La calidad de los ámbitos ofrecidos y también la calidad humana de quienes lo conducen, hacen que este residencial para la tercera edad sea algo muy alejado de lo habitual. Ubicado en Carrasco, a media cuadra de la playa, aprovechando la magnífica estructura de una casona luminosa, con jardín y piscina, así como espacios amplios de uso privado y de uso común, "Carpe Diem" es fuera de serie.

Sentados en una sala adyacente a la burbujeante piscina, mientras los rayos oblicuos del sol tardío hacen brillar las aguas, Julio Aguiar, director del emprendimiento, junto a su esposa Patricia Tarigo (co directora) y su hija Mariana Aguiar, explican sus motivaciones. Y vale la pena escucharlos porque hay en ellas toda una filosofía de vida, resumida en "Carpe Diem" ("disfruta el momento").

Una filosofía. Aguiar dice que "la idea es brindar un espacio para el autoválido de tercera edad, para que pueda disfrutar de la piscina, la playa, un cercano club... Gente que si bien con la edad va teniendo sus pequeñas ‘nanas’, puede hallar un espacio aquí".

Patricia Tarigo enfatiza que lo que buscan ofrecer es tranquilidad, seguridad, confort, atención personalizada y socialización. "Queremos que la gente recupere su ánimo, que vaya a paseos, que se atiendan sus demandas en aspectos como ser la música que quieran escuchar y hasta buscar la relación del joven con el adulto mayor. Queremos que eso se cultive, que haya un intercambio de la experiencia del adulto mayor respecto del joven, con sus urgencias de hoy".

Llegó el momento. Evidentemente lo que este equipo quiere es que quienes franqueen la puerta de "Carpe Diem" se sientan bien. Algo simple pero que para su concreción necesita un cuidado esmerado en todos los detalles, un "feeling" especial. Patricia Tarigo, ella misma artista plástica, pone acento en que los residentes "nunca serán más de 8 a 12" y que ellos quizás adviertan que "llegó el momento de hacer muchas cosas postergadas, como ser trabajos manuales, artesanías y arte".

Aguiar acota: "Hay una vida para la gente que antes languidecía mirando el mundo exterior detrás de una ventana. Va a venir un grupo de amigas de nuestra hija para materializar el intercambio entre jóvenes y adultos. Adultos que pretendemos que encuentren metas nuevas, que se sigan desarrollando intelectualmente. No se termina la vida al llegar a cierta edad".

Gastronomía. Un recorrido por las flamantes instalaciones resulta ilustrativo respecto a la excelencia de "Carpe Diem". Todo es nuevo, todo es de última generación, pero enmarcado en el buen gusto de una clásica residencia reciclada, con dormitorios que reciben sol de mañana o de tarde, que están dotados de balcones, con baños completos, decorados en tonos agradables. Y considerando que allí mismo se prepararán las comidas, conviene tener en cuenta que la cocinera es egresada de UTU y practicante de medicina. Todo lo cual bajo la supervisión de un médico director técnico que actuará en acuerdo con el doctor personal del residente.

Las opciones de alojamiento son múltiples. En los cuatro dormitorios se puede estar acompañado o bien solicitar cuarto en solitario. Hay asimismo alternativas de estadía total o solamente diurna, o bien por temporada u otros períodos, según la conveniencia del alojado y de su familia.

"Disfruta el momento". Ya sobre la despedida, parados en el jardín del frente, Julio Aguiar enfatiza su credo, al desgranar este pensamiento: "A partir de lo que la persona posee y despliega, en función de sus propios tiempos, lo que ‘Carpe Diem’ intenta lograr es descubrir potencialidades de producción propia, que aumenten la seguridad en sí mismo y eleven la autoestima, proyectándolo a nuevas metas".

"Carpe Diem" está ubicado en Pablo Podestá 1277, a media cuadra de la Rambla República de México. Sus teléfonos son 604 82 72 o bien 099 929 243. Correo electrónico: [email protected]