ROSARIO TOURIÑO
Los hospitales deberán notificar obligatoriamente toda reacción adversa producida por medicamentos. Salud Pública creó una unidad para vigilar más de cerca un tema no menor: en Estados Unidos mueren 100 mil personas al año por esta causa.
En Estados Unidos se reportan dos millones de reacciones adversas severas a los fármacos por año. Este fenómeno es la cuarta causa de muerte en ese país, superando al Sida, la diabetes o los accidentes de tránsito. En Uruguay, de las 1.119 notificaciones acumuladas entre 1997 y 2005, un 17% significaron reacciones graves y un 1% tuvieron resultado mortal (diez fallecimientos).
"Pero seguramente hay un fuerte subregistro", admitió a El País Jorge Basso, director nacional de Salud. Para enmendar esa situación, y para poder prevenir eficazmente el problema, el Ministerio creó una Unidad de Farmacovigilancia. Una de las primeras tareas de la cartera ha sido distribuir una planilla entre todos los servicios públicos y privados, para que los profesionales de la salud notifiquen cualquier reacción no buscada de medicamentos, vacunas, hierbas medicinales o medios de contraste.
La idea es que así como los técnicos informan los casos de enfermedades infecciosas (desde VIH hasta meningitis), actúen de la misma manera con las reacciones de medicamentos. Los profesionales deben informar los casos sospechosos tanto cuando se generan por automedicación como por indicación médica. Basso aseguró que la notificación es obligatoria, y que los directores técnicos de los centros son los responsables del cumplimiento.
"Queremos generar una cultura en los profesionales, los usuarios y la propia industria del medicamento, que muchas veces es ella misma la que retira los productos", apuntó el director de Salud.
Más allá de la obligatoriedad de la notificación, Basso recalcó que el primer objetivo es "capacitar" a los técnicos y los servicios, incluso generando "referentes" en cada centro. "Las instituciones nos han planteado que les estamos pidiendo mucha información y muy rápido en todos los temas. Pero le hemos dicho a las direcciones técnicas que queremos que se cumplan las funciones básicas de contralor del Ministerio. Si no se investiga, no se pueden corregir este problema", comentó Basso.
En Uruguay las estadísticas que se conocen corresponden al Centro Coordinador de Farmacovigilancia del Hospital de Clínicas. De las poco más de mil notificaciones registradas en ocho años se concluyó que casi la mitad de las reacciones fueron leves, un 37% moderadas y un 17% graves.
variadas. Las reacciones son de diversa magnitud, aunque en la mayoría de los casos no son graves. Pero los farmacólogos coinciden en que un medicamento mal utilizado, puede transformarse en un "veneno". Basso explicó que existe un muy variado espectro de reacciones adversas, colaterales o antagónicas de los fármacos: desde efectos que tienen que ver la dosis utilizada, hasta reacciones más imprevisibles como las alergias. Basso explicó que existen reacciones debido a tratamientos prolongados, (como la "farmacodependencia") y otras como producto de la "abstinencia" a la sustancia.
Otros medicamentos generan consecuencias diferidas en el tiempo, como los carcinogénicos. Un capítulo muy amplio es el de la interacción entre fármacos. Es habitual en el sistema de salud que un especialista le indique un medicamento a una persona, y otro médico le recete otro. Puede pasar que ambos actúen sobre el mismo órgano con efecto competitivo.
"Esto tiene que ver con la falta de un médico general que vea integralmente a la persona, que analice todo el paquete de medicamentos", narró Basso.
Por su parte, la profesora de Farmacología, Carolina Seade, no sólo hizo hincapié en los efectos nocivos de la automedicación (desde analgésicos hata antibióticos), sino también en la combinación de fármacos con alimentos o con el alcohol.
La especialista coincidió en que un sistema de "alerta temprana" es fundamental, aun en los casos de un simple sangrado nasal. En este sentido remarcó la importancia de la experiencia acumulada del Centro de Farmacovigilancia del Clínicas, que es el "centro país". Basso dijo que la idea es justamente "aprovechar" la experiencia de este equipo.
El MSP ha conformado también un comité asesor, integrado por dos técnicos de la Facultad de Medicina, uno de la Facultad de Química, tres de la propia cartera. La cartera además está en contacto con el Centro de Monitoreo de Uppsala (Suecia), que es el coordinador del programa de vigilancia internacional de la OMS.
Regularán venta de hierbas
El Ministerio de Salud Pública tendrá lista en las próximas semanas una reglamentación de la venta de hierbas medicinales.
"Hay en estos momentos un vacío en este tema, y desde el punto de vista sanitario, parece razonable regular la venta tanto de los productos nacionales como internacionales", apuntó a El País el director nacional de Salud, Jorge Basso. El médico dijo que no se trata de desconocer las virtudes de este tipo de productos, denominados fitoterápicos, ya que la propia Organización Mundial de la Salud reconoce sus ventajas.
Basso no quiso adelantar si se erradicarán los puestos callejeros con ramos de marcela u otras hierbas. Pero, adelantó que la idea es "asegurar que la comercialización se haga bajo determinadas condiciones, con una rotulación que de garantías y con instrucciones sobre el correcto uso".
La normativa está siendo elaborado en conjunto con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, y la Facultad de Química. Basso recordó que esa casa de estudios universitarios tiene un interesante desarrollo con productos en base a la marcela, generado en el Polo Biotecnológico de Pando.
Los datos de Uruguay
En Estados Unidos se notifican más de dos millones de reacciones adversas severas por año. Cien mil de ellas son mortales.
En Argentina, hay cien mil internaciones hospitalarias y 700 muertes por año como motivo del mal uso de los medicamentos, según un estudio de la Universidad Maimónides y del Instituto Argentino de Atención Farmacéutica (Iadaf).
Más de 130 productos farmacéuticos fueron retirados de varios mercados en los últimos 40 años (un 33% dentro de los dos años del lanzamiento y un 50% dentro de los cinco años).
En 2001, Bayer retiró del mercado mundial Baycol/Lipobay, un medicamento indicado para el colesterol. Se reportaron efectos de debilidad muscular, producto de la asociación con otra droga.
Otro caso muy recordado es el de los antiinflamatorios retirados por aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. En 2004, Merck dejó de vender Rofecoxib, y en 2005, Pfizer debió retirar Valdecoxib.
En Uruguay un episodio muy recordado es el de Calcical (de Biofarma). En 2002, por error del laboratorio, se incluyó carbonato de litio en vez de carbonato de calcio. Dos pacientes murieron por la intoxicación, pero hubo decenas de afectados por el lote.