SERVIL
Los padres serviles son aquellos, abnegados y sufridos, que todo lo pueden aguantar. Sus hijos residen como príncipes en una mansión donde gozan de todos los privilegios y de ningún deber. Sus padres suelen sentirse indignos e intentan reparar sus faltas con un servicio incondicional. Los hijos, consciente o inconscientemente, explotan estas angustias convirtiéndose en verdugos hogareños de sus padres.
DISTRAIDO
Los padres distraídos son los que mantienen con sus hijos un "pacto de silencio": una alianza para no hablar, no escuchar, no ver. Así se paraliza toda confrontación generacional. Esta actitud, tanto por parte de los padres como del adolescente, se excusa a menudo en una fantasía: "no digo nada porque si hablo me desbordo, o le pego o lo mato, o me mata".
HACEDOR
Los padres hacedores-sobremurientes asumen una actitud de sacrificio, interceptando y haciendo propios los conflictos de sus hijos. Es una actitud que también explotan los hijos, llevándoles a adoptar relaciones adictivas con temor a ser abandonados. Ello ocurre cuando los padres se esclavizan en un papel de Reyes Magos regalando un mundo mágico, sin conflictos, que suele ocultar el deseo de mantener un control omnipotente. Así, si bien se evita la expresión de sentimientos hostiles del adolescente, se impide también la confrontación, necesaria para el desarrollo de la autonomía.
GUIA
El apoyo profesional suele ser suficiente con una orientación psicológica de los padres que les ayude a identificarse con alguno de los grupos delimitados por el médico y psicoanalista Luis Kancyper en el año 2004. Así podrán advertir la mejor manera de conducirse ante los conflictos de sus hijos adolescentes.