Primer ministro canadiense se reunió con Donald Trump tras amenazas arancelarias

Justin Trudeau viajó de forma inesperada a Estados Unidos, luego de que el líder republicano anunciara en las redes sociales que impondrá aranceles del 25 % al comercio con Canadá y México.

Justin Trudeau y Donald Trump
El primer ministro canadiense Justin Trudeau tras cenar con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Foto: AFP

EFE, AFP/ Miami y Toronto
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, regresó ayer sábado a Canadá tras viajar de forma inesperada en la noche del viernes para reunirse con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, con quien mantuvo una “excelente conversación” sobre comercio y seguridad.

Fuentes del gobierno canadiense revelaron a medios de comunicación del país que Trudeau y Trump trataron una gran variedad de temas durante la cena, celebrada en Mar-a-Lago (Florida): comercio, seguridad fronteriza, fentanilo, OTAN, Ucrania, China, energía y la próxima cumbre del G7, que se celebrará en Canadá.

Las mismas fuentes indicaron que la cena se inició a las 19:45 hora local y duró algo menos de tres horas.

Durante la cena, Trump reprodujo con su iPad, y elevado volumen, música, entre ellas varias versiones de la canción del canadiense Leonard Cohen “Hallelujah” una canción del musical “Cats” y al cantante de ópera Luciano Pavarotti, señaló el periódico The Globe and Mail.

Trudeau viajó a Mar-a-Lago acompañado por su ministro de Seguridad Pública, Dominique LeBlanc, que tiene a su cargo la seguridad fronteriza, entre otras carteras, y la jefa de Gabinete del primer ministro, Katie Telford.

Por su parte, Trump estuvo acompañado por Howard Lutnick (nominado para ser el secretario de Comercio), Mike Waltz (asesor de seguridad nacional) y Doug Bergum (secretario de Interior), así como por el senador electo por Pensilvania Dave McCormick y su esposa y exasesora de la Casa Blanca, Dina Powell.

Precisamente, McCormick publicó en su cuenta de X una foto de la cena en la que aparecen Trump y Trudeau sonrientes junto con el resto de los comensales.

Ayer, antes de regresar a Canadá, Trudeau declaró a los medios que había mantenido una “excelente conversación” con Trump.

La visita, que no fue anunciada de forma previa por el gobierno canadiense, convierte a Trudeau en el primer líder del G7 en reunirse con Trump y se produce días después de que el líder republicano anunciara en las redes sociales que en su primer día en la Casa Blanca impondrá aranceles del 25 % al comercio con Canadá y México.

Trump añadió que los aranceles se mantendrán hasta que los dos países corten el flujo de drogas e inmigrantes ilegales que, según el presidente electo, llega a Estados Unidos procedente de sus territorios.

La amenaza de imponer aranceles a Canadá y México, que están asociados en el tratado de libre de América del Norte conocido como T-MEC, ha causado una oleada de declaraciones y actividad en los dos socios de EE.UU.

En Canadá, Trudeau mantuvo el miércoles una reunión con los jefes de gobierno provinciales en la que se reclamó al primer ministro que adopte rápidamente medidas para evitar o minimizar los posibles aranceles.

El jefe de Gobierno de Ontario, la principal provincia de Canadá y donde se concentra la actividad industrial, Doug Ford, ha solicitado que Ottawa negocie un tratado de comercio bilateral con Estados Unidos que excluya a México.

Trudeau, aunque ha declarado que prefiere el actual acuerdo de comercio trilateral, también ha dicho que no excluye ninguna posibilidad.

Los vecinos de Estados Unidos están preocupados por los adelantos de eventuales medidas que planifica la administración Trump y pretenden mitigar el impacto de las amenazas arancelarias.

Antes de volver a la Casa Blanca, el expresidente (2017-2021) ya ha empezado a opacar los últimos meses de la administración del demócrata Joe Biden.

El líder republicano acusó a sus vecinos y socios de no hacer suficiente para frenar la “invasión” de drogas a Estados Unidos, “en particular de fentanilo”, así como de migrantes indocumentados.

Biden advirtió el mismo día que el anuncio de Trump podría “arruinar” las relaciones de Washington con Ottawa y Ciudad de México. “Es contraproducente”, estimó el mandatario.

Luego del anuncio de Trump, Canadá afirmó que era “esencial” para el suministro energético de Estados Unidos e insistió en que la relación entre ambos países era “equilibrada y mutuamente benéfica, sobretodo para los trabajadores estadounidenses”, según un comunicado del gobierno.

Más de tres cuartas partes de las exportaciones van a EE.UU.

Más de tres cuartas partes de las exportaciones de Canadá, unos 423.000 millones de dólares, fueron a Estados Unidos el año pasado, y unos dos millones de empleos canadienses dependen del comercio con su vecino. Una fuente del gobierno canadiense dijo a la AFP que Canadá está considerando posibles aranceles de represalia contra Estados Unidos, de imponerse las decisiones de Trump a partir del 20 de enero cuando asuma la Presidencia. Algunos analistas han sugerido que la amenaza arancelaria de Trump podría ser una fanfarronada o una salva inicial para abrir futuras negociaciones comerciales.

Durante el primer mandato de Trump, Estados Unidos impuso aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio, a lo que Ottawa respondió marcando derechos aduaneros para ciertos productos del país vecino. Independientemente del tratado de libre comercio de América del Norte (T-MEC), Donald Trump hizo de los aranceles aduaneros la columna vertebral de su política económica durante su campaña electoral.

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