Desde hace un tiempo China pretende expandirse en todo el mundo buscando la apertura de nuevos mercados donde colocar su tecnología. Primero fueron los autos y camiones; hace pocos días el intendente de Durazno, Benjamín Irazábal, anunció la adquisición de maquinaria vial proveniente de ese país y ahora se suma la posibilidad de que la Fuerza Aérea pueda modernizar su flota de aviones de combate comprando aviones chinos.
Para estudiar dicha posibilidad, el próximo 21 de octubre viajarán a China tres oficiales, dos pilotos experimentados de combate de los escuadrones 1 y 2 de la base aérea de Santa Bernardina, y un oficial especialista en mantenimiento perteneciente al Comando general de la fuerza de aire con sede en Montevideo.
La idea es conocer las instalaciones de la empresa Nanchang Aircraft Manufacturing Corporation. Allí podrán probar en vuelo el avión K-8 Karakorum que es una plataforma de entrenamiento biplaza ligero diseñado conjuntamente entre Pakistán y China.
El modelo fue presentado en 1990 y está en servicio en varios países, entre ellos Venezuela, Bolivia, Egipto, Pakistán, Sudán y Tanzania, existiendo el ofrecimiento a Uruguay de doce de estos aviones.
Se trata de una moderna aeronave de entrenamiento y ataque. Puede ser equipada con misiles de guía infrarroja, cañón de 23 milímetros, bombas de 250 libras y cohetes no guiados.
Si bien China hizo el ofrecimiento por esta aeronave la Fuerza Aérea se mostró más interesada en el Hongdu L-15 Falcon, un avión supersónico de entrenamiento avanzado y ataque ligero que fue desarrollado por la empresa Hongdu Aviation Industry Corporation.Su valor aproximado por unidad es de 14 millones de dólares.