femicidio

Asesinó a su pareja, ocultó el cuerpo por dos días y simuló un suicidio

La fiscalía condenó a 28 años de cárcel a un hombre por homicidio muy especialmente agravado.

Patrullero de Policía
Patrullero de Policía.
Foto: Ministerio del Interior

Por Pablo Méndez
El pasado 1º de febrero la jueza de primera instancia, María Elena Iriarte, resolvió condenar a un hombre por el asesinato de su pareja a 28 años y nueve meses de prisión. Se lo imputó por un homicidio muy especialmente agravado, por tratarse de un femicidio, por la cual deberá pagar además una indemnización a la hermana de la víctima equivalente a doce salarios mínimos.

La jueza del caso dio lugar a la pena solicitada por la fiscal de segundo turno de Ciudad de la Costa, Mirna Busich y el fiscal Rodrigo Carámbula. Ambos recabaron por algo más de dos años las pruebas para probar el asesinato de una mujer a manos de su concubino, a quien habían enviado a prisión preventiva hasta el dictado de la sentencia definitiva.

En el dictamen se asegura está “probado en forma clara, cierta e indubitable la responsabilidad del imputado” en la muerte de la víctima. Y agrega que las pruebas en su contra son “insumos claros, inequívocos y coincidentes” para inculparlo.

Según estipula el fallo judicial al que accedió El País, los hechos se remontan al mes de mayo del año 2021, en la Ciudad de la Costa. Allí vivió la pareja en concubinato por 15 años, hasta el terrible desenlace.

Hechos

Todo comenzó cuando la víctima pretendía comprar un auto. El vehículo le serviría para transportarse hasta su trabajo, algo que parecía conseguir fácilmente luego de la propuesta de un conocido suyo desde la infancia. El hombre vendía un Chevrolet Onix y ambos acordaron un precio de US$ 10.000 dólares.

Para realizar la compra, junto a su pareja, la mujer se acercó a la oficina de su escribano quien posibilitó el contrato de compraventa. En aquel entonces notario de la pareja, hoy abogado defensor del condenado, fue testigo de que también se firmó una carta de pago asociado a un monto que la compradora depositaría en la cuenta del vendedor.

Desde allí se trasportaron hasta la casa de este último, quien les entregó el auto en cuestión para que retornaran a su hogar en él. Ambas partes acordaron que la pareja de la víctima haría el depósito al vendedor en una sucursal cercana. Pero esto nunca ocurrió.

Luego de algunas horas el vendedor notó que no había recibido la transferencia y se comunicó con sus compradores. Lo llamó a él quien le respondió que lo haría al día siguiente, ya que “había mucha gente en el banco”.

La llamada del vendedor se reiteró 24 horas más tarde ante la ausencia del depósito y en esta instancia la respuesta del condenado fue que estaba “en la fila del banco”. Unos minutos más tarde este envió al vendedor fotos de comprobantes, que no eran legibles en su mayoría, a excepción de uno en el que se veía una suma incorrecta y un número de cuenta equivocado.

Un 28 de junio el vendedor decidió cambiar sus métodos y esta vez habló con la compradora. La mujer tomó riendas en el asunto y lo habló con su pareja, quien le aseguró que estaba saliendo de realizar el depósito, pero que había perdido el ticket de la transacción. El vendedor del vehículo le mencionó a la mujer su enojo, relatando que había perdido la compra un nuevo vehículo a su nombre por no contar con el dinero.

Según figura en el documento del Poder Judicial, este fue el último intercambio que tuvo la mujer con alguien más. “A partir de las 21:30 horas del día 28 de junio ya no respondió a los reiterados mensajes, no contestó llamadas ni ninguna persona la vio viva”, se relata en el fallo.

Discusión

Una vez reunidos en su casa, la pareja comenzó una fuerte discusión. La mujer le recriminó el accionar a su pareja, quien evadió la responsabilidad. La víctima se retiró a su cuarto y se dispuso a dormir. En ese momento, el hombre entró al cuarto, tomó de su mesa de luz un revólver calibre 32, se acercó a su pareja que dormía y le disparó en la cabeza.

Según el informe de autopsia la herida causó “una injuria encefálica aguda” y esto provocó una muerte con un período de agonía “corto” que de todas formas impidió a la víctima desplazarse.

Unos minutos más tarde, el vendedor se comunicó con el homicida para reclamar su dinero. Este le contestó que ya había realizado el pago y que había entregado el comprobante a su mujer, quien yacía en el dormitorio. Las llamadas se reiteraron al día siguiente, pero en este caso de una compañera de trabajo de la víctima. Esta había notado extraño un llamado anterior del condenado, quien le explicitó que su pareja estaba indispuesta y no iría a trabajar ese día.

