El Frente Amplio (FA) conquistó su octavo mandato consecutivo al frente de Montevideo y Mario Bergara será, con luz en la interna, el próximo intendente de la capital, que gobernará hasta 2030.
El resultado primario de este domingo era previsible y esperado. Tal como lo venían indicando las encuestas en los últimos meses, no sorprendió a nadie. Constatada esta realidad, lo que espera el FA es dilucidar cómo queda la interna departamental.
Este lunes, se espera que el jefe comunal electo establezca el primer contacto formal con el actual intendente, Mauricio Zunino. “Tenemos todos los documentos prontos para comenzar ya mismo con la transición”, le dijo Zunino a El País.
Pero para comenzar a trabajar en esa transición faltan una serie de datos clave, que van mucho más allá de los conocidos este domingo y que dependerán de la evolución de la información oficial, a cargo de la Corte Electoral.

Entre otros aspectos, justamente, para definir la conformación del gabinete de la comuna y el nombre de sus nueve integrantes, que serán los interlocutores de las actuales autoridades. También, y tan o más importante, como quedará conformada la bancada oficialista en la Junta Departamental de Montevideo.
Por lo pronto, el Movimiento de Participación Popular (MPP) va camino a confirmar su supremacía interna en la izquierda, y es el principal responsable del triunfo de Bergara. Fue a través del sublema “Siempre con la gente”, que presentó cinco listas.
En segundo lugar se está ubicando el sublema “Compromiso Sumemos Uruguay”, integrado entre otros por la Lista 711 y “Sumemos”, de Humberto Castro, con 20 hojas de votación que también colectaron para Bergara.
En un tercer escalón se ubicaba “Re Evolucioná Montevideo”, sublema liderado por el Partido Comunista (PCU) en integrado, entre otros por el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) y que respaldó la candidatura de Verónica Piñeiro. A pocos votos de ventaja, lo seguía “Unidad y Pluralismo Frenteamplista”, con varias listas encabezadas por Juan Ceretta, del Partido Socialista, el único sector que presentó listas en apoyo a los tres candidatos. En ese sublema también estuvo la Vertiente Artiguista, prácticamente el único soporte político de Salvador Schelotto.
Más abajo, según el escrutinio, se divisa “Montevideo al Futuro”.
Curiosamente, integrado por Seregnistas, el sector de Bergara, y que presentó nueve hojas de votación.
El jueves pasado, en una de sus últimas intervenciones de campaña, Bergara le había dicho a El País que el “cierre” de su equipo de gobierno se daría, justamente, una vez conocida la nueva configuración interna de la izquierda en la capital.

El segundo lugar
Los resultados dejarán, además, otra lectura. En su discurso, que no superó los quince minutos, Bergara habló de una “batalla ganada” que, destacó, “no hubiera sido posible” sin el concurso de sus compañeros, Verónica Piñeiro y Salvador Schelotto, que este domingo ambientaron una disputa palmo a palmo por quién será el segundo. Con Bergara captando, por lo menos, seis de cada diez votos del FA en la capital, proyecciones internas fluctuaban en la medianoche del domingo en un “empate técnico” entre los otros dos candidatos, que se movían en el entorno del 10% cada uno en la votación general. Si bien hasta este domingo el escrutinio le otorgaba a Piñeiro 12% y a Schelotto el 7%, el resultado tuvo distinto impacto. Para la actual directora de Gestión Ambiental de la Intendencia, significaría obtener un resultado que ya le adelantaban varias encuestas. En filas del arquitecto, en cambio, la proyección fue festejada casi como un triunfo, y muchos de sus militantes incluso hablaron de “Schelottazo”.
Nuevos desafíos
Bergara, por otra parte, logró un aliado con el triunfo de Francisco Legnani en Canelones. En particular, por la intención común -de la mano de una Torre Ejecutiva afín- de que este gobierno nacional dé marcha atrás con la “discriminación” a la que, se asegura, sometió la administración Luis Lacalle Pou a los dos departamentos.
“No venimos a fundar Montevideo”, aclaró Bergara en su discurso. “Hace 300 años que la fundaron”, remarcó. El intendente electo reivindicó el legado de sus antecesores frenteamplistas desde 1990. Desde Tabaré Vázquez y Mariano Arana, pasando por Ricardo Ehrlich, Daniel Martínez y llegando hasta la actual gestión, la que comenzó Carolina Cosse. Bergara, dijo, continuará con ese legado. Sin embargo, insistió en que, con su gestión, habrá un “nuevo” Montevideo.
Hay nuevos desafíos, insistió. “Lo tenemos que hacer mejor porque hay problemas más grandes”, remarcó. Así, limpieza y tránsito son esos desafíos. “Estamos preparados para gobernar Montevideo y mejorar aún más esos temas que son la preocupación de la gente”, concluyó. “Van a ser la prioridad, claro que sí”, dijo.

"Hoja de ruta" para atender déficits
Para Mario Bergara, en esta campaña no hubo “sorpresas” en cuanto a los reclamos ciudadanos. Las propias encuestas de la Intendencia de Montevideo marcaban en forma contundente los déficit de la gestión, que el nuevo intendente estará obligado a atender apenas asuma: la limpieza de la ciudad y la movilidad urbana. Bergara se comprometió a encarar esos desafíos aunque, a diferencia de otros competidores internos, no se fijó un plazo concreto para una solución. Lo que hizo fue trazar una “hoja de ruta”.
Bajo la premisa de “un Montevideo más limpio”, Bergara planteó crear “un nuevo modelo de limpieza y gestión ambiental” en el departamento. Se trata de consolidar un “sistema integral de limpieza pública”, con métodos de recolección adaptados según las zonas de Montevideo. Entre otras cosas, se propone instalar contenedores soterrados de residuos en barrios de alta densidad poblacional. En paralelo, se haría una fuerte apuesta a contenedores intradomiciliarios, siguiendo el ejemplo desarrollado en los últimos años por Canelones. En lo que respecta a la gestión de los espacios públicos, su propuesta señaló que “en la medida de su necesidad”, y de acuerdo a una estrategia general, se estudiará “caso a caso” la “pertinencia” de instalar papeleras, las que fueron retiradas en varias zonas por la actual administración.
En cuanto a la movilidad, la premisa será un “Montevideo más ágil”. En este sentido se proyecta una “renovación” del transporte público a escala metropolitana, en un proceso que deberá ser liderado por el gobierno nacional. En ese sentido, se espera por una definición de la Torre Ejecutiva en cuanto a los tres proyectos público-privados que se presentaron a consideración. Se habla de optimizar frecuencias, horarios y recorridos, junto a un ordenamiento del tránsito que permita reducir los tiempos de viaje. Por otra parte, uno de los puntos en el que insistió el candidato fue en las obras de infraestructura. Allí una de las alternativas que ha mencionado pasa por un fuerte “shock” en la construcción o reparación de veredas, bajo el argumento de que es allí que comienza la movilidad de la ciudad. A esto se sumaría un programa de mantenimiento de calles.