Más uruguayos con nivel educativo universitario y bachillerato, de acuerdo a los datos del censo 2023

Cayó nuevamente el porcentaje de población que llegó solo a completar Primaria; expertos en educación marcaron diferencias sobre evolución en las últimas décadas en relación con la región.

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Estudiante interactuando con su celular durante una clase.
Estudiante interactuando con su celular durante una clase.
Foto: Pixabay

El Instituto Nacional de Estadística (INE) dio a conocer esta semana nuevos datos sobre el último censo, realizado en 2023, entre ellos sobre el nivel educativo de la población uruguaya. La información que se mostró de manera parcial arrojó que hubo una mejora en el porcentaje de uruguayos que llegaron a los niveles más altos, de educación media y universitaria, mientras que disminuyeron aquellos que alcanzaron solo educación primaria.

La foto que mostró el INE no es total ya que aún restan conocer los microdatos del censo, aunque permiten ver que se mantuvo una tendencia que se observa en los últimos cuatro censos, contemplando el período 1985 - 2023: más porcentaje de uruguayos llegaron a los niveles de educación más altos, sobre todo al nivel universitario, cuya matrícula en un 75% se concentra en la Universidad de la República (Udelar).

La franja de uruguayos que quedaron en nivel de Primaria, el más bajo, volvieron a disminuir, pasando de 34,6% en 2011 —penúltimo censo— a 25,7% en esta última medición. Esto, además, supuso la mayor distancia desde porcentajes tomando en cuenta todos los niveles educativos. Cabe puntualizar que tanto en 1996, como hace 40 años, poco más de la mitad (51,5%) de los ciudadanos locales se había quedado en ese nivel.

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El último censo, publicado por el INE, mostró una evolución de la educación de los uruguayos.
Foto: Fernando Ponzetto

Por el contrario, en los niveles educativos superiores se mostró un nuevo crecimiento. Hace más de una década el 22,4% contaba con estudios de ciclo básico, cuando en la última foto, de 2023, pasó a 24,3%. Mientras que también subió el porcentaje de estudiantes que llegaron a bachillerato, esto es, el último tramo de la educación obligatoria, pasando de 16,9% en 2011 a 19,4% en 2023, casi el doble que en 1996 (10,8%).

A su vez, se registró una nueva suba en el porcentaje de ciudadanos que tienen nivel educativo universitario, el más alto, que pasó de 9,6% en 2011 a 12,6% en la última medición. Y a su vez, la imagen relevada en 2023 representa casi el doble que en 1996 (6,8%) y tres veces más que lo registrado en el censo de 1985 (4%).

De esta forma, bajó la cantidad de uruguayos con estudios solo hasta el nivel de Primaria, y subió tanto en ciclo básico —hasta tercero de liceo o UTU, ahora llamado 9 grado de la Educación Básica Integrada (EBI)—, como en bachillerato —sexto de liceo o UTU—, pero también entre los universitarios, superando el 10% de la población en esa situación. O sea que hay más uruguayos con más preparación educativa que en años anteriores.

No obstante, aún resta información que permitiría tener otra imagen del nivel educativo local. Una de ellas implicaría cruzar estos porcentajes por tramos de edad para observar en qué medida, a igual tramo etario en los distintos años, los jóvenes alcanzan o no mayores niveles educativos, indicó a El País una fuente de la educación.

Diferentes visiones

El consejero nacionalista de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) Juan Gabito dijo consultado por El País que los datos en materia educativa del último censo marcan una “mejoría cuantitativa notoria”, ya que “cada vez menos gente queda solo con Primaria completa y cada vez más llega a los ciclos superiores”.

No obstante, planteó que la “gran interrogante” con los datos relevados por el INE en 2023, que se conocieron de forma parcial recién el 10 de diciembre, es saber si el aumento en la cobertura de los niveles obligatorios “va asociado a una mejora en la calidad educativa”.

Por otro lado, otros dos expertos en educación, Pablo Menese y Pablo Cayota, en diálogo con El País, si bien subrayaron el crecimiento en este tema, indicaron que no hay cambios de magnitudes tan diferentes en los censos de 1985 a esta parte, a diferencia de otros países que han tenido un salto más impotante en el egreso, sobre todo liceal, en el mismo período.

