FatLab: la moda de fabricar tú mismo

| Tomás Diez integra el equipo del Fab Lab de Barcelona, un centro de creación equipado con herramientas de producción digital, que es parte de la red mundial de Fab Labs.

¿Cuál es el objetivo?

El objetivo principal de los Fab Labs es democratizar el acceso a nuevos modos de producción, no solamente digital sino de forma física, a través del uso de máquinas de fabricación digital. Más importante aún es la consolidación de una red mundial conectada a través de Internet, que comparte conocimiento y procesos, lo cual permite que los diferentes proyectos y la investigación que se desarrolla sea accesible y abierta.

¿Qué se hace?

El rango de proyectos es extenso; se pueden ilustrar con ejemplos. En Afganistán se desarrolló un sistema de Internet inalámbrico basado en antenas de bajo costo. En Amsterdam se hacen proyectos de diseño como mesas de futbolito o guitarras eléctricas; pero más interesante aún es el proyecto de prótesis que desarrollan en colaboración con el Fab Lab en Indonesia. En Lima se hacen proyectos que mezclan la artesanía nativa con los métodos de fabricación. Por eso, la red es cada vez más amplia y se están generando cosas increíbles, entre ellas el diseño y la producción de las máquinas.

¿Qué se precisa para armar uno?

El acceso público es esencial. Luego hay que aceptar seguir un protocolo llamado Fab Charter. Los Fab Labs cuentan con herramientas y procesos especiales que permiten compartir conocimiento. Existe un estándar internacional y una lista básica de equipos. Además, hay que participar en una reunión anual internacional llamada la Fab Academy.

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