El conductor cayó ayer en un pozo y resultó ileso. Admitió que no vio el cartel de “Calle Cerrada"
La escena llamó la atención de transeúntes y automovilistas que pasaron por el lugar ayer: un taxi de la Patronal 141 estaba incrustado de punta en un pozo de obra, en Arenal Grande y Rivadavia.
Sobre las 11:30 horas ocurrió el accidente en el que el vehículo Fiat Siena, de unos cuatro metros de largo, cayó de frente en el pozo y quedó completamente enterrado. Las fotos del auto en la canaleta recorrieron las redes sociales Facebook y Twitter.
Desde Radio Taxi 141 informaron a El País que cuando el conductor del vehículo, un hombre de 61 años, "dobló, no estaba la señalización y se encontró con el pozo, por lo que no pudo evitarlo".
Sin embargo, la Jefatura de Policía indicó que el chofer "le dijo a los efectivos que no vio la señalización que informa de Calle Cerrada en Rivadavia y Porongos, y continuó la marcha por Rivadavia. Al llegar a Arenal Grande dobla hacia la derecha y cae en la zanja".
El conductor fue rescatado por los trabajadores de la obra. Anecdóticamente, el obrero que lo asistió directamente se llamaba Uber. Una emergencia móvil le diagnosticó "traumatismo leve". El taxi iba sin pasajeros.
Intendencia.
El director de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Montevideo, Óscar Curutchet, dijo a El País que el pozo donde cayó el taxista es de una obra de conducción de aguas pluviales a cargo de la empresa Saceem, una de las principales contratistas de la comuna en este tipo de trabajos. El jerarca aseguró que la obra estaba perfectamente señalizada y que el accidente, "sin dudas", se debió a un error del chofer del taxi o a un desperfecto mecánico del vehículo.
"Saceem es una empresa muy seria, la obra está totalmente señalizada y tiene un cartel que dice Calle cerrada. Obviamente el taxista se metió mal; por suerte no hubo que lamentar heridos", aseguró. Informó que el abogado de la empresa ya está enterado.
Ayer de tarde, sobre las 17:00 horas, levantaron al taxi del pozo con una grúa.
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