparo.

Medios locales identificaron al atacante como Sam James Cassidy, de 57 años que trabajaba como técnico en la VTA.

Hasta anoche se desconocía el motivo del tiroteo.

La Policía recibió la primera llamada de aviso del tiroteo a las 06.34 del miércoles hora local (10.34 en Uruguay), justo cuando se producía el cambio de turno en que se marchaban los empleados de la noche y llegaban los de la mañana.

En paralelo, la Policía de San José está investigando un incendio a la misma hora en la vivienda del autor de los disparos. En la vivienda no había nadie, pero sí se encontraron grandes cantidades de cartuchos de munición y bidones de gasolina.

La policía respondió al llamado a media mañana concurriendo a la planta de trenes de la VTA en San José. Foto: AFP
La policía respondió al llamado a media mañana concurriendo a la planta de trenes de la VTA en San José. Foto: AFP

“Basta”, dice Biden.

El presidente Joe Biden ordenó que las banderas del país ondeen a media asta en honor a los fallecidos, y en un comunicado lamentó tener que volver a tomar esta decisión “solo unas pocas semanas después” de que se produjesen tiroteos masivos en otras partes de Estados Unidos, como Atlanta (Georgia), Boulder (Colorado), Rock Hill (Carolina del Sur) e Indianápolis (Indiana).

“Basta. Urjo al Congreso a que tome acciones inmediatas y preste atención al llamamiento del pueblo estadounidense, incluyendo a la inmensa mayoría de propietarios de armas de fuego, para ayudar a terminar con esta epidemia de violencia por armas en Estados Unidos”, apuntó el mandatario. “Hay al menos ocho familias que nunca volverán a estar completas. Hay hijos, padres y cónyuges que esperan saber si alguien a quien aman volverá a casa alguna vez. Hay hermanos y hermanas sindicales, gente buena, honesta y trabajadora, que están de luto por los suyos”, agregó Biden.

Joe Biden. Foto: AFP
Joe Biden. Foto: AFP

El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, elogió a los ayudantes del alguacil por su respuesta al tiroteo y lamentó otra tragedia estadounidense.

“¿Qué diablos está mal en nosotros?”, se preguntó. “Tenemos la impresión de que esto se repite una y otra vez”, lamentó el gobernador Newsom.

Con una población ligeramente por encima del millón de habitantes, San José es la tercera mayor ciudad de California, y se encuentra al sur de la bahía de San Francisco, en el corazón del área de Silicon Valley, por lo que hay en el lugar una gran presencia de industria tecnológica.

Epidemia y vergüenza.

Estados Unidos tiene una historia larga y dolorosa de violencia con armas de fuego.

Los homicidios, en su mayoría ejecutados con armas de fuego, se han incrementado desde el año pasado.

En los últimos meses se han producido tiroteos masivos en una instalación de la compañía FedEx en Indianápolis, un edificio de oficinas en California, una tienda de alimentos en Colorado y en varios centros de masajes en Atlanta.

El fin de semana pasado, doce personas murieron a tiros y alrededor de 50 resultaron heridas en todo el país.

En agosto de 2019, otro tiroteo masivo en el Área de la Bahía de San Francisco dejó dos niños y un hombre de 25 años muertos en el festival gastronómico en Gilroy, casi 50 kilómetros al sur de San José.

El mes pasado, Biden calificó la violencia con armas de fuego en Estados Unidos de “epidemia” y “vergüenza internacional”.

Hubo más de 43.000 muertes relacionadas con armas en los Estados Unidos el año pasado, incluidos suicidios, según Gun Violence Archive.

Desde principios de 2021, más de 17.000 personas han muerto, incluidos suicidios, por disparos de armas de fuego, y se han registrado 232 tiroteos con múltiples víctimas, según el sitio Gun Violence Archive.

El escenario de la tragedia#

San José. Con una población ligeramente por encima del millón de habitantes, San José es la tercera mayor ciudad de California, y se encuentra al sur de la bahía de San Francisco, en el corazón del área de Silicon Valley, por lo que hay en el lugar una gran presencia de industria tecnológica.

El plan Biden. El abril, el presidente demócrata Joe Biden calificó de “epidemia” y una “vergüenza” los frecuentes tiroteos masivos en Estados Unidos, y dijo que había llevado la hora de ponerles fin. Entonces, Biden presentó un paquete de medidas que, entre otras cosas, busca endurecer el control de la venta de materiales para fabricar armas de fuego caseras sin número de serie. El Congreso ya tiene a estudio un proyecto para el control de las armas de asalto.

Otra medida que propone es permitir a los familiares o a las fuerzas del orden solicitar una orden judicial que prohíba, temporalmente, a las personas en situación de crisis el acceso a las armas de fuego si representan un peligro.

Un país armado. Cerca de 40.000 personas mueren al año en Estados Unidos víctimas de las armas. Según datos oficiales, 2020 marcó un récord en este tipo de homicidios en Estados Unidos, país en el que 400 millones de armas están en manos de civiles, sobre una población que supera en poco los 331 millones de habitantes.

Un herido de bala en la “Plaza Floyd”
Protestas por la muerte de George Floyd. Foto: AFP.

La esquina de la calle de Mineápolis en la que hace un año murió asfixiado el afroamericano George Floyd, fue escenario este martes de un tiroteo que se saldó con un herido.

Un portavoz de la Policía de Mineápolis explicó que se registraron unos 10 disparos cerca de la plaza conocida ahora como “Plaza George Floyd”, justo en la esquina de la calle 38 y la Avenida Chicago, donde Floyd murió a manos del entonces agente Derek Chauvin.

En un comunicado, la Policía dijo que en la mañana de este martes varios agentes llegaron al lugar, después de recibir llamadas de alerta sobre los disparos.

Según los testimonios recogidos por los agentes, varias personas vieron un vehículo sospechoso saliendo del área “a alta velocidad”.

Poco después, una persona fue trasladada a un hospital con una herida de bala.

La “Plaza George Floyd” tiene el acceso restringido y controlado por activistas y raramente hay presencia policial desde la muerte del afroamericano.

Varias decenas de personas estaban en la plaza en el aniversario de su muerte el 25 de mayo de 2020.

La muerte de Floyd desencadenó entonces la mayor ola de protestas y disturbios raciales en Estados Unidos desde finales de la década de 1960 tras el asesinato de Martin Luther King.

El expolicía Chauvin, que presionó con su rodilla el cuello de Floyd durante más de 9 minutos, fue hallado culpable en abril pasado de los tres cargos que enfrentaba: asesinato involuntario en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio involuntario en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad. Como no tiene antecedentes penales, solo podría ser condenado a un máximo de 12 años y medio de prisión por cada uno de los primeros dos cargos y a 4 años de cárcel por el tercero. La lectura de su sentencia tendrá lugar el 25 de junio.

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