"Aprendí a conocer la Intendencia"

| Cumplió 400 días al frente del municipio de Montevideo. Es hijo de inmigrantes polacos, siempre fue buen estudiante y le preocupa mejorar la sociedad. Quiere acelerar la gestión y romper con las rutinas: "Como la ciencia, la actividad municipal atrapa y compromete"

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El País

EDUARDO BARRENECHE

Una sala del Teatro Solís fue elegida por el intendente Ricardo Ehrlich para la entrevista. Una habitación recién pintada, funcional, con grandes ventanales hacia la Ciudad Vieja. Varias copas con agua se encontraban sobre una mesa de reuniones de diseño moderno. Una cafetera encendida y butacas antiguas le daban un toque acogedor.

Ehrlich estacionó su Fiat Uno bordeau por la calle Reconquista. Vestía saco, buzo y pantalón azules, camisa celeste y corbata gris. Su auto popular, su vestimenta sobria y su modo de responder las preguntas con un leve tono docente muestran que no se libró de su idiosincrasia universitaria.

"Todavía extraño mi actividad académica. Hace poco me reuní con todos mis colegas que participaron en la reconstrucción de la plataforma científico-tecnológica nacional. Se trata de un trabajo que lleva ya 20 años", dijo.

Nació en 1948. Su biografía señala que es hijo de padres polacos y vivió su infancia en barrios humildes como Porvenir y Cerrito de la Victoria. Era estudiante de la Facultad de Medicina cuando fue encarcelado durante 18 meses en el Penal de Libertad, acusado de mantener vínculos con el Movimiento de Liberación Nacional (MLN). Durante la dictadura emigró a Francia, donde obtuvo el título de Magíster en Ciencias y Doctor en Ciencias Físicas en la Universidad Louis Pasteur. En 1987 volvió a Uruguay y junto con otros investigadores participó en la creación de la Facultad de Ciencias. Años después fue decano de este centro de estudios terciarios.

Es obvio que Ehrlich es un recién llegado a la política partidaria. El 17 de febrero de 2005 la Convención Departamental lo proclamó candidato único a la Intendencia de Montevideo por el Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría. Y, en junio de este año, Ehrlich ya lleva un año como jefe comunal.

Durante la entrevista estuvo lejos del académico ingenuo que se deja atrapar por una repregunta. Conoce el oficio de responder en forma elíptica ante una cuestión polémica. Ello muestra que algo aprendió durante el año que lleva al frente de la principal Intendencia del país.

-¿Otros integrantes de la familia Ehrlich militaban en política partidaria?

-No. Pertenezco a una familia de inmigrantes de distintos puntos de Europa Central. Se trata de una familia trabajadora que arribó a Uruguay en las primeras décadas del siglo pasado. En aquel entonces, el país abría sus brazos a personas que llegaban desde horizontes distintos con problemas diversos. Lo hacía a través de la escuela pública y el barrio. Esas eran dos grandes vías de integración. También había oportunidades de trabajo para todos.

-El miércoles 23 usted visitó la Escuela Experimental de Malvín. Allí también se refirió a su escuela y a su barrio. ¿Era un niño estudioso cuando era escolar?

- Era un buen estudiante. Fui a la escuela N° 137 situada sobre la calle Industria. Era un centro muy humilde. Había una comisión de vecinos que organizaba distintas actividades para recaudar fondos para construir una nueva escuela. Pasé todo mi período escolar soñando con ese nuevo edificio. La escuela me marcó muchísimo. Me he encontrado con compañeros escolares y recordamos a las maestras y maestros que nos enseñaron a descubrir las ciencias, el Teatro Solís y la literatura.

-Al llegar a la adolescencia, ¿dónde cursó estudios liceales?

-En aquel momento no había tantos liceos públicos en la ciudad de Montevideo. En aquel entonces yo vivía en el Cerrito de la Victoria. Por ello me correspondía el liceo `Dámaso Antonio Larrañaga`. Encontramos allí un ambiente que permitía la integración de los alumnos sin importar el origen de los mismos.

-¿En el liceo también fue un buen estudiante?.

