Julia Rodríguez Larreta
A pesar de lo poco que le gusta perder y de la dedicación puesta al servicio de ampliar su base de poder desde que llegó a la Casa Rosada, el presidente Kirchner decidió arriar velas, ante lo contundente de las evidencias del factible triunfo de Macri mañana, en los comicios para Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Aunque bien se sabe que en política nunca está todo dicho hasta que se abran las urnas.
Y al respecto, se ha notado preocupación entre la gente del PRO. Corren los e- mail de advertencia, ante el temor de que se hayan montado estratagemas para que muchos de los votos queden anulados. Les avisan a los votantes que se fijen a ver si es la fecha correcta, 24 de junio, y no la de la elección pasada. También alertan respecto de cuál es el número correcto de la lista, porque hay indicios de que se habrían impreso boletas con una numeración parecida, que no es la correcta.
El porqué se habla de Kirchner en primera instancia, es debido a que el opaco Filmus, es un candidato sacado de la manga por el primer mandatario y la campaña fue a ojos vista monitoreada desde Olivos, a un punto tal que ha parecido más una elección nacional, que municipal.
En el primer momento, si bien en el búnker oficialista la noche de los comicios, parecía que celebraban el mayor de los triunfos, aunque solo se trataba del segundo puesto, una vez silenciados los bombos, el oscuro panorama hizo que se hablara de reconocer al vencedor y ahorrarse una segunda vuelta. No tanto por el gasto, (la plata del pueblo), sino para no tener que apechugar con un segundo fracaso.
Sin embargo, finalmente se descartó la idea, porque se iba a parecer a lo que había hecho, nada menos que Menen, en su momento. No querían ningún tipo de asociaciones o parecidos con el ex presidente. Por lo tanto, decidieron seguir en carrera, pero felizmente bajaron los decibeles y la campaña lució más civilizada y menos sucia de lo que temían los del PRO.
Aunque lograron darle un fulero perdigonazo a quien se perfilaba como el candidato del macrismo para la gobernación de Buenos Aires. Al Sr. Blumberg, quien como por arte de magia, dejó de ser Ingeniero. La debilidad o la admiración, por los títulos profesionales, tan típicas de nuestras latitudes, le jugó una muy mala pasada al padre de Axel. Una persona que había sabido despertar una admiración y una respuesta de la población extremadamente tentadora o peligrosa, según desde dónde se mire. Si como adversario o como asociado. El eficaz veneno utilizado contra Tellerman, el supuesto licenciado, se le aplicó también a este dirigente social y fue penoso verlo pidiendo disculpas por la televisión. Si la SIDE fue el origen de las letales revelaciones, hay que reconocer que a veces es bien efectiva.
CONTRASTE
Como suele suceder cuando un candidato va muy a la cabeza, Mauricio Macri no aceptó participar en un debate televisivo con su contrario. Pero a juzgar por lo que se vio en el programa de Morales Solá, difícilmente el debate lo hubiera complicado. Tal fue el contraste entre la presencia De Filmus y su vice Heller, en el primer bloque, con una presentación gris y monocorde y la de Macri y su compañera de fórmula, Gabriela Micchetti.
Cuando aparecieron estos últimos, fue como que entrara una bocanada de oxígeno al denso clima que había quedado en el set. Se vio a una pareja de políticos jóvenes, hombre y mujer, con empuje, ideas claras, determinación. Un Macri que ha avanzado mucho en cuanto a poder de comunicación y llegada a la gente, acompañado de una mujer muy lúcida y que despierta respeto por la forma en que sobrelleva su discapacidad . A causa de un accidente de auto, hace 13 años, se mueve en silla de ruedas.
El reciente éxito de Boca, cuadro que alcanzó el título de campeón sudamericano nuevamente, un club al que Macri sacó de la bancarrota y la decadencia, no ha hecho más que sumar para el líder del PRO en esta semana. Lo mismo que lo ayuda la crisis energética, agudizada con la llegada de un invierno adelantado, que ha puesto más de relieve lo errada de la conducción gubernamental en la materia, tanto como fastidia al común de la gente que se muere de frío o las empresas que tienen que hacer cortes en su producción y dejar personal sin trabajo.
Ante todo esto y la falta de propuestas novedosas de parte de Filmus, quien finalmente optó por subirse al carro de Macri, en cuanto a que la policía debe pasar a la órbita de la ciudad para poder mejorar la seguridad en la capital, no parece aventurado creer que los dados están a favor del PRO. Si bien es usual que al peronismo no le vaya bien en Buenos Aires, crece la impresión de hay un nuevo liderazgo opositor.
Es habitual que al peronismo no le vaya bien en la Capital, pero crece la sensación de que hay un nuevo liderazgo en la oposición