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Huyó en bote desde Cuba y es campeón con mensaje político

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Yordenis Ugás mira a Manny Pacquiao que terminó derrotado. Foto: AFP

HISTORIA DE UN CAMPEÓN 

Yordenis Ugás, que se fugó hace 11 años en riesgosa travesía a México, derrotó a una leyenda del boxeo; en su victoria, Ugás presentó un mensaje político contra el gobierno de Cuba.

Yordenis Ugás mira a Manny Pacquiao que terminó derrotado. Foto: AFP
Yordenis Ugás mira a Manny Pacquiao que terminó derrotado. Foto: AFP

El cubano Yordenis Ugás dio su mejor versión y logró la gran victoria de su carrera profesional al vencer el sábado por decisión unánime al legendario púgil filipino Manny Pacquiao para retener el título del peso welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). En su victoria, Ugás presentó un claro mensaje político: contra el gobierno de Cuba.

El combate pactado a 12 asaltos fue toda una exhibición de Ugás, de 35 años, medalla de bronce olímpico, que superó con su boxeo inteligente y técnico a un Pacquiao que no pudo con su peor enemigo, la edad. Tiene 42 años.

Los jueces, aunque presenciaron un gran combate, muy igualado, hicieron un trabajo perfecto al dar a Ugás como el ganador que se mereció las puntuaciones de 115-113, 116-112 y 116-112, respectivamente.

Ugás, con una estrategia perfecta, desgastó pacientemente a Pacquiao, negándole al veterano boxeador una victoria triunfal antes de que se presente a la presidencia de Filipinas, su país.

A pesar que conoció que tenía que enfrentarse a Pacquiao con apenas 11 días de anticipación, Ugás presentó una estrategia perfecta y dio toda una exhibición de boxeo técnico.

Ugás, como había declarado, aprovechó su oportunidad como el reemplazo tardío del estadounidense Errol Spence Jr. por lesión, frustrando a Pacquiao (67-8-2) en lo que podría ser la pelea final de la carrera del senador filipino.

La victoria fue la culminación de un largo viaje para Ugás, quien desertó de Cuba dos años después de ganar una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín.

Ugás dejó el boxeo durante dos años a mediados de la última década, pero recuperó su carrera y aprovechó este golpe inesperado de suerte contra uno de los más grandes púgiles de esta época, obteniendo su duodécima victoria en 13 peleas.

“Es un gran competidor, pero vine aquí para demostrar que soy el campeón de la AMB”, declaró Ugás a través de un traductor. “Mucho respeto por él, pero gané esta pelea”.

Ugás tuvo esta oportunidad la semana pasada cuando Spence se vio obligado a abandonar después de descubrir que tenía una retina desgarrada durante un examen físico previo a la pelea.

El púgil cubano había sido fichado en la cartelera, pero aprovechó la oportunidad para ser el centro de atención y el día de pago que había estado fuera de su alcance desde que salió de Cuba en un pequeño bote con destino a México hace 11 años.

T-Mobile Arena parecía estar esencialmente agotado a pesar del cambio de oponente tardío, y la asistencia de 17.438 aficionados estaba a favor de su héroe filipino.

La sorprendente victoria le permitirá a Ugás tener la posibilidad de firmar peleas importantes que le permitan ganar las bolsas millonarias que antes no pudo lograr.

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