AFP
El incendio forestal en Tenerife, que arrasó casi 4.000 hectáreas en la isla del archipiélago canario, comenzó a normalizarse este viernes luego de 48 horas de propagación fuera de control, imprevisible por las complejas condiciones meteorológicas.
El incendio, que se declaró en la noche del martes 15 de agosto, quemó unas 3.800 hectáreas en un perímetro de 42 kilómetros, según los últimos datos de las autoridades, que movilizaron a más de 250 bomberos, 16 aviones y más de 200 miembros de la Unidad Militar Especial (UME) del Ministerio de Defensa, que responde a los incendios más graves en España.
"Esta noche, por lo menos, el incendio" y "la meteorología" se comportaron "con normalidad", dijo en conferencia de prensa Fernando Clavijo, presidente regional de las Islas Canarias, el archipiélago español situado frente a la costa noroeste de África. "Las dos noches anteriores habíamos visto que los vientos, la temperatura y el comportamiento del propio incendio había sido bastante inusual", aclaró.
Sin embargo, aún no se estabilizó y las autoridades estudiarán en la tarde de este viernes si levantan el confinamiento de La Esperanza, localidad próxima al flanco norte del fuego, donde los bomberos concentran sus esfuerzos. Alrededor de 3.000 personas fueron evacuadas y casi 4.000 fueron confinadas en sus casas desde que se declaró el incendio, mientras que el Parque Nacional del Teide, popular destino turístico, permanece cerrado desde la noche del jueves.
La nube de humo, visible en imágenes de satélite, se eleva por encima de la cima del Teide, el volcán que se alza sobre la isla y el pico más alto de España, con 3.715 metros, mientras que los principales focos del incendio se localizan en colinas boscosas a unos veinte kilómetros más abajo, cerca de varios pueblos.
La isla ha vivido incendios de mayor envergadura en cuanto a superficie quemada, sobre todo en 2007, pero las condiciones meteorológicas y la topografía de este llevaron a Clavijo a decir el jueves que el archipiélago se enfrentaba a su incendio "más complejo" en 40 años.
El fuego creó "su propia meteorología", según las autoridades, con una nube de humo de varios kilómetros de altura. "La humedad del aire se recuperó un poquito anoche, pero sabemos que a partir de hoy comenzará a bajar de nuevo, sobre todo por un aumento de las temperaturas, explicó en rueda de prensa la meteoróloga Vicky Palma.
Aunque la intensidad de las llamas disminuyó durante la noche, el jefe de los servicios forestales, Pedro Martínez, advirtió que en las horas más calurosas del día "se van a reactivar" y que el fuego permanecía activo en "prácticamente" en todo el perímetro.