Una solución "transitoria" cada vez más permanente

Aulas prefabricadas. Hay más de 100 y algunas no se mueven desde hace tres años

 20110327 800x391

Cerca de 3.000 alumnos de Primaria y Secundaria tienen clase en aulas prefabricadas. Hay 46 en liceos y unas 60 en escuelas, principalmente de Montevideo y Canelones. Aunque es una solución "transitoria", algunas están fijas hace tres años.

Cada "box" cuesta unos US$ 25.000, más gastos de flete, que en muchos casos, entre permisos, grúas, etc., llegan a significar otros US$ 5.000. Según fuentes del Codicen, el aumento de la demanda hizo que su precio se incrementara US$ 10.000 en los últimos dos años.

Algunas aulas son propiedad del Codicen, otras del Consejo de Educación Secundaria, y otras de Primaria. Por el resto de las que se usan se paga un alquiler de $ 20.000 cada mes.

Las primeras experiencias con estructuras prefabricadas como solución de los problemas edilicios fueron implementadas en escuelas rurales y se erigieron bajo el sistema Equinox (ver aparte), patentado por Sergio Lagrenade en Argentina y llevado adelante en Uruguay por Alejandro Lagrenade, propietario de la empresa Umissa; firma que estuvo en el ojo de la tormenta por el controvertido caso de la venta de viviendas a Venezuela.

Sin embargo, este sistema no resultó práctico a la hora de trasladar las aulas por lo que dejó de utilizarse.

La nueva solución "transitoria" fueron los "contenedores". En un principio se apuntó a viejos containers en desuso, pero como en el mercado hay gran demanda de estos "fósiles portuarios" se recurrió directamente a empresas especializadas para la construcción de estructuras livianas.

Las más de 100 unidades prefabricadas que hoy están desperdigadas en todo el país fueron construidas por tres empresas: Quinro, Frimaral y MTA Ingeniería. Algunas se adquirieron por licitación y otras mediante compra directa.

Las autoridades de la División Infraestructura de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) se negaron a dar información respecto de la cantidad, condiciones de contratación y costos de las aulas arrendadas. La respuesta de la responsable, Rosario Iacovazzo, fue: "no estamos autorizados a brindar información sobre la infraestructura por orden expresa de Codicen".

Desde el Codicen tampoco hubo disposición para brindar información, pero algunos informantes afirmaron que no existe un registro estadístico. "No las contabilizamos como aulas, no son un espacio educativo para nosotros. Es algo temporal", dijo la fuente.

Según pudo saber El País, el Liceo N° 2 de Rivera, por ejemplo, funcionó un año entero en aulas prefabricadas. En este momento, el jardín N° 286 del Complejo América va a pasar completamente a funcionar en aulas prefabricadas porque hay que tirar abajo el local para construir uno nuevo.

La fuente reconoció que "hay algún caso en que las prefabricadas están un poquito más permanentes". Según registros de Secundaria a los que accedió El País, en el Liceo N° 44 de Montevideo y en el de San Jacinto, hay aulas prefabricadas fijas desde 2008.

Álvaro Trillo, asesor del Consejo de Educación Secundaria (CES), afirmó que "actualmente hay 46 aulas instaladas en todo el país", contando cuatro que ya fueron compradas pero no se instalaron. De esas 46 aulas, 20 fueron compradas por el CES a partir de una licitación pública realizada en 2008. Las aulas fueron instaladas durante 2009 y la empresa que ganó la licitación fue MTA Ingeniería.

Fuentes de esa empresa aseguraron que la firma trabaja con el Estado desde 2004, y que en los últimos cinco años le vendió unas 20 a Secundaria y a la Udelar. Antes de 2008 el Consejo de Educación Secundaria no tenía aulas propias, si necesitaba las alquilaba o las solicitaba a Codicen, que sí tenía.

