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Falleció Ricardo Espalter, un cómico grande y serio

Duelo. Recordado por Toto Paniagua, Marieta y Pinchinatti

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JORGE ABBONDANZA

A los 82 años murió ayer en el hospital Mautone de Maldonado el actor Ricardo Espalter, uno de los comediantes más queridos de la televisión de Uruguay y Argentina y protagonista de una generación que hizo historia con humor.

Cuando era joven y flaco, Ricardo Espalter había integrado las huestes independientes de La Máscara y sobre todo de Club de Teatro, pero ese rastro de la década del 50 es un recuerdo lejano cuando se evoca su dilatada carrera ahora que el actor murió, a los 82 años (había nacido en Montevideo en abril de 1924), dejando en este mundo la huella de un prestigio y una popularidad que fueron creciendo con el paso del tiempo.

En las épocas de oro, Espalter surgió como un talento dotado de intuición y autoridad, rasgos que lo acompañaron desde sus comienzos teatrales ("Si el asesino fuera inocente") con un papel de singular destaque en "Santa Juana" de Bernard Shaw, junto a Dahd Sfeir.

En esa etapa trabajó intensamente, como era habitual en el ajetreado movimiento independiente de la escena montevideana (lo dirigieron entre otros Estruch, Otermin, Musitelli y Ruegger), pero también pasó al cine en una época en que la pantalla uruguaya casi no existía.

Su histrionismo le valió para figurar en "La raya amarilla" del autor Carlos Maggi, que era una excelente comedia, aunque también para pegar el salto a la televisión.

En los estudios televisivos, su ya notoria aptitud para el género dramático dejó paso a un instinto para el buen humor que sería la clave triunfal en el resto de su trayectoria.

Su silueta formó parte de una oleada de cómicos que también integraron Andrés Redondo, Eduardo D`Angelo, Ricardo Almada y Julio Frade, y que conquistó un inusitado apego del público transitando por todos los canales montevideanos y luego por los cuatro principales de Buenos Aires, ámbito en el que Espalter brilló con programas imborrables como Telecataplum, Jaujarana, Hupumorpo, Decalegrón, Frente a frente, Mediomundo o Comicolor.

QUERIDO Y PREMIADO. En personajes parodiales que podían imitar la sonoridad del idioma ruso, aprender torpemente los modales en la mesa o dialogar en rueda de café con una disparatada distorsión de lo que escuchaba a su alrededor, Espalter se convirtió en una estrella rioplatense que llegaría a obtener no sólo caudalosos elogios de la crítica, no sólo la admiración (y el regocijo) de la audiencia, sino además una hilera de premios. Entre estos se incluyen el Ariel, el Martín Fierro, el Obelisco y el Círculo de Plata de la ciudad de Rosario, o el Tabaré uruguayo.

En 1981 le otorgaron en Buenos Aires el premio Konex como "una de las cinco mejores figuras de la historia del espectáculo argentino en radio y televisión".

En décadas recientes su carrera en cine se cerró con un papel de primera línea en "El dirigible" (1994, dirigida por Pablo Dotta) y volvió ocasionalmente al teatro, donde se recuerda una última labor en "Desayuno en Manhattan" al lado de Beatriz Massons.

Pero el enorme arco de trabajos de Espalter comprendió asimismo otras actividades artísticas en Venezuela, en Cuba y hasta en Estados Unidos.

Ya van quedando pocos contemporáneos de aquellas etapas heroicas de las tablas y la pantalla chica, pero la desaparición de Espalter es una pérdida mayor, impone una nota de tristeza a los viejos espectadores que tienen presente su maestría y parece alejar aún más un período de apogeo que impedirá olvidarlo.

El velatorio se realiza desde la madrugada en la casa Abbate, Tomás Basáñez 1277 (frente al Cementerio del Buceo).

Teatro, cine y televisión en Uruguay y Argentina

De adolescente, Espalter fue funcionario de UTE. Su debut artístico fue en 1944 en una revista, "Boys and Girls", pero no tuvo una trayectoria estable hasta fines de los `50, cuando encaró las tablas con decisión como actor dramático y, luego, en la televisión se destacó como comediante. En los primeros "Telecataplum" se empezó a forjar un nombre y una fama que paseó por los estudios de televisión de Montevideo, Buenos Aires y Santiago de Chile. También actuó en comedias argentinas y en películas uruguayas de los `90 como "El dirigible" y "Gardel, ecos del silencio". Hace 10 años, editorial Planeta lanzó "El comediante. La biografía imposible de Ricardo Espalter", de Franklin Rodríguez y Ana Inés Bistiancic.

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