La operación "Midnight Hammer" de Estados Unidos contra Irán fue el mayor bombardeo con B-2 de la historia

Participaron más de 125 aeronaves, incluyendo siete bombarderos B-2, aviones cisterna de reabastecimiento, aviones de reconocimiento y cazas. Se emplearon 75 bombas y misiles en el ataque.

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Dan Caine y Pete Hegseth en conferencia de prensa con detalles de ataque a Irán. Foto: AFP
Dan Caine y Pete Hegseth en conferencia de prensa con detalles de ataque a Irán.
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La operación Midnight Hammer (Martillo de Medianoche), con la que Estados Unidos atacó por sorpresa instalaciones nucleares iraníes, fue el mayor bombardeo con aviones B-2 de la historia, en una operación preparada durante meses y que contó con señuelos para tomar a Irán por sorpresa.

Así lo describieron ayer domingo los altos cargos del Pentágono en una rueda de prensa para ofrecer detalles de la operación con la que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entró en la guerra de Israel contra Irán con el objetivo oficial de que el régimen iraní no logre una bomba nuclear.

“Ningún otro país del mundo podría haber llevado a cabo una operación como esta”, afirmó el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien destacó que Estados Unidos posee “el mayor poderío militar que el mundo haya visto jamás”.

En total, participaron más de 125 aeronaves, incluyendo siete bombarderos B-2, aviones cisterna de reabastecimiento, aviones de reconocimiento y cazas. Se emplearon 75 bombas y misiles en el ataque.

Los bombarderos B-2 Spirit son aviones de combate estratégicos diseñados por Estados Unidos para penetrar defensas aéreas pesadas y realizar ataques de precisión, capaces de lograr una alta invisibilidad en los radares.

Estas aeronaves lanzaron más de una docena de bombas antibúnker de 13.600 kilos sobre dos instalaciones nucleares clave: Fordó y Natanz. Además, Estados Unidos disparó misiles Tomahawk desde un submarino contra Isfahán.

Según explicó el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Dan Caine, este fue el bombardeo con B-2 más grande de la historia de Estados Unidos, así como la misión más larga con este tipo de aeronaves desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Los bombarderos despegaron desde la base de Whiteman, en Misuri. Algunos volaron hacia Guam, en el Pacífico, para actuar como señuelo, mientras el resto se dirigió sigilosamente hacia el este en un vuelo que duró unas 18 horas.

Un submarino estadounidense lanzó más de dos docenas de misiles de crucero contra las instalaciones nucleares de Isfahán mientras las aeronaves llegaban a espacio aéreo iraní.

Los B-2 arrojaron dos bombas pesadas GBU-57 sobre el sitio nuclear de Fordó. Luego prosiguieron el resto de ataques.

Tras completar el ataque, las fuerzas estadounidenses regresaron sin sufrir bajas ni recibir fuego enemigo. “Los cazas iraníes no despegaron”, señaló Caine.

EFE

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