F. NARANCIO Y D. FRIEDMANN
Para las novedades no hay estilo. Este verano abrieron en Punta del Este dos boliches bien distintos: El Mambo Club, un restaurante-discoteca con perfil latino y Crobar, una megadisco electrónica.
Mambo Club está en el puerto de Punta. Allí abundan las mujeres con escotes pronunciados, hombres con colita de caballo que bailan de manera muy desenvuelta, brasileños que van a divertirse y europeos que, si bien le dan internacionalidad al lugar, jamás podrán mover las caderas con la soltura que les gustaría.
El miércoles de noche, ya desde antes de cruzar la puerta se oía el "segura o tchan, amarra o tchan, segura o tchan tchan tchan tchan tchan". Era la Brazilian Night y costaba encontrar un lugar en la pista. Era evidente que estaban divertidos. "Las fiestas temáticas son una de las propuestas", explica el relacionista público Josacho Sassón. Otra de las características de Mambo es que cada tema es acompañado por la proyección de su videoclip en pantallas de plasma.
La idea del boliche es proponer algo distinto a la oferta de la zona, con música "más divertida" y "más internacional". Los lunes, por ejemplo, es el día de los old hits, con videos de los años 60 y los 70, muchos difíciles de ver por estas latitudes, según Sassón.
Mambo es además restaurante "multihorario". Se puede comer a cualquier hora, incluso de madrugada.
La carta del chef José Luis Antúnez incluye carnes, pollos y variedad de tablas. Una picada del mar con mousse de salmón, miniaturas, mejillones, aceitunas, quesos y rabas, viene en dos tamaños: cuesta $ 280 la mediana y $ 390 la grande. Otras propuestas son el pescado del día ($ 240) y entrecot en crema de hongos ($ 320). Los tragos rondan entre $ 140 y $ 160.
En la ruta que va hacia San Carlos y que sale desde la Ancap de Palmas de La Barra se encuentra el Complejo Crobar, en el edificio diseñado especialmente para la discoteca Purple.
Crobar forma parte de una cadena de discotecas con el mismo nombre que está en ciudades como Chicago, Nueva York, Miami, y desde hace un año en Buenos Aires.
Este verano desembarcó en Punta del Este y es la discoteca más grande del balneario: tiene una superficie de 1.500 metros cuadrados, con capacidad para albergar a unas 3.800 personas.
Allí se presentarán algunos djs de fama mundial. Mañana, con la East Festival, estará Erick Morillo y el domingo Danny Howells.
De aquí al 19 de enero, casi todas las noches habrá un Dj argentino, inglés o norteamericano que hará vibrar al público. Cada dj, según el relacionista público de la discoteca, Colo Wolman, cobra un caché de entre U$S 2.000 a U$S 10.000.
En Crobar también se realizará una fiesta de Chandon el 11 de enero y una de Heineken Music el 12.
Al ser el refugio de clubbers y ravers, la gente baila y siente la música con una intensidad diferente a la de Mambo Club. Son como mundos opuestos. El miércoles, en la discoteca, no se veía ni cotillón, ni videos de "o tchan" y personas moviendo las caderas. Tampoco hombres con las camisas desabrochadas, mostrando pecho y el whisky en mano.
Si Mambo Club es un boliche inspirado en el agite de South Beach, en Miami, Crobar tiene aires de Ibiza. Es, si se quiere, más "cool". Se ve mucha gente con lentes de sol (o los ojos cerrados) crestas multicolores y remeras de marca.
En la pista de música electrónica, donde el miércoles se presentó el dj Fabrizio Pecanha, de Brasil, todas las miradas se dirigían hacia él, y el público levantaba los brazos y aplaudía su música. Parecía que lo estuvieran deificando.
Las luces en el techo se sucedían una y otra vez, el sonido era fuerte y hacía vibrar el piso y el humo blanco no permitía que se distinguiera bien a la gente. Un cuadro surrealista donde, si uno se compenetra con el ambiente, se deja llevar y puede bailar toda la noche.
Esta pista es la principal de la discoteca, y allí entran 2.000 personas. En un extremo está la VIP, con barra propia, donde lo que más se toma es champagne. Al costado, en la pared, hay una enorme pantalla donde se proyectan videos musicales.
Además de la pista principal, la discoteca tiene un amplio patio interno al aire libre y dos espacios llamados Estudio I y Estudio II: en el primero pasan hip-hop y en el segundo rock. Pero nadie escuchará la música a menos que entre, pues cada espacio tiene doble vidrio y puerta para que el sonido no traspase.
El precio de la entrada es accesible: $ 200 para las chicas y para los chicos, $ 250, un poco más caro, como siempre.
Lo que se viene día por día
Mañana, en el Mambo Club (que está en el puerto), será la "Noche Mambo" y el lunes se realizará una vez más la fiesta "Punta Oldies". Según Josacho Sassón, relacionista público, es una de las más concurridas.
El martes habrá un show de moda en el Mambo Club, y el jueves 11 será la elección de "Miss Mambo".
Esta noche y mañana será la East Festival en el Complejo Crobar (Camino Urquiza, La Barra). Se presentarán los Djs Erick Morillo y Danny Howells. El lunes se realizará la fiesta Crobar Live, con la presentación de Carlos Díaz Muriel (USA) Vocal Live. El martes estarán los "Cocoliche on Tour".