El 19% de mujeres mayores de 70 sufre fracturas de vértebra

Salud. Aconsejan comentar dolores al médico para ayudar al diagnóstico

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Una amiga de 80 años levantaba la esquina del colchón cuando, literalmente, se rompió la espalda. Las fracturas vertebrales afectan a una de cada cinco mujeres mayores de 70 años en Uruguay y a una de cada cuatro en Estados Unidos.

Lo que sufrió mi amiga fue una fractura vertebral: una compresión o aplastamiento de la parte frontal de una vértebra, uno de los 33 huesos que forman la columna. Esa lesión menoscaba al 19% de las mujeres uruguayas mayores de 70 años, según estimó Óscar Carreras, director del Centro de Deformidades de Columna del Uruguay.

Este tipo de problemas está asociado a los cambios en el metabolismo producidos durante la menopausia. "El nivel hormonal disminuye y provoca pérdida de calcio. Entonces hay que indicar medicación que permita sustituir la pérdida", dijo el traumatólogo, encargado del Servicio de Columna del Hospital Británico.

Si bien el riesgo de sufrir fracturas de vértebras aumenta entorno a los 50 años, cuando las mujeres ingresan en la menopausia, se hace más evidente entre las mujeres de edad avanzada.

La debilidad ósea causada por un descenso en el nivel de calcio se conoce como osteopenia. Se trata de un grado de desgaste en los huesos que no llega a ser osteoporosis pero sí puede facilitar las lesiones.

MEDIO MILLÓN. En Estados Unidos, las fracturas vertebrales representan la mitad del millón y medio de fracturas asociadas a la pérdida de masa ósea. Se estima que afectan a la cuarta parte de las mujeres posmenopáusicas.

A los 80 años, dos de cada cinco mujeres estadounidenses han sufrido una o más fracturas de este tipo. Y arrastran dolores crónicos de espalda y ven disminuida notoriamente su calidad de vida.

Por otra parte, las fracturas vertebrales múltiples - 20% a 30% de los casos en Estados Unidos- dan como resultado una postura encorvada, condición conocida como cifosis que incide sobre la respiración y comprime el abdomen, dando origen a un estómago protuberante con capacidad limitada.

Pero, aunque las fracturas vertebrales son una señal reveladora de pérdida ósea, la mayoría de quienes las padecen no son conscientes del problema y no reciben tratamiento para prevenir fracturas ulteriores en vértebras, caderas o muñecas, los huesos con mayores probabilidades de romperse bajo una tensión menor cuando están debilitados.

Un importante estudio estadounidense concluyó que una fractura vertebral eleva en cinco veces el riesgo de más fracturas vertebrales en apenas un año. Sin embargo, si es diagnosticada y atendida de manera apropiada, el riesgo se reduce por la mitad o más, incluso en relación a las fracturas de cadera.

"La mayoría de las fracturas vertebrales no captan la atención de los médicos en el momento que ocurren``, escribieron los investigadores Kristine Ensrud y John T. Schousboe en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra. Una de las razones es que el dolor puede ser mínimo al principio o, si es más severo, se atribuye a una torcedura que podría ir disminuyendo con las semanas.

De hecho, los pacientes o sus médicos toman conciencia de estas fracturas en apenas un cuarto a un tercio de las veces que son descubiertas en placas de rayos X. "Quizá el paciente haya sido sometido a rayos X para descartar una neumonía, por ejemplo, pero la atención del médico estaba puesta en la causa por la que ordenó la prueba, entonces pasó por alto una fractura vertebral``, comentó Ensrud en una entrevista. "Los médicos necesitan ser más conscientes de este problema, y quizá los pacientes deberían pedir que les muestren el informe``.

Carreras, por su parte, indicó que algunas mujeres mayores subestiman el dolor y cuando se les realiza una placa las fracturas vertebrales salen a la luz. Esto se da sobre todo en mujeres que tienen un gran desgaste óseo y han visto disminuida la cantidad de hueso que tiene la vértebra, comentó el especialista.

En estas personas acciones tan cotidianas como toser, estornudar, darse vuelta en la cama o salir de una ducha puede causarles una lesión. Levantan algo pesado, tropezar o resbalar de una silla también puede volverse peligroso.

"Muchas de las veces, la gente no recuerda el incidente``, destacó Ensrud, internista y epidemióloga que investiga la osteoporosis en la Universidad de Minnesota y el Centro Médico de Veteranos en Minneapolis. "Simplemente comentan que les ha estado molestando la espalda``.

De manera similar, los pacientes podrían asumir erróneamente que su incomodidad crónica se debe a la artritis o es una consecuencia normal de la edad, y, por eso, no mencionarlo a los médicos.

MEDIDAS. Al principio, una dolorosa fractura vertebral podría ser atendida con un breve período de descanso en cama y medicamentos para el dolor, como un fármaco antiinflamatorio no-esteroide, un narcótico, un parche para el dolor o una inyección o espray nasal de calcitonina. Pero si pasa demasiado tiempo en cama, la debilidad resultante puede incrementar el riesgo de nuevas fracturas.

Llevar una vida activa y evitar la obesidad y el cigarrillo disminuye los riesgos de padecer estas patologías. La toma de conciencia sobre estos aspectos retrasó su aparición entre mujeres posmenopáusicas en Uruguay, explicó Carreras. En cuanto al tabaquismo, precisó que la nicotina favorece el desgaste de los discos de la columna.

Por su parte, Ensrud y Schousboe advirtieron que se deben evitar procedimientos invasivos (vertebroplastía y la cifoplastía) cada vez más comunes en Estados Unidos. En ellos algo similar a un cemento se inyecta en la vértebra comprimida para estabilizarla. Sin embargo, pueden lesionar nervios y provocar fracturas de vértebras adyacentes, pues incrementan la tensión mecánica sobre ellas, dijeron.

Los ejercicios para mejorar la postura, fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la movilidad son menos costosos y tienen probabilidades de ser más efectivos en el largo plazo, escribieron los médicos. También recomiendan evitar inclinarse con las piernas derechas y no realizar estiramientos excesivos. LETICIA COSTA EN BASE A THE NEW YORK TIMES.

CONSEJOS PREVENTIVOS

Cuidar la espalda si está sentado mucho tiempo.

Cuando esté sentado durante largos períodos, coloque una toalla enrollada o una pequeña almohada en la parte baja de su espalda.

Agacharse con cuidado al levantar un objeto. Aprenda a inclinarse desde las caderas y rodillas, no desde la cintura. Empiece con sus pies separados a la altura de sus hombros y trate de mantener la espalda lo más derecha posible.

No hacer abdominales ni intentar llegar a los pies. Para llegar a sus pies (por ejemplo, para atar sus zapatos), siéntese en una silla y cruce un pie a la vez sobre la rodilla opuesta, o párese con un pie en un banco.

Evitar cargar demasiado peso y distribuir la carga

Cuando cargue paquetes, use dos bolsas con asas, distribuya el peso, y lleve una bolsa en cada mano. Si sufrió una fractura reciente no cargue más de cinco kilos.

Proteja bien su espalda cuando tosa o estornude. Apriete sus músculos abdominales y coloque una de sus manos en su espalda o presione su espalda contra una silla para lograr tener apoyo.

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