Las relaciones sexuales son causa de la mayoría de los contagios del VIH-SIDA

| El uso adecuado del preservativo disminuye en un 90 por ciento el riesgo de contagio en cada relación

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), fue reconocido como una nueva entidad clínica en junio de 1981. Posteriormente, se aisló al virus causante de esa enfermedad: un retrovirus llamado virus de la inmunodeficiencia humana. Desde entonces el número de infectados ha ido en aumento en el mundo entero.

En Uruguay, según datos del Programa Nacional de SIDA del Ministerio de Salud Pública, desde el año 1983 hasta el año 2.003 se detectaron un total de 7.293 casos; 5.041 de los cuales son infectados que aún no están en estadío SIDA y 2.252 en estadio SIDA. De las personas en estadio SIDA ha fallecido aproximadamente la mitad (1.258 personas). En el año 2003 se detectaron 211 nuevos casos de SIDA y 417 nuevos infectados.

El VIH ataca a las células encargadas de defender al organismo contra infecciones y tumores y las va destruyendo en forma progresiva. La historia natural de la infección por VIH no tratada es a la aparición de infecciones oportunistas y/o tumores malignos no habituales a los ocho a diez años del contagio. Cuando aparecen estas enfermedades oportunistas o las defensas, dadas por los linfocitos CD4, caen por debajo de 200 se dice que la persona está en estadio SIDA. Esta evolución puede ser retardada y modificada con los medicamentos antirretrovirales.

Es importante conocer las formas en las que se transmite esta enfermedad para evitar el contagio, pero también para no tener temores infundados y discriminar a los infectados en situaciones que no determinan riesgo alguno.

¿COMO SE CONTAGIA? Las tres formas de contagio posible son por vía sexual (la más frecuente), por vía sanguínea o maternofetal. La vía sexual es la más frecuente. La enfermedad se transmite al mantener relaciones sexuales sin preservativo con una persona infectada: tanto por sexo genital, anal u oral. En nuestro país la transmisión por vía sexual representa el 69,9% del total de infectados. El 64,9 % de las personas VIH positivas que adquirieron la enfermedad por vía sexual lo hicieron en relaciones heterosexuales.

Está probado que los preservativos o condones son eficaces en prevenir el contagio cuando se usan en forma adecuada, en todas las relaciones sexuales. Basados en estudios en parejas discordantes (uno VIH positivo y el otro negativo) se encontró que los preservativos tienen una efectividad del 90%. Es decir que en cada relación sexual disminuyen el riesgo de contagio en un 90%. La mayoría de las fallas no son debidas a permeación del látex, sino a rotura o a salida del condón. Esto a su vez está vinculado al uso incorrecto. La probabilidad de rotura también aumenta si se usan luego de pasada la fecha de vencimiento o si estuvieron expuestos a calor excesivo.

¿Puede el virus pasar a través del látex? Los preservativos proveen de una barrera impermeable al virus y al esperma que bloquea el pasaje de microorganismos aún más pequeños que el virus de la inmunodeficiencia humana. Además, antes de ser vendidos pasan por pruebas de detección de fallas o perforaciones.

¿La promoción del uso de preservativos promueve el comienzo más temprano de las relaciones sexuales o un mayor número de parejas? Desde comienzos de los años noventa se han realizado numerosas investigaciones que mostraron que la educación sexual y el acceso a los preservativos no llevan a los jóvenes a iniciar su sexualidad más tempranamente ni a tener más parejas sexuales.

El uso del condón es más efectivo cuando es parte de una práctica sexual más segura, lo cual implica la disminución del número de parejas.

La vía sanguínea se da de tres posibles formas: a) en los adictos a drogas intravenosas al compartir la jeringa, b) al recibir transfusiones de sangre o hemoderivados (pacientes con anemia, enfermedades crónicas, accidentados, hemofílicos, etc.), c) el personal de salud en forma accidental por ejemplo al pincharse con agujas contaminadas.

En Uruguay la vía sanguínea da cuenta del 20,8 % de los pacientes VIH positivos. Dentro de los cuales predominan francamente los adictos a drogas intravenosas con el 98,7%.

Los Bancos de sangre de nuestro país toman varias medidas para evitar la transmisión a través de las transfusiones: cuestionario a los donantes de sangre para detectar aquellos con riesgo de enfermedades transmisibles, promover la donación voluntaria y estudio para detección de VIH a toda la sangre donada.

La transmisión del virus de la madre al niño puede darse durante el embarazo, durante el parto o durante el amamantamiento. El parto es el momento en el que ocurre la mayor parte de los contagios. Afortunadamente existen tratamientos que disminuyen drásticamente el contagio de la madre al niño. La probabilidad de contagio sin tratamiento es cerca de 20 a 28%; con tratamiento baja a menos de un 2%. El tratamiento consiste en medicamentos antivirales durante el embarazo, cesárea en lugar de parto vaginal y no amamantar al bebé. Los datos del MSP muestran que la transmisión perinatal dio cuenta de un 3,8 % de los casos de SIDA (86 niños) y el 1,6% de los infectados en el período 1983-2003.

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