Agencia EFE, AFP
Teherán mantuvo este sábado una “fructífera” ronda de negociaciones con Estados Unidos sobre el programa nuclear iraní en Roma, en el segundo encuentro de este tipo entre los dos países, que se emplazaron para una nueva reunión “técnica” en unos días, anunció el régimen iraní.
Las negociaciones sobre el programa nuclear entre Irán y Estados Unidos “están avanzando”, afirmó el jefe de la diplomacia iraní. “Fue una buena reunión y puedo decir que las negociaciones están avanzando”, indicó Abás Araghchi a la televisión estatal. Irán y Estados Unidos reanudarán las discusiones el 26 de abril en Omán.
Ambos países volvieron a reunirse ayer, una semana después de una primera ronda considerada “constructiva” por Teherán y Washington, sin relaciones diplomáticas desde la Revolución Islámica de 1979.
El canciller iraní y el emisario estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, iniciaron una reunión hacia las 09:30 GMT en Roma, con Omán como mediador, informó la televisión estatal iraní y un representante estadounidense.
La primera tanda de reuniones, el sábado pasado, tuvo lugar en Mascate, la capital omaní, y también contó con la mediación de este país de la península arábiga.
Las conversaciones se reanudaron después de las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de lanzar acciones militares contra Irán si no se llegaba a un acuerdo sobre su programa nuclear.
En 2015, durante su primer mandato, Trump se retiró del pacto multilateral en vigor para restringir el desarrollo nuclear de la República Islámica a cambio del levantamiento de sanciones.
“Serias dudas”
El jefe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, afirmó el jueves que Irán “no está lejos” de conseguir el arma nuclear.
Grossi visitó esta semana Teherán. Antes de su viaje, el diplomático argentino afirmó: en una entrevista con Le Monde: “Nos encontramos en una fase crucial de estas importantes negociaciones. Sabemos que tenemos poco tiempo”.
Teherán, sin embargo, asegura que su programa se desarrolla para fines civiles. Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, el magnate republicano recuperó su política de “máxima presión” contra Irán, endureciendo las sanciones económicas y amenazando con bombardear la República Islámica.
El jueves, de todos modos, Trump dijo no tener prisa para recurrir a la vía militar. “Creo que Irán quiere hablar”, afirmó.
En una visita previa a Moscú, Araqchi señaló el viernes “serias dudas sobre las intenciones y motivos de la parte estadounidense”.
“Somos conscientes de que el camino” hacia un acuerdo “no está exento de escollos”, escribió Baghaï en X ayer.
El mismo escepticismo ha expresado el guía supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, que igualmente se mostró satisfecho por la celebración de estas reuniones.
Línea roja
Los países occidentales e Israel, archienemigo de Irán como Estados Unidos, sospechan que el objetivo de este programa nuclear es conseguir el arma atómica. Teherán rechaza estas acusaciones y defiende su derecho al desarrollo nuclear con fines civiles, como la generación de energía.
Desde la retirada estadounidense del acuerdo de 2015, Irán se ha desentendido del compromiso de no enriquecer uranio por encima del 3,67% fijado por ese pacto, que también firmaron Alemania, China, Francia, Reino Unido y Rusia.
Según el último informe del OIEA, el país dispone de uranio enriquecido al 60%, acercándose al 90% necesario para fabricar un arma nuclear.
Irán quiere limitar las negociaciones al programa nuclear y las sanciones. En este aspecto, descarta paralizar toda su actividad nuclear, una “línea roja” para ellos.
Antes del inicio de las conversaciones, Israel reafirmó su determinación a impedir que Irán se dote del arma nuclear.
Protestas en París contra ejecuciones
Varios cientos de personas se concentraron ayer en el centro de París, convocados por el Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI), para protestar por las últimas ejecuciones del régimen de Teherán, en una convocatoria que se repitió en otras 13 ciudades del mundo. La manifestación de París, que se desarrolló en la plaza Colette a pocos cientos de metros del Museo del Louvre, reunió sobre todo a miembros de la diáspora iraní (muchos de ellos exiliados) que lanzaron proclamas contra la aplicación de la pena de muerte por las autoridades iraníes. Los concentrados también cargaron de forma general contra el régimen actual del líder supremo Alí Jamenei y del presidente, Masud Pezeshkian. Según el CNRI, el 15 de abril fueron ejecutadas diez personas en Irán, entre ellos ocho presos políticos y tres mujeres. A Mehdi Motavali, al que se le aplicó la pena de muerte en la ciudad de Arak, se le acusaba por hechos sucedidos hace 3 años, cuando tenía 17.