El retorno de Lula

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Lula: el expresidene en recorrida para la campaña 2018. Foto: Reuters
Former Brazil's President Luiz Inacio Lula da Silva attends a rally in the northeastern city of Penedo in Alagoas, Brazil August 22, 2017. Picture taken August 22, 2017. REUTERS/Paulo Whitaker BRAZIL-POLITICS/LULA
PAULO WHITAKER/REUTERS

Miles de personas han salido a recibir al líder izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en su larga gira por autobús a los paupérrimos estados del nordeste, la región donde nació el primer expresidente obrero de Brasil y donde tiene más apoyo.

Los trabajadores rurales, que vieron una mejora dramática en sus vidas con los programas sociales de Lula, abarrotaron todas las paradas para saludar al líder sindical hijo de una analfabeta. Algunos, llorando, extendieron la mano para tocarlo como si fuera un semidiós.

La gira de tres semanas es el lanzamiento extraoficial de una posible campaña para las elecciones presidenciales del 2018.

Una prolongada crisis económica y escándalos de corrupción que han golpeado al presidente Michel Temer y a gran parte de la clase política de Brasil, incluyendo a Lula, reavivaron las esperanzas del popular y veterano político de volver al poder.

Aunque el apoyo lo llevó a la cima de encuestas electorales tempranas, gracias a la nostalgia por la bonanza que trajo el auge de las materias primas durante su mandato, la cantidad de votantes que rechaza su liderazgo polarizador parece demasiado alta para ganar, dijo Mauro Paulino, director del respetado grupo de encuestas Datafolha.

Y hay obstáculos más difíciles aún.

Lula puede ser apartado de la competencia si la condena por cargos de corrupción que dictó un juez federal se mantiene en la apelación.

Lula reconoció en una entrevista exclusiva con Reuters esta semana que su Partido de los Trabajadores debe estar listo para proponer otro candidato, una perspectiva bienvenida por los inversores que creen que una carrera del 2018 sin él mejora las probabilidades de que Brasil siga por el camino de la austeridad fiscal tomado por Temer.

"Obviamente, si vemos el escenario actual, yo soy la figura más importante para liderar la campaña del Partido de los Trabajadores, pero tenemos que aceptar que en política suceden cosas que están fuera de nuestro control", dijo Lula, refiriéndose a su condena por aceptar sobornos y que puede llevarlo a la cárcel.

Una encuesta de Datafolha de fines de junio mostró que la popularidad de Lula está en un constante 30 por ciento para la votación en primera ronda, el doble que sus competidores potenciales más cercanos.

"Hay un vacío político en Brasil desde que las investigaciones de corrupción resultaron en cargos contra otros políticos, incluso contra el presidente Temer", dijo el encuestador Paulino. "Eso reforzó la visión de los brasileños de que la corrupción fue mucho más allá de Lula y el Partido de los Trabajadores, y aumentó el apoyo para su regreso".

La proporción de brasileños que dice que nunca votaría a Lula ha caído en los últimos meses a un 46 por ciento en julio, desde el 53 por ciento en abril y el 57 por ciento en marzo, de acuerdo con sondeos de Datafolha.

Aún así, la tasa de rechazo es muy alta para ganar un balotaje presidencial y todavía se espera que suba, ya que Datafolha no ha hecho una encuesta desde que la sentencia de 10 años de prisión contra Lula fue anunciada.

Los brasileños buscan con ansias nuevos líderes que no estén manchados por el escándalo de corrupción más grande en la historia del país. Nombres como el del alcalde de San Pablo Joao Doria, un millonario que ganó de forma arrasadora el año pasado, están emergiendo como posibles candidatos para el 2018.

En ese contexto, al Partido de los Trabajadores probablemente le iría mejor si impulsa un candidato que desate menos polarización que Lula, como el exalcalde de San Pablo Fernando Haddad, que fue derrotado por Doria el año pasado, dijo Adriano Oliveira, un especialista en ciencias políticas de la universidad federal de Pernambuco.

"Lula no es la mejor opción del partido porque su candidatura llevaría a una campaña muy agresiva", sostuvo Oliveira. "Haddad enfrenta poco rechazo y se beneficiaría del resurgimiento del lulismo".

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Lula: el expresidene en recorrida para la campaña 2018. Foto: Reuters

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