En busca de 817 personas desaparecidas

GUSTAVO TRINIDAD

El Departamento de Registro y Búsqueda de Personas Ausentes recibió 1.142 denuncias de personas desaparecidas desde que fue creado, en setiembre de 2004. De ellas hay 817 personas que aún siguen desaparecidas. Montevideo reúne 215 casos de los cuales son 148 niños y adolescentes y 67 son mayores. En el interior se investigan 602 casos, la mayoría concentrados en Canelones y Maldonado.

Diez casos ocurridos en Maldonado y Canelones fueron derivados a Juez debido a la convicción de que se trata de homicidios. Hay indicios de sus autores aunque los cuerpos no hayan sido hallados.

El comisario y psicólogo Robert Parrado, al frente del departamento, explicó a El País el trabajo del departamento: "El abanico de hipótesis que se abre ante cada investigación es casi infinito. El primer paso es solicitar información a más de 40 organismos como Migraciones, Prefectura, hospitales, morgue, etcétera. Luego realizamos las entrevistas con personas del círculo que frecuentaba el desaparecido: amigos, comerciantes, familiares, compañeros de trabajo. Luego elaboramos un perfil que nos ayuda a trazar líneas de acción para iniciar la búsqueda".

Los investigadores se chocan muchas veces con testimonios que resultan erróneos, aunque hayan sido aportados de buena fe.

Mucha gente se presenta a declarar que vio un auto sospechoso, o que le pareció ver que la persona se iba con alguien; tampoco faltan los "videntes" que llegan a colaborar con su sexto sentido.

Por el Departamento de Personas Ausentes pasó el caso de una persona que se fue del país por deudas y luego apareció en Argentina; de otra que se dedicó a la prostitución abandonando su vida anterior; el un anciano que antes de ser operado huyó hacia su pueblo natal en Paysandú; el de un joven que se fue a los 17 años a Brasil y lo hallaron ya casado a los 20.

Entre otras circunstancias, hay casos de personas que habían fallecido pero no llevaban documentos de identidad. La lista puede presentar todas las variantes imaginables.

Una investigación curiosa fue la del paradero de una persona que se fue de casa atravesando un proceso de "búsqueda de identidad". En este caso, no sin paradoja, se da el hecho de que los policías salieron a buscar a quién pretendía encontrarse a sí mismo.

Cuando se realizó el festival Pilsen Rock el Departamento de Personas Ausentes recibió 11 denuncias de desapariciones de jóvenes que aparecieron luego del fin de semana largo que ocupó el recital.

MISTERIOS. "En Uruguay no se registran casos de robo de niños ni cosas por el estilo. Lo que sí pensamos que puede darse es un otorgamiento en tenencia con una compra solapada, lo que es muy difícil de probar", expresó Parrado.

Encima de su escritorio Parrado tiene carpetas de casos que no terminaron en anécdotas y que todavía son un misterio. Uno de ellos es el del niño Juan Ignacio Pertusatti, de 11 años, cuya desaparición ocurrió en Puntas de Manga el 23 de noviembre de 2003.

También el de Ana Karen Daniela Martínez Valdez de 8 años que desapareció en Rivera en el año 1997.

Pertusatti desapareció cuando se dirigía a hacer un mandado a un almacén cercano a su casa ubicada en la calle Carlos Liscano en una humilde zona.

Desde que el niño desapareció se organizaron dos marchas reclamando la verdad en un silencio más que elocuente del dolor que vive su familia.

Este punto también está contemplado por el Departamento de Búsqueda de Personas Ausentes. "Lo llamamos Espacio de Reflexión y Apoyo para Familiares. Son instancias tremendamente delicadas donde las personas se cuestionan su propia existencia".

PERFILES. Con el perfil de la persona desaparecida los investigadores elaboran una línea de acción que es fundamental para encaminar la búsqueda. Cuando el perfil arroja algunos datos fuertes la ausencia puede ser aclarada en cuestión de horas. "Tuvimos un caso en que la joven era fanática de la cumbia y entonces jugamos una carta y fuimos al programa de Omar Gutiérrez con su hermana, que le pidió que se comunicara y al otro día lo hizo", cuenta Parrado.

Los investigadores se mueven a ciegas pero en una línea, en un dato, puede estar la revelación. "Ahora vamos a firmar un convenio con el Clearing de Informes porque nos ha pasado que una persona buscada saca un crédito y allí aparece su dirección actual. De la misma forma impulsamos el borrador de un Proyecto de Ley para que se modifique el sistema de cremación de personas no identificadas; ahora es de tres años y queremos que sea de seis".

