Hombre mordido por Yarará en Sauce de Portezuelo está fuera de peligro; accionar rápido de su esposa fue clave

Redacción El País
Un atípico episodio sucedió en la tardecita de este sábado en el balneario Sauce de Portezuelo, cuando un hombre de 31 años fue mordido arriba del tobillo de forma sorpresiva por una víbora que se encontraba en la puerta de un galpón de su vivienda de veraneo. El ataque se dio apenas abrió.

La rápida reacción de la esposa (Camila Cabrera) permitió que, en menos de una hora, la víctima recibiera atención médica y se le administrara el antídoto, evitando un desenlace que pudo haber sido más grave.

En diálogo con El País, Camila relató que lo primero que atinó a hacer fue llamar al Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (CIAT), pero ante la falta de una respuesta concreta decidió emprender marcha rumbo a Pan de Azúcar que está a unos 20 kilómetros de distancia.

En el trayecto alertó a funcionarios policiales apostados en un destacamento a la entrada del balneario, quienes realizaron la consulta correspondiente y derivaron el caso al Hospital de Pan de Azúcar.

La mujer siguió camino en su vehículo particular junto a su esposo y cuando llegó al lugar ya los trabajadores del centro de salud estaban esperando en la puerta con una silla de ruedas dispuesta.

“Cuando llegamos nos cortaron la calle y la Policía cortó el paso en un esquina con semáforo para permitirnos cruzar e ingresar al hospital. Nos estaban esperando y la verdad que la atención fue diez puntos. También el accionar policial. Lo entran rápidamente, le pasan un medicamento y enseguida le dan la primera dosis del antídoto”, contó Camila a El País.

Entre la mordedura y la aplicación del contraveneno pasaron solo 45 minutos. En esta línea, los médicos tratantes destacaron que fue clave actuar en la primera hora e incluso haber marcado el momento prácticamente exacto en que se dio la mordedura: a las 20:28 de este sábado.

Al hombre, que se encuentra fuera de peligro y permanece en observación, le están sacando sangre cada tres horas para ser analizada, mientras continúa recibiendo suero y calmantes para el dolor. Fue derivado al Sanatorio Cantegril de Punta del Este.

Según supo El País, la víbora fue retirada por personal del Centro Educativo de Cría y Rescate de Reptiles Alternatus Uruguay (ver minuto 16), que informó que se trataba de una yarará.

“Por suerte pasó el susto, pero fue un momento de tensión”, dijo Camila a El País.