Eduardo Barreneche
La construcción de un túnel o de un viaducto son las alternativas que maneja la Intendencia de Montevideo para solucionar el problema de circulación en el nudo vial que forma la intersección de 8 de Octubre, Luis Alberto de Herrera y Centenario.
Por esas esquinas se desplazan hasta 2.000 autos por hora en los momentos de mayor tráfico.
Según estudios realizados por la Dirección de Tránsito y Transporte del municipio, el problema se agrava en los horarios de ingreso y egreso de los trabajos en el Centro y Ciudad Vieja. "En este momento, no es sostenible ese cruce desde el punto de vista del tránsito. Allí no podemos realizar una canalización o una semaforización, porque es una solución que durará sólo dos años. Luego retornara el problema", dijo a El País el asesor de la Dirección de Tránsito de la comuna, Jorge Setelich.
Los planes de la comuna para el lugar plantean la posibilidad de crear un viaducto similar al existente en Paso Molino o un túnel que podría imitar el de 8 de Octubre y Bulevar Artigas. Además, incluyen reforzar calles de la zona para que el tráfico se desplace por ellas. Estas son: Juan Jacobo Rousseau, Juan Antonio Cabrera, Osvaldo Cruz y Urquiza, entre otras. Setelich dijo que el intendente Ricardo Ehrlich y otros integrantes del gabinete ya conocen los detalles de esas obras viales planificadas por la Dirección de Tránsito.
La construcción de una solución para esas esquinas conflictivas se enmarca dentro del Plan de Movilidad Urbana, dijo.
Una consultora japonesa comenzará dentro de pocos días una encuesta en 3.000 hogares para conocer los hábitos de consumo del transporte por parte de los montevideanos.
Con los resultados de ese trabajo, los técnicos municipales diseñarán el Plan de Movilidad Urbana que prevé, además de las mejoras en la esquina de 8 de Octubre y Centenario, un ensanche de las principales avenidas. También se reforzará el pavimento de esas arterias, ya que serán utilizadas exclusivamente por el transporte de pasajeros. El Plan de Movilidad también incluye la construcción de cuatro terminales barriales de pasajeros y una zonificación de la ciudad para el ingreso del transporte de carga.
SEMÁFOROS. Tras detectar que en la mañana de los días hábiles unos 3.000 autos por hora circulan entre el anexo y el Palacio Legislativo, el municipio analiza instalar allí semáforos para ordenar el tránsito.
"Es que en la Avenida de las Leyes confluye el tráfico de cuatro arterias: General Flores, Agraciada, Millán y San Martín", señaló Setelich.
Al finalizar el horario laboral, el problema de circulación se repite pero en el lado Oeste del Palacio Legislativo. Los autos se desplazan por Avenida Libertador o Yaguarón rumbo a los barrios periféricos generando un "conflicto" al finalizar la avenida Fernández Crespo y Hocquart, afirmó.
Setelich dijo que inspectores municipales se instalarán en los próximos días para guiar el tránsito y luego realizarán un informe sobre las medidas que deberá adoptar la Intendencia.
Las hipótesis que maneja la Dirección de Tránsito de la IMM para esa zona son dos: instalar semáforos en la Avenida de las Leyes o canalizar el tránsito de otra manera. La hipótesis que cuenta con mayor fuerza en la Dirección de Tránsito municipal es la colocación de semáforos en la circunvalación del Palacio Legislativo.
El monumento a Luis Batlle Berres, situado frente al Edificio Libertad, también se transformó en otro "punto conflictivo" del tránsito montevideano, según Setelich. Allí convergen Luis Alberto de Herrera, Bulevar Artigas y José Pedro Varela.
Pese a que los estudios técnicos viales del lugar aún no finalizaron, ya se manejan soluciones como la modificación del tránsito de la zona, la creación de rotondas y la instalación de semáforos.
Tarjetas inteligentes
El Plan de Movilidad Urbana de la IMM prevé la instalación de máquinas lectoras de tarjetas encima de los ómnibus. Estimaciones realizadas por el municipio dan que el sistema estará operativo a fin de año. Un millón de tarjetas serán usadas por estudiantes y jubilados en una primera etapa.
Las máquinas lectoras de tarjetas de pago serán colocadas en 1.600 ómnibus de la capital y del área metropolitana.
Las empresas de ómnibus deberán invertir U$S 6.000.000 en equipos informáticos.
El Plan de Movilidad Urbana de la Intendencia será financiado por un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo de U$S 120 millones.