-Si. Tenía una fuerte vocación por las ciencias y la medicina. Y temprano empecé tareas de investigación. Poco después comencé a trabajar en el Instituto Clemente Estable.

-¿También militaba en política en esos años?

-Estando en la Facultad de Medicina empecé actividades sociales en un cantegril junto con un grupo numeroso de estudiantes. Es que, cursando en esa facultad, el alumnado entra en contacto con realidades muy duras de Montevideo. Supongo que mis compromisos políticos derivan de esa actividad social que asumí como estudiante universitario.

-Al llegar la dictadura en 1973, ¿dónde lo encuentra?

-Preso en una celda del Penal de Libertad.

-¿Durante cuánto tiempo estuvo encarcelado en esa prisión?

-Estuve 18 meses. Me liberaron a fines de 1973. Poco después viajé a Buenos Aires. Allí retomé los estudios de Medicina mientras trabajaba en un laboratorio. La situación argentina era muy compleja en aquel momento. Al año siguiente, me radiqué en la ciu-dad de Estrasburgo (Francia) donde seguí con mis estudios universitarios.

-Durante su estadía en el Penal de Libertad, hay una anécdota que señala que usted se comunicaba con el dirigente tupamaro Mauricio Rosencof mediante un sistema de golpes en la pared de la celda. Y que durante una de esas charlas, Rosencof le dijo que dialogar con usted es más difícil que hacerlo con la pared. ¿Esa historia es real?

-Sí, es verdad. Acordamos un lenguaje a través de la pared mediante pequeños golpes. Con él fuimos vecinos de calabozo durante varios meses y conversábamos mucho con ese sistema. Recuerdo varias anécdotas de ese período: un día escucho a Rosencof que se reía solo en su celda. Ello me preocupó mucho.

-¿Usted que hizo en ese momento?

-Golpeé la pared y le pregunté qué le estaba pasando. Pensé que en ese contexto tan particular le estaba ocurriendo algo grave. El me respondió que se reía porque estaba leyendo el "Quijote de la Mancha". La otra anécdota también está vinculada a ese libro de Cervantes. Yo no tenía ningún libro para leer. Un guardia del penal se acercó a mi celda y me entregó el Quijote de la Mancha. Enseguida me dijo: `su compañero de celda le devuelve esto`. Yo no había prestado ningún ejemplar a Rosencof y ése se transformó en el primer libro que pude leer en la cárcel de Libertad.

-En un poema, Rosencof menciona un regalo suyo durante la estadía en el Penal de Libertad.

-Un día a Rosencof lo llevaron para un interrogatorio. Ahora no puedo reconstruir muy bien el episodio. Rosencof dijo en el poema que al llegar al camastro encontró una manzana que yo le mandé a través de un guardia. Yo creo que fue una naranja. El envío de la fruta fue una señal de solidaridad, de cariño. Hasta hoy discutimos si se trataba de una manzana o una naranja.

-¿Extraña la actividad académica en la Facultad de Ciencias?

-Si. Por supuesto. Con otros colegas tuve el privilegio de participar en la reconstrucción de la plataforma científica-tecnológica nacional. Es un trabajo que ya lleva 20 años. Durante ese proceso, muchos de mis colegas de generación debimos también asumir tareas de gestión y de coordinación que nos quitaban tiempo para el trabajo directo de investigación. Siendo decano de la Facultad de Ciencias, pude mantener la actividad de investigación. Esperaba que, al finalizar el decanato, tendría tiempo para dedicarme de lleno a la investigación y a la enseñanza de biología. Pero la vida me planteó otras cosas (como el ofrecimiento por parte del Movimiento de Participación Popular para ser candidato al municipio).

-¿Qué siente un académico de prestigio internacional al ocupar un cargo tan arduo como la Intendencia de Montevideo?

-La actividad municipal atrapa y compromete. Uno se involucra a fondo en los distintos problemas de la ciudad que se plantean día a día. Esas urgencias requieren decisiones. Al mismo tiempo hay que planificar y mirar a lo lejos. Desde ese punto de vista, administrar la Intendencia de Montevideo es igual que la actividad científica que también atrapa y compromete.

-¿Considera que las políticas que pretende aplicar chocan con la gran burocracia municipal?

-De