Jamás imaginaron sus padres, Daniel y Yolanda, que el primer aniversario de su hijo Ismael Bonilla sería en Buenos Aires y rodeado de una importante exposición mediática. Si bien el motivo de esta popularidad no fue en absoluto grato, el buen desenlace ameritó que esta familia del barrio montevideano de Gruta de Lourdes viviera un auténtico cumpleaños feliz.
El viernes 16 de setiembre, Ismael cumplió su primer año de vida acompañado por sus padres, periodistas locales, enfermeros del Hospital Italiano de la capital argentina y muchos desconocidos que se acercaron a saludarlo. El 5 de ese mes, le había sido realizado un trasplante de hígado en ese centro asistencial. Era la segunda intervención de esas características que se le practicaba en quince días.
Hoy se está recuperando de la compleja operación, la que fue posible gracias al aporte del Fondo Nacional de Recursos (FNR). Su madre, Yolanda Nicolet (23), dijo a El País que "el peligro ya pasó". Sin embargo, aún está internado en la sala de cuidados intensivos del Hospital Italiano. El padre Daniel Bonilla (29), señaló que eso se debe "a unos picos de fiebre que hasta ahora le han impedido recibir el alta y que pase a control ambulatorio". Esta situación, aclaró, era previsible que ocurriera en el posoperatorio según le expresaron los médicos, quienes les confirmaron la evolución muy favorable del paciente.
FELICIDAD. "Vos lo ves y no parece que le hubieran operado", dijo papá Daniel. Lo cierto es que el bebé sufría una colestasis intrahepática, que en su caso ameritaba una urgente intervención quirúrgica. El primer transplante de hígado se le practicó a mediados de agosto, pero el pequeño organismo de Ismael lo rechazó. Sus padres hicieron un llamado urgente y desesperado en busca de un nuevo donante a través de la prensa argentina. Fue ahí que el chico concitó la atención y la preocupación de todos. Afortunadamente, evolucionó favorablemente de una segunda cirugía.
"No le daban las manos para tanto regalo, le brillaban los ojitos", dijo mamá Yolanda. La habitación del Hospital Italiano se llenó de obsequios el pasado viernes. De toda la ropa y juguetes, el preferido de Ismael fue una muñequera con sonajero incluido.
En breve, Daniel Bonilla deberá regresar a su trabajo en una fábrica de plásticos, empleo al que no va desde el 2 de mayo, cuando la familia se instaló en Buenos Aires buscando la salud de su hijo. Esto ocurrirá cuando Ismael pase a control ambulatorio y sea alojado con su madre en la Casa McDonald’s del Hospital Italiano, que recibe a familiares de quienes deben hacerse un tratamiento prolongado. Tanto la estadía como la actuación médica fue solventada por el FNR.
Al tiempo que Daniel vuelva a Montevideo, viajarán a Buenos Aires la abuela y el otro pequeño de la familia, Nicolás. Este último, de solo cinco años, no ve la hora de reencontrarse con su madre y hermano.