La NASA inicia otra aventura espacial: la exploración de Mercurio

Cabo Cañaberal (Florida, EEUU) - Ícaro pereció cuando se acercó tanto al Sol que se derritieron sus alas de cera, pero como a la NASA no le preocupan las mitologías se prepara para su aventura espacial más ambiciosa hasta ahora: una misión a Mercurio.

La nave espacial Messenger, que se lanzará el 2 de agosto, será sometida a temperaturas de hasta 370 grados centígrados cuando circunde el diminuto planeta más cercano al Sol, tan cerca que equivale a recibir el calor de once soles.

Notablemente, lo único que se interpondrá entre el instrumental científico de la sonda y el calor extremo del exterior será un acolchado de cerámica confeccionado a mano de apenas 0.65 centímetros de espesor.

"Si no se queda contra el Sol, se freirá todo", dijo Neal Bachtell, técnico mecánico y experto en el acolchado térmico.

Bachtel usó cuchillas X-Acto para cortar la tela 3M Nextel y luego

aprovechando consejos de costura de su madre usó una máquina industrial para coser entre sí los cuadriculados blancos en el acolchado de 2,75 x 2,45 metros con hebras de fibra de vidrio revestidas en Teflon. Fue una tarea más bien insalubre porque las fibras de cerámica se deshilachan y su inhalación es dañina.

"Neal, muchacho, estás haciendo historia", le dijo Jack Ercol, el ingeniero termal jefe del proyecto.

Messenger será la primera nave espacial en órbita en torno de Mercurio y la primera en más de 30 años que se aproxime al primer planeta. Aun así, los miembros del equipo espacial de la Universidad John Hopkins reunidos en Cabo Cañaveral admiten que su misión no puede competir con Marte y sus sondas exploradoras, ni tampoco con Saturno ni su nuevo observador, Cassini.

Pero esta misión tiene muchos aspectos interesantes además de un protector solar que se asó durante días en experimentos en tierra.

Por empezar están las alas solares mellizas del Messenger, compuestas por un par de miles de espejuelos para reflejar la intensa radiación solar en las proximidades de Mercurio. Las alas tienen espejos en dos tercios de su superficie y el tercio restante contiene células solares productoras de electricidad.

Tubos térmicos de diodo incrustados en la sonda aislada irradiarán calor interno. Cuando el Messenger pase entre el Sol y Mercurio en una zona realmente tórrida no demasiado a menudo ni por demasiado tiempo estos tubos se cerrarán y la espacionave semejará a una casa con todas las ventanas cerradas en una tarde agobiante de calor.

"Básicamente es un termos", explicó Ercol. "Estamos encarando una misión brutal en lo que respecta al Sol y también de la órbita porque el planeta mismo es muy caluroso".

Aunque Mercurio está a 80 millones de kilómetros de la Tierra en su mayor aproximación, Messenger viajará 8.000 millones de kilómetros para llegar a destino. Tecnológicamente no es factible volar en línea recta hacia Mercurio, lo que sería un viaje de unos pocos meses, y por eso la nave debe hacer una circunvalación en órbita terrestre, pasar dos veces por Venus y tres por Mercurio hasta desacelerar lo suficiente como para entrar en órbita alrededor de Mercurio. Se calcula que llegará en marzo del 2011.

Mariner 10 fue el último observador de Mercurio. Equipado con una sombrilla, pasó cerca de Mercurio tres veces en 1974 y 1975 para suministrar las primeras fotografías en primer plano del planeta. Esas fotos son precarias según la tecnología actual; las del Messenger serán muy superiores.

La misión Messenger, de 427 millones de dólares, es parte del programa Discovery.

¿Por qué Mercurio? ¿Y por qué ahora?

La tecnología para diseñar una nave espacial capaz de soportar tanto calor por períodos prolongados se desarrolló muy recientemente. Y con modelos de computadoras, los ingenieros tuvieron que concebir una trayectoria de la nave espacial para neutralizar todo lo posible el calor durante el año en que el Messenger orbitará Mercurio recopilando datos.

Es un año terrestre de estudio. El año de Mercurio dura 88 días terrestres.

Mercurio está a un promedio de 58 millones de kilómetros del Sol, en torno del cual hace un veloz giro elíptico. La Tierra está a 150 millones de kilómetros del Sol y tarda cuatro veces más en circundarlo.

En este ambiente de extremos, la temperatura de superficie experimenta una tremenda variación de más de 600 grados centígrados entre el día y la noche, desde 425 grados hasta 185 bajo cero.

El planeta es ligeramente mayor que la Luna pero tan denso como la Tierra. Los científicos quieren saber por qué es como es y si en los polos contiene hielo. Todo lo que puedan descubrir acerca de su formación arrojará luz sobre los orígenes de los otros planetas internos del sistema solar, Venus, la Tierra y Marte, tan distintos entre sí.

Una vez que la misión haya completado su cometido en el 2012, el Messenger seguirá en órbita alrededor de Mercurio hasta que algún día se estrellará sobre su superficie.

AP

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