Una ley contra la eterna juventud del Photoshop

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Un modelo irreal

Varios países quieren limitar la publicidad con fotos retocadas, con el fin de evitar que sea engañosa. La idea es obligarlos a revelar qué fotos han sido alteradas informáticamente. Un grupo de científicos de Estados Unidos ha ido más lejos, creando un sistema de medición que ayudaría a clarificar, en cada foto, cuán realista es. Los médicos de EE.UU. alertan del peligro para los jóvenes debido a que, muchos de ellos, se miran y quieren parecerse a modelos cuyas imágenes son física y anatómicamente imposibles.

David Alandete | El País de Madrid

Photoshop es la poción de la eterna juventud, de la que beben famosos de toda índole para quitarse de encima ya no años, sino décadas. Ojeando cualquier revista de moda o del corazón queda claro: hay un nuevo arquetipo de belleza, encarnado por celebridades como Madonna, Julia Roberts, Sharon Stone o Sarah Jessica Parker. Parecen habitar en un limbo atemporal: sin arrugas, sin ojeras, sin patas de gallo, sin granos, sin celulitis, sin michelines, sin estrías. Esos famosos son un espejo en el que se miran adolescentes de todo el mundo. Ahora, diversos países están considerando si obligan por ley a los anunciantes a revelar qué fotos han sido alteradas informáticamente, para evitar la publicidad engañosa. Un grupo de científicos de Estados Unidos ha ido más lejos, creando un sistema de medición que ayudaría a clarificar, en cada foto, cuán realista, y por lo tanto, cuán honesta es.

Hace poco aparecieron en la Red unas imágenes de la cantante Madonna, de 53 años, de una serie tomada en 2008 por el fotógrafo Steven Klein. Eran las mismas fotos que sirvieron para promocionar su último álbum de estudio, pero con una diferencia: eran las versiones a las que no se les había aplicado todavía el programa informático de tratamiento de imagen Photoshop. En ellas aparecía Madonna como no se acostumbra a verla: con arrugas, con pliegues, con patas de gallo, con brillos en la piel y grandes ojeras. Es decir, humana. El contraste entre las fotos sin retocar y las que se difundieron a las revistas es comparable al que existe entre el personaje Dorian Gray y su célebre retrato en la novela de Oscar Wilde.

ENGAÑO. En aquella instancia, Madonna promocionaba disco. Pero ¿qué sucede cuando fotos manipuladas se emplean para vender productos de belleza que prometen la eterna juventud? En julio, la agencia reguladora de la publicidad de Reino Unido ordenó a las empresas L`Oréal y Maybelline retirar dos campañas publicitarias de cremas antiarrugas con fotos de Julia Roberts (44 años) y Christie Turlington (42) por considerarlas engañosas y romper las normas que previenen la publicidad exagerada. Parlamentarios de Reino Unido, Francia y Noruega han propuesto leyes que obligaría a las empresas de belleza a revelar expresamente en sus anuncios si sus fotos han pasado por Photoshop.

En el profesor de la universidad norteamericana de Darmouth, Hany Farid, esos legisladores tienen un gran aliado. Farid, doctor en Ingeniería Informática y experto en ciencias cognitivas, ha dedicado una gran parte de su carrera a establecer una verdadera práctica de la investigación de las imágenes fotográficas. Busca rastros de uso de Photoshop en ellas, a la caza de alteraciones geométricas (en piernas, brazos, caderas, pechos, pómulos, cuellos, ojos) y de tono y textura de la piel (el célebre uso del aerógrafo, que difumina la piel y elimina imperfecciones). Y ha creado un sistema para averiguar hasta qué punto las imágenes han sido retocadas atendiendo a esos dos parámetros. Ese software puede medir la diferencia entre original y copia modificada, en una escala de uno a cinco, entre lo razonablemente realista y lo exorbitantemente retocado.

LEGISLAR. `Reino Unido, Francia y Noruega están considerando leyes que obligarían a que las fotos retocadas queden etiquetadas como tales`, explica el profesor Farid a EL PAÍS. `Nuestra tecnología podría proporcionar un modo fiable de distinguir cuándo se trata de un retoque insignificante [recorte del marco de la foto, una mera corrección de color, etcétera] y cuándo es una alteración esencial [disminución del peso corporal en un 30%, por ejemplo, o la eliminación de todas las arrugas e imperfecciones]. Esta tecnología también podría ser empleada por aquellos técnicos que retocan fotos, para ayudarles a medir el grado en que la imagen modificada se aleja de la realidad. Y, por último, podría ser muy útil para los editores de revistas que quieran demostrar que se preocupan por reducir al mínimo las formas extremas de retoque`, plantea el experto.

¿Qué efecto tienen esas modificaciones exorbitantes sobre los adolescentes? Ya no es que se miren en modelos, actores y cantantes que son altos, estilizados y guapos. Es que tienen como objetivo parecerse a imágenes que son física y anatómicamente imposibles.

Con un largo de brazos imposible

Muchos publicistas y editores necesitan la tecnología del Photoshop. Hay toda una galería de horrores en la página web PSDisasters.com. El caso más sonado del año pasado, recogido en esa página, fue el de un anuncio de la marca de ropa norteamericana Ralph Lauren, en el que a una modelo ya de por sí muy delgada se le comprimió la cintura y las caderas hasta un extremo inhumano y totalmente grotesco. La casa de ropa interior femenina Victoria`s Secret es experta en fotos de modelos con brazos imposiblemente largos y cruces de piernas que desafían todas las leyes de la física y la anatomía. Scarlett Johansson, a pesar de que tiene 27 años, aparece en muchas de sus campañas publicitarias para firmas de lujo sin una sola expresión facial, plastificada por el todopoderoso aerógrafo, hasta parecer una caricatura de la muñeca Barbie.

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