"Ya ni hacemos referencia al Portal Amarillo, nos da hasta vergüenza"

PILAR BESADA

-¿Qué tratamientos requiere un adicto a la pasta base?

-Para nosotros no pueden ser tratamientos de 15 días o de 3 meses. Podrá haber casos en que funcione, pero no que como norma lo tengan tres meses internado como máximo y después te entreguen al adicto como si fuese un paquete, sin prepararte como familia para que vivas con él. Que no te digan cómo tenés que guiarlo, cómo tenés que comportarte o cómo hacer el seguimiento.

-¿Cómo debería ser el proceso de recuperación?

-Juntando experiencias de varios países, nosotros armamos hace más de 3 años un proyecto piloto, donde lo único que pedimos al Estado es un predio. Sería una especie de barrio privado donde se aíslen realmente del entorno, y donde convivan y se hagan responsables de varias cosas. Y sería un tratamiento de meses o años.

-¿Qué opina de las políticas públicas contra la droga?

-Acá son muy poco serias las políticas sobre adicciones, porque claro, hay otros intereses por atrás. Se maneja mucho dinero del narcotráfico. Además, por ejemplo, se achican los números de los adictos. Las cifras que se dan son increíbles, caminás tres cuadras y te das cuenta que es todo mentira. Al Portal Amarillo, por ejemplo, ya ni siquiera hacemos referencia, porque nos da hasta vergüenza. Te lleva como un mes conseguir hora, no hay internación para todos y la internación es por poco más de 15 días.

-¿Por qué cree que pasa?

-Hay una gran confusión. Lo que el Estado considera como un gasto tendría que considerarlo como una inversión. Realmente sería muy costoso preparar a mucha gente para que supiera de esto.

-¿Cómo es vivir con un adicto en recuperación?

-Hay que tener mucho cuidado en lo que uno hace y dice. Yo pongo un ejemplo muy casero: generalmente no podemos comprar más yogures. Porque la tapita metálica del yogur es lo que ellos utilizan para la pipa. El solo hecho de verla, los enloquece. El ruidito de ese metal. O un cenicero desbordante de ceniza, hay que limpiarlo permanentemente, porque les despierta las ganas. Y esas cosas hay que cuidarlas, la familia tiene que reaprender a vivir, como con un diabético. Nosotros luchamos por que la adicción se considere una enfermedad.