El hombre herido de bala en la puerta de su casa de La Paloma, dio un testimonio contundente ante la Justicia: El disparo que lo hirió vino de la casa de enfrente, donde el comisario festejaba su cumpleaños.
"Me pegaron un tiro", le dijo Víctor Hernández (27) a su novia. Minutos antes habían escuchado una detonación muy cerca de su casa.
Eran cerca de las 12:30 de la noche del sábado 10 de noviembre. Víctor salió a la puerta y fue herido en un brazo cuando se daba vuelta para volver a su vivienda.
Su novia, M.C. de 36 años, lo arrastró hacia adentro de su casa, tras lo cual salió a los gritos pidiendo socorro. Ni los vecinos, ni los policías, a menos de 50 metros del lugar, salieron a socorrerla.
Fue a golpear la puerta de un vecino que sí les prestó ayuda. A la vivienda llegó una ambulancia y lo trasladaron a la policlínica de La Paloma.
Había pasado una hora desde que le dispararon y ni un solo policía se acercó al lugar para ver qué estaba pasando, según el relato del abogado del herido, Felipe González.
"Recién cuando ellos estaban en la policlínica de La Paloma llegó un policía, pero no prestaron declaraciones porque era de la misma comisaría".
Hernández fue derivado a Rocha, donde su novia prestó las primeras declaraciones a la Policía, sobre las 6 de la mañana, y una vez en Montevideo, el lunes de noche, la mujer fue indagada por la Justicia.
El martes, el herido declaró ante el juez penal de Montevideo Eduardo Pereira, quien actuó en carácter de comisionado. Las declaraciones coincidieron con las hechas por su pareja y con contundencia expresó que "el disparo provino de la casa del comisario".
El abogado señaló también que Hernández "vio el fogonazo y luego se sintió herido". "Por eso mismo se dio cuenta que se trataba de un tiro, según lo que el mismo dijo a la Justicia", indicó González.
También se señaló la particularidad que, a la hora que le dispararon a Hernández, en la comisaría de La Paloma había un solo policía trabajando.
"Esto fue constatado por la madre de Hernández", señaló el abogado.
HERIDA. La bala que hirió a Hernández, le ingresó por el brazo, salió, volvió a ingresar debajo de la costilla y quedó alojada entre la médula y el esófago.
El hombre debió ser operado del corazón ya que le quedó un coágulo cerca. Además, debieron drenarle un pulmón, donde tenía alojados dos litros de sangre.
A pesar de estos hechos, Hernández nunca perdió la conciencia y tuvo conocimiento de todo lo que pasaba a su alrededor, según manifestó el propio abogado.
González señaló que ya está fuera de peligro, pero no podrá caminar, por lo menos hasta dentro de diez meses.
"Víctor trabaja como albañil y tenía muchos trabajos cerrados para la temporada que ahora, evidentemente no podrá hacer", sostuvo el abogado.
El hombre se encuentra internado en el 7° piso del Hospital de Clínicas, en intermedio, luego de pasar las primeras 48 horas en CTI, mientras evolucionaba de las cirugías que se le practicaron. "Esta bien, pero no quiere hablar del tema", señaló el jurista.
A pesar de los esfuerzos médicos, la bala no pudo ser extraída del cuerpo del herido.
"Esto conlleva un riesgo, porque el proyectil está alojado muy cerca de la médula", señalo el abogado.
González considera fundamental para establecer la culpabilidad de los policías que estaban en la fiesta, el informe de balística. "Esto puede determinar fehacientemente si la bala salió de un arma policial y de quién era esa arma", señaló.
El lunes, cercano a las 14 horas, se realizó una inspección judicial del lugar de los hechos. Allí estuvieron el juez de la causa, Gerardo Fogliacco, la fiscal Gabriela Sierra y los abogados de ambas partes.
"Allí se realizó una pericia técnica, se ingresó a la casa de Hernández. Ahí se pudo establecer que, desde ese lugar se ve cierta parte de la barbacoa, que da al fondo de la casa del funcionario policial", estableció González.
Además indicó que la Justicia ya indagó a 15 personas, tres policías y los integrantes del plantel de un equipo de fútbol de salón quienes también estaba en la fiesta. "Sin embargo no sé qué declararon porque el expediente no está abierto al denunciante en etapa de presumario", dijo González.
Tampoco se descarta algún tipo de acción civil, pero eso, según el propio abogado, va a depender del fallo de la Justicia Penal.
FIESTAS. Varios vecinos hablaron en diversas entrevistas realizadas para radios y televisión y confirmaron que las fiestas en la casa del comisario eran comunes y se daban todos los sábados.
Solamente un vecino de la zona, habló con El País, pero manteniendo su nombre en el anonimato y confirmó esta versión. "De tarde estuvieron en un almacén y compraron al- cohol, porque era el cumpleaños del comisario", sostuvo.
Desde el ministerio del Interior, se confirmó que, paralelo al trabajo de la Justicia, se realizará una investigación a cargo de la división Asuntos Internos.
"Es muy buen vecino"
ROCHA | EDUARDO GONZÁLEZ
Según su propio abogado Víctor Hernández es "muy buen vecino y un laburante. Dejo de lado lo profesional, esta apreciación es puramente personal. Lo conozco desde chico, hemos jugado al fútbol juntos. Se trata de una persona que no tiene ningún problema, no tiene deudas, siempre fue muy querido en la zona", señaló González. "El chusmerío lo quiso involucrar en algo en lo que no tenía nada que ver con este incidente y los hechos fueron tal como los conté", señaló el abogado, que también es oriundo de La Paloma.