FEDERICO IGLESIAS
En medio de las suaves ondulaciones de las serranías del norte de Lavalleja, en lo alto, se destaca Zapicán, un pequeño poblado de no más de 600 habitantes.
Sólo algunos parroquianos comparten repetidas historias acodados en el gastado mostrador de un viejo bar, y poco más parece acontecer en el resto del pueblo en las primeras horas de la tarde.
"Es que cada vez somos menos, si ni changas van quedando ahora", dice con la mirada perdida, Félix (71 años), un peón de estancia y oriundo del lugar.
Una promesa del ahora presidente Tabaré Vázquez, se hizo realidad y romperá con la tregua de la rutina lugareña. Vázquez se había comprometido a realizar en la localidad la primera reunión del gobierno fuera de Montevideo.
Recorriendo las polvorientas y solitarias calles, Nancy Cabrera, esposa del médico de Zapicán, admitió que la llegada del presidente y el resto del gobierno "es como una esperanza que flota en este pueblo perdido".
Esa esperanza trajo cambios, que incluso se advierten en el ambiente. Un fuerte aroma de pintura por los trabajos de mantenimiento que se están realizando en la policlínica, la seccional policial y en alguna otra añosa finca.
CAMBIOS. Unas de las cosas positivas que dejará el acontecimiento, serán algunos progresos para el pueblo: la antena que mejorará la —hasta ahora— casi inexistente señal de telefonía móvil y nuevas líneas de la ya vetusta red de energía eléctrica. "Hasta limpiaron el local de UTE, que estaba medio abandonado", apuntó Federico (26 años), propietario del Parador La Casona.
Zapicán tiene su razón de ser en el campo, y fundamentalmente en la explotación ganadera. No hay industrias, sólo unos pocos comercios: tres tiendas y siete almacenes de campaña.
"Zapicán, en los últimos 25 a 30 años, ha sido desplazado de todo plan de gobierno, despojado de todos los servicios públicos que tenía y sólo nos faltó que nos corrieran del pueblo", señala con firme tono de voz, Joaquín De Los Santos (46), propietario de "Zapicán Center", un surtido almacén de campaña y estudioso de la historia lugareña.
Joaquín recordó con cierto aire de nostalgia los tiempos en que llegó a funcionar una oficina del BPS, de la vieja dirección de rentas (hoy DGI), dos bancos (el Banco Unido de Casupá y el Banco de Crédito), un servicio de trenes y más recientemente, las desaparecidas oficinas de Antel y juzgado de paz. "Ya nadie más nace, nadie se casa ni muere en Zapicán", sentenció.
En Zapicán no hay mucho para hacer más que encontrarse con amigos en alguno de los 7 bares que permanecen abiertos. Hay un club social con muy escasa actividad (Centro Social Zapicanense), no hay cine, ni teatro, ni cuadros de fútbol. Los más jóvenes se divierten en algún baile, de esos que se organizan de tanto en tanto.
Todos los años, el 8 de diciembre —Día de las Playas— se realiza una fiesta, a pesar de que Zapicán no tiene costa. Se contratan algunos números musicales, se organizan campeonatos de fútbol, voley y hasta los más chicos pescan algunas mojarritas en el balneario Cedrés.
VISITANTES. Varias delegaciones realizarán planteamientos al gobierno. Llegarán de distintos puntos del departamento de Lavalleja y otras zonas del país. "Quince instituciones o grupos de vecinos tendrán la oportunidad de trasladar sus planteos a las autoridades del gobierno, y para ello dispondrán de un tiempo de 5 minutos para hacer la exposición en forma oral. Luego, podrán entregar un documento", explicó a El País, el Dr. Miguel Paradeda, integrante de la comisión de vecinos que tiene a su cargo la coordinación de tan especial acontecimiento.
La reunión del Consejo de Ministros se realizará en una amplia carpa, que ha sido arrendada para la ocasión, y será instalada junto al gimnasio. Los vecinos han organizado una "plaza de comidas", con puestos de venta de comida rápida.
ALOJAMIENTO. Se estima que unas 100 personas se alojarán esta noche en el propio pueblo de Zapicán y la localidad más cercana, Batlle y Ordóñez (a 27 kilómetros).
Se trata de las "avanzadas" de seguridad presidencial, periodistas y delegaciones de las zonas más lejanas.
Como en el pueblo no existe ningún tipo de hospedaje, algunos vecinos han salido a ofrecer habitaciones. Joaquín De Los Santos ya tiene reservadas unas 10 camas para periodistas y particulares. "Las cobro a un valor muy accesible: $ 75 la cama por noche", dijo. Un grupo de periodistas de un medio televisivo de Montevideo contrataron alojamiento en una estancia cercana al pueblo.
La poca disponibilidad hotelera de la localidad de Batlle y Ordóñez y Nico Pérez también está colmada para la noche de hoy.
Ladrones ausentes
No existen en Zapicán problemas de seguridad. La mayoría de los pobladores no tranca las puertas de sus viviendas con llave, ni siquiera de noche. El último hurto "más o menos importante" ocurrió hace más de un año y no pasó de una bombilla y algún paquete de panchos. Un funcionario policial recordó como anécdota un caso que se registró hace algunos años. El delito se frustró porque ingresó en el lugar el dueño del almacén. Un joven ladrón dejó en el apuro una nota con el apunte de lo que pretendía robar y un bolso. Tal fue la sorpresa, cuando un día se presentó ante el dueño del comercio la madre de quien había pretendido concretar la fechoría, reclamando el bolso.