Se trata de que los policías tengan mayor margen de tiempo para buscar. De la misma forma tratarán de que se guarden las prendas de estas personas porque pueden ser de una gran ayuda a la hora de identificarlas.

Para denunciar la desaparición de una persona se puede dirigir al Departamento de Registro y Búsqueda de Personas Ausentes.

Está ubicado en Uruguay 972. Sus teléfonos son 9086515. 9017809. Por e mail se puede comunicar a la dirección: personas ausentes@hotmail.com a falta de una base de datos concreta. Del particular, existe un análisis del Ministerio de Turismo pero de visitantes del exterior por tanto "carezco de elementos para una comparación" señaló.

En muchos casos las personas se fueron y no quieren volver, ni volver a ver a sus familiares. "Entonces les hacemos firmar un papel y se lo llevamos a la familia. Ya el problema deja de ser nuestro", explica Parrado quien aclara que el Departamento no es "gente que busca gente".

"Trabajamos ante la ausencia de alguien cuyo caso puede estar generando peligro para esta persona. No actuamos porque alguien quiere encontrar a su primo que no ve hace 20 años", indicó el psicólogo. Un hombre que estaba ausente desde hacía un año fue hallado porque contrató la luz de UTE a su nombre en el departamento de Treinta y Tres. "Cuando lo ubicamos después de meses de trabajo nos dijo: no sabía que me estaban buscando, si yo no estaba nunca en la casa de mi tía", contó Parrado.

Con ese diálogo tan simple, casi anodino, puede terminar una labor que fue exhaustiva para los investigadores.

Una iniciativa de familias preocupadas

El Departamento de Registro y Búsqueda de Personas ausentes nació por la inquietud de cinco familias de Maldonado y Montevideo que se entrevistaron con el entonces ministro del Interior, Daniel Borrelli, solicitando que sus casos denunciados tuvieran una atención especial más allá de la mera denuncia en la seccional. Borrelli le entregó los casos al comisario y psicólogo Robert Parrado en forma extraoficial. Parrado comenzó a ver los expedientes y comprobó que este tipo de casos merecen una investigación especial.

Así nació el departamento, que se formalizó el 20 de setiembre de 2004. "Me di cuenta que en la operativa de investigación y en el organigrama policial había una laguna en este sentido", comenta Parrado.

El equipo dedicado a estas tareas está conformado por 10 personas, que siempre están desbordadas por la cantidad de trabajo que demanda cada investigación.

Niño sin apoyo de su familia

La desaparición del niño Carlos Barberini (7) de su hogar de Reducto durante dos días mostró la precariedad en la que viven algunos menores provenientes de hogares desintegrados.

"Lo que le ocurrió a ese chico era algo que se presentía. Andaba muy solo. Por suerte la historia tuvo un final feliz", dijo la propietaria de un comercio donde el pequeño concurre en forma asidua a pedir monedas.

El niño vive con su abuela, Mary Laina (56) y un hermano de 8 años. Su padre, Leonardo Barberini (29) no reside con la familia. La madre falleció hace dos años de un ataque de epilepsia. Mientras que su hermano mayor, de 10 años, se fue a vivir en la casa de un tío.

La familia se sostiene con el trabajo que realiza el padre en una granja de Lezica.

Según los vecinos, los tres hermanos, cuyas edades oscilan entre 7 y 10 años, piden monedas hasta la madrugada en cuatro lugares: el carro de chorizos "Titanic", el kiosco "Ana Paula", la Estación Ancap y el cibercafé "PC’s en Red". Esos comercios se encuentran por Bulevar Artigas y Burgues.

"No son los típicos niños de la calle. Los Barberini están limpios y son educados. Pero se nota que tienen mucha hambre", explicó.

El viernes 25, una adolescente en situación de calle, Ana Lía, entregó al menor a agentes de la Seccional 7ma., cuando supo que lo estaban buscando. "Yo solo quería algo de compañía", explicó a los policías.

Pistas

En este tipo de investigaciones, como en otras, "el tiempo que pasa es la verdad que huye". Esto no descarta que, aun luego de varios años, surja un dato que logra ubicar a la persona de inmediato. Personal del departamento está analizando pistas vinculadas al caso de Juan Ignacio Pertusatti. La semana pasada se cumplieron dos años desde que salió a hacer un mandado y no lo volvieron a ver. Sin embargo, lejos de ser archivado, en el caso han surgido elementos nuevos que podrían ayudar a que la investigación avance.

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