Trillo, de Secundaria, explicó que en ese (2008) año "el aumento de matrícula fue tan grande que diseñamos y licitamos la compra de aulas propias para hacer frente a las urgencias", indicó.

En el diseño de esa licitación se tuvieron en cuenta dos premisas básicas: la facilidad de montaje, desmontaje y traslado, y las condiciones de habitabilidad de las aulas.

"Nos importaba que tanto paredes como techo tuvieran un coeficiente de transmisión térmica similar al de un muro doble de ladrillos", dijo.

La propuesta ganadora presentó una estructura construida con isopaneles (paneles de chapa que tienen una plancha de poliuretano de 10 cm.), que presentan una aislación térmica similar a la deseada.

De las 46 aulas que hay en las instalaciones que dependen de Secundaria, 10 son propiedad del Codicen. "Las aulas del Codicen las construyó la empresa Quinro y no tienen aislación térmica", afirmó Trillo.

En este año 2011 Secundaria adquirió ocho aulas más, cuatro de la empresa MTA Ingeniería y cuatro de la empresa Frimaral. Estas "son producto de una compra directa de excepción. Estas compras están habilitadas por el Tocaf y tienen un procedimiento que acorta los trámites sin dejar de ofrecer las garantías de una licitación", explicó el asesor del CES.

Trillo agregó que "en ningún momento" se pensó que las aulas prefabricadas constituyeran "una solución definitiva".

"Las llamamos aulas móviles porque la idea es que roten y sirvan para solucionar urgencias. En todos los liceos que tienen prefabricadas hay obras previstas para el quinquenio", afirmó Trillo.

El consejero Fernando Tomeo adelantó que, ante las nuevas necesidades, este año se comprarán diez aulas más. Tomeo también destacó que las aulas prefabricadas "se instalan en carácter transitorio, mientras se amplía el liceo o se construye uno nuevo".

EMBLEMÁTICO. Para el presidente de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) Walter Zunino, "esta solución supuestamente provisoria muchas veces termina siendo casi permanente, porque después pasan los años y los alumnos siguen en las mismas aulas".

Zunino recordó el caso del liceo de Playa Pascual, al que catalogó como "emblemático". Allí, el comienzo de clases el año pasado estuvo marcado por la ocupación de los docentes en reclamo de mejores condiciones edilicias. En marzo de 2010 Secundaria instaló tres aulas prefabricadas, que se sumaron a una ya existente. "Desde el año pasado hasta ahora se construyó un alero que comunica el edificio central con los contenedores, se arreglaron los pisos del liceo y se cambió una rampa de acceso. Esa fue toda la mejora", indicó Zunino a El País días atrás.

De las 46 aulas móviles que hay en los liceos, en los últimos tres años sólo 2 fueron retiradas de un local para ser instaladas en otro centro de estudio.

Las cifras

25.000 Son los dólares que cuesta comprar un aula prefabricada. El arrendamiento mensual de las mismas ronda los 20.000 pesos.

46 Son las aulas prefabricadas que hay instaladas en los liceos de todo el país. En los últimos tres años se rotaron solo dos.

Un sistema que no dio buenos resultados

El sistema Equinox, de Umissa, consiste en el ensamblaje de grandes paneles livianos unidos con perfiles de aluminio y con techo liviano.

Una de sus ventajas es que las estructuras (cuya pieza más pesada llega apenas a los 67 kilos), se ensamblan utilizando herramientas de uso diario.

Desde que el Codicen se dio cuenta de que las construcciones de Umissa no le servían porque no le resultaba fácil trasladarlas, dejó de utilizarlas. Sin embargo, hace escasos meses se inauguró una escuela nueva en Florida, que fue construida por esta empresa.

Fue una donación de la Intendencia de Florida para la localidad de Chilcas y Chingolas, donde la escuela se había incendiado. Umissa donó una escuela prefabricada a la Intendencia y la intendencia la donó a Primaria. Es la Escuela N° 46.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar