LA NACIÓN/GDA | FABIOLA CZUBAJ
La combinación de dos técnicas que tallan y fortalecen la córnea del ojo permitió a un equipo de oftalmólogos frenar el avance de un trastorno que modifica esta estructura ocular hasta que parece un cono.
La deformación, conocida como queratocono, produce inicialmente miopía y astigmatismo, patologías que pueden avanzar tan rápido como para no poder ver bien ni siquiera con cambios de anteojos o lentes de contacto cada poco tiempo.
En los dos años que duró el seguimiento de los 52 ojos con queratocono incipiente tratados con este nuevo procedimiento, los pacientes dejaron de usar anteojos o lentes de contacto y 68% recuperó la curvatura normal de la córnea.
"Cada vez veíamos más pacientes con queratocono. Son muchos de los que llegaban y decían: `Veo mal, borroso y quiero operarme con láser` o `cambié tres pares de lentes en seis meses y no puedo ver bien`. Con este nuevo procedimiento pudimos mejorar la agudeza visual, sin agravar el queratocono", asegura Pilar Nano.
Nano es especialista del Instituto de Ojos Dr. Hugo Daniel Nano y autora principal de este estudio, el cual fue premiado por la Academia Estadounidense de Oftalmología y considerado "un avance muy importante" por el Consejo Argentino de Oftalmología.
DOS EN UNO. Se trata de dos técnicas que se aplican en una misma intervención. Primero, se utiliza láser para corregir el defecto mediante "fotoqueratectomía refractiva" (PRK, por sus siglas en inglés).
Una vez tallada la córnea, se desliza la camilla del paciente hasta el equipo de Cross Linking, un procedimiento que fortalece el tejido corneal. Allí se aplica vitamina B en gotas y a los 30 minutos, un disparo de luz ultravioleta.
"La vitamina actúa como escudo para proteger el resto de las estructuras del ojo", apunta Nano. Y "la luz ultravioleta produce una reacción química que refuerza las uniones de colágeno, lo que fortalece la córnea".
Según las estadísticas disponibles (a 2007), una de cada 2.000 personas desarrolla este tipo de lesiones corneales. Con los nuevos tratamientos que surgieron desde 2008, ha aumentado la cantidad de diagnósticos.
Se estima que cerca de 2 de cada 10 pacientes heredan la enfermedad; la mitad de ellos comienza con queratocono incipiente, que es el estadio que el equipo considera indicado para el nuevo procedimiento.
"Ya en el estadio 1", señala la especialista, "la visión está más afectada por el queratocono que por la miopía y el astigmatismo."
VOLVER A VER. La docente Silvia Angelino, de 50 años, tenía visión borrosa. Desde la adolescencia, usaba anteojos y lentes de contacto para corregir la miopía y el astigmatismo.
"Progresivamente, noté un deterioro de la agudeza visual y de la visión nocturna", recuerda por mail sobre los síntomas previos a la intervención. "No toleraba las lentes de contacto y sentía picazón y fatiga. Había consultado a otros oftalmólogos, pero ninguno me lo había diagnosticado".
Finalmente, estudios confirmaron la presunción de Hugo Nano y decidieron realizar la intervención. "Tuve que dejar de usar los lentes de contacto 10 días antes y debí hacerme chequeos médicos de rutina", comenta.
"Con la cirugía recuperé sustancialmente la visión, principalmente la de objetos cercanos y de lectura. Ahora, uso lentes (no en forma permanente) para manejar y mejorar la visión a distancia".
Los cuidados que tuvo que tener en cuenta después de la cirugía fueron sencillos: aplicar las gotas indicadas (colirios), evitar movimientos bruscos y proteger los ojos del sol.
"Es una enfermedad que puede pasar desapercibida, porque en esta etapa la córnea se deforma y produce miopía, que es lo que se detecta", explica Hugo Nano, coautor del estudio. "Pero la diferencia es que (ese defecto) sigue avanzando. Son pacientes a los que se les descubren queratocono subclínico y una miopía que avanza".
Al combinar la corrección óptica, que ya venían haciendo en los pacientes, con el Cross Linking los técnicos lograron darle mayor estabilidad a la enfermedad y corrección visual a los pacientes.
Así, el contador Gumersindo Bouzada recuperó la buena visión de lejos y pudo abandonar los lentes de receta y los de contacto que usó desde los cuatro años.
"Solo tuve que hacer reposo, usar gotas y tomar calmantes porque las 24 horas posteriores fueron dolorosas. Pero, luego, poco a poco se fueron notando los resultados", cuenta. "Ahora, veo bárbaro... creo que mejor que cuando usaba los lentes de contacto".
Los especialistas coincidieron en que el procedimiento "no sirve" para tratar el queratocono avanzado o si la córnea es muy delgada. El valor de la cirugía es de entre 7.000 y 8.000 pesos argentinos por ojo, (de 1.500 a 1.800 dólares) incluidos los controles médicos prequirúrgicos y durante el año posterior a la cirugía.
ASPECTOS CLAVE
Qué es el queratocono
Es una lesión en la córnea del ojo, estructura transparente ubicada al frente del ojo que permite el paso de la luz. Se curva hasta formar, literalmente, un cono.
Qué alteración puede provocar
El astigmatismo y la miopía que provoca avanzan rápidamente al punto de que la persona no logra ver bien ni siquiera con cambios frecuentes en sus lentes.
Método para corregirlo
Oftalmólogos argentinos combinaron en la misma intervención dos técnicas que se utilizan para corregir defectos visuales y de la superficie de la córnea.