Una vecina que vivía al frente del hogar, notó raro que el auto de la víctima no se moviera de su estacionamiento, por lo que se acercó a la casa y consultó al victimario. Este decidió no salir del lugar. La vecina volvió a su casa, pero recibió la visita del hombre con la noticia de que la víctima estaba con sus primas.

Al día siguiente el hombre dio por finalizada su artimaña y llamó a la compañera de trabajo de la víctima. En el llamado le comunicó que su pareja había fallecido. Acto seguido el condenado “se infirió varios cortes superficiales en las muñecas”, según contiene el documento, y se efectuó disparos. Según explicó a sus allegados, con la intención de suicidarse.

También llamó al 911 donde no explicitó que su pareja tenía un disparo de arma de fuego y habló con una calma extraña. Tampoco explicó que la mujer llevaba dos días sin vida. En sus declaraciones a la Policía dio versiones encontradas, entre estas que su pareja había querido suicidarse por no querer realizar un tratamiento por un cáncer de mama. De la historia clínica de la fallecida no surgió ninguna enfermedad.

Antecedentes

El condenado había sido denunciado por “apropiación indebida” por vender bienes de terceros y quedarse con el dinero de los propietarios. Su expareja lo había denunciado en 2011 por retener el dinero de la venta de un auto, hecho por el que el condenado habría amenazado al hijo de la mujer para que su madre no continuara con la denuncia.

Además, en 2016 otra mujer lo había denunciado, en esta ocasión por quedarse con dinero de muebles que le vendió.

El acusado nunca tuvo un trabajo estable y se dedicaba a actividades comerciales. Amigas de la víctima tenían conocimiento de que esta tenía problemas económicos durante su concubinato.

Recurso

La defensa del condenado anunció luego de escuchar la condena apelará. En esta línea el abogado solicitó la absolución de su defendido, señalando “falta de prueba” para la condena. El material probatorio que presentó la Fiscalía para la defensa mantiene la duda razonable de los hechos.

En su alegato señala que los testigos no vieron lo sucedido, sino que “fueron traídos al proceso”, por lo que son “testigos de nada”. Sobre el material probatorio se hace énfasis en que su defendido no tenía “plomo en las manos”, pero en cambio la víctima sí. Esto reforzando la tesis de que se trató de un suicidio.

Sobre el hecho de que el acusado sustrajo el dinero de su pareja, se refuta las pruebas, dejando constancia de que el dinero en su totalidad “se encuentra disponible en la cuenta” de la víctima.

Sobre su defendido asegura que este no cuenta con denuncias relativas a violencia de género y que colaboró en todo momento con el proceso judicial. Además de desestimar la posibilidad de que este ejerciera una violencia económica a su pareja, ya que este contaba con un auto a su nombre e ingresos a través de sus actividades económicas.

Violencia doméstica

Línea para asistencia a víctimas de violencia doméstica:

Desde una línea fija: 0800-4141

Desde celulares: *4141

El servicio es gratuito, confidencial y anónimo y la llamada no queda registrada en la factura. En función de la situación y la demanda planteada se deriva a la persona a servicios y recursos públicos o privados especializados.

Horarios: Lunes a viernes de 8:00 a 24:00hs , sábados y domingos de 8:00 a 20:00hs.

¿Qué hacer ante una situación de violencia?

• Hablalo con personas de tu confianza: familiares, amigas/os, vecinas/os.

• Si decidís hacer una denuncia policial buscá antes el asesoramiento y apoyo de los servicios especializados en violencia doméstica que te dan el Estado y las organizaciones civiles.

• Irte de tu casa porque te maltratan no es abandono de hogar. Si decidís hacerlo dejá una constancia en la Seccional Policial.

• Si estás lastimado, recurrí a cualquier centro asistencial, policlínica o emergencia móvil y pedí un certificado por las lesiones constatadas.

• Evitá estar solo cuando percibas que pueden agredirte.

• Alertá a alguna vecina/o para que pueda ayudarte. Dejá alguna ventana abierta y la puerta sin llave.

• Si el agresor ya no vive en tu casa, no le abras la puerta y si insiste llamá al 911.

• Cuando visite a tus hijos/as evitar estar solo

• Cambiar las rutinas si te persiguen.

• Pedí que te acompañen al salir del trabajo, fijate si el agresor se encuentra en las cercanías para evitarlo y/o llamar a la policía.

*Red Uruguaya de violencia doméstica

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