Menese opinó que Uruguay se “rezagó mucho” en relación a países de la región, que tuvieron un “quiebre” en la tendencia décadas atrás, dejando un crecimiento local “vegetativo”. Tomando en cuenta datos del Observatorio del Banco Mundial, de 1980 a esta parte, de la población de 18 a 30 años con acreditación de educación media superior, “pasamos de ser los terceros de arriba abajo, a ser los terceros de abajo a arriba en América Latina”, lamentó.

El docente agregó que el sistema local “expulsa” a los jóvenes en la educación media, lo que impide que terminen bachillerato. Por un lado, porque es “costoso equivocarse” por los “bloqueos” en la navegabilidad entre subsistemas; así como que “te hace elegir demasiado temprano” la vocación en educación media, pensada como un “puente” a la universidad y no “un fin en sí mismo”; y por el “diseño” del régimen de aula que “dificulta bastante” continuar si se es padre o se trabaja.

Cayota puntualizó que en los gobiernos del Frente Amplio el egreso liceal subió 11 puntos porcentuales, y en este período nueve, llegando en 2023 a más de la mitad (51,6%) de los jóvenes de 21 a 23 años que culminaron liceo o UTU, lejos de la meta oficial de 60%. Esto supone una suba a una velocidad “pasmosa”, dijo, que “no es acorde” a las necesidades de crecimiento del país.

Gabito, en tanto, puntualizó que la mejora cuantitativa del egreso en países de la región no necesariamente refleja un mejora cualitativa, ya que al observar las pruebas PISA, que miden los rendimientos de jóvenes de 15 años en Matemáticas, Ciencias y Lectura, los vecinos “rankean peor que Uruguay” en la evaluación que se realizó por última vez en 2022.

No obstante, Cayota añadió que se debe tener en cuenta que lo que marcan las pruebas PISA es un “promedio”, y que si se desagregan los rendimientos por contexto, Uruguay tiene “uno de los resultados más inequitativos de América Latina”. Y esto es un “gran problema” porque “si no hay equidad, significa que unos pocos de sectores más privilegiados levantan el promedio país”.

Lugar de estudio dispar a nivel departamental

El Instituto Nacional de Estadística (INE) habilitó un visualizador con diferentes aspectos del censo 2023, entre ellos, el lugar de estudio general, sin distinguir subsistemas. A nivel nacional, 76,7% estudia en su departamento, y entre aquellos que no estudia en su departamento, el 78,1% lo hace en Montevideo.

El buscador distingue los lugares de estudio por departamento, localidad y área (rural o urbana). Por ejemplo, en Montevideo, 88,3% estudia en la capital, 1,1% no lo hacen allí, entre quienes el 56% es en Canelones, seguido de Durazno (5,7%).

En Canelones, la mitad (51,4%) estudia allí, 19,2% en otra localidad de ese departamento, y 22,3% en otro departamento —el mayor porcentaje a nivel país—, entre los cuales casi en su totalidad (96,2%) lo hace en Montevideo.

Por otro lado, en Maldonado, allí estudia 67,4%, 14,9% en una localidad de ese departamento y 7,8% en otro departamento, entre los cuales 82,5% lo hace en Montevideo.

Mientras que en Salto, un mayor porcentaje (84,7%) estudia ahí, 5,3% en una localidad de ese departamento y 2,8% en otro departamento, entre los cuales 45,6% se traslada a Montevideo, pero 35,9% a Paysandú.

En ese último departamento, 79,5% estudian en Paysandú, 9,9% en otra localidad sanducera y 3,6% en otro departamento, entre quienes van principalmente a Montevideo (48,1%) y Salto (34%).

Estos porcentajes ocurren en varios departamentos donde se han instalado Centros Universitarios Regionales (Cenures), de la Universidad de la República, en los últimos años, entre otros centros por fuera de Montevideo.

Promesas educativas del Frente Amplio

El Frente Amplio prometió “un apoyo de $ 2.500 a las familias con niños y niñas que vayan al centro de educación inicial, jardines y escuelas de la ANEP para el arranque de las clases”, tal como señaló el presidente electo Yamandú Orsi, en Colonia.

Entre otros puntos, prometió “multiplicar por cinco la cantidad de becas para estudiantes de enseñanza media de centros educativos públicos, conocidas como becas Butiá”, pasando de los 14.700 beneficiarios de hoy a 70.000 beneficiarios, y a subir el monto de $ 10.000 a $ 25.000 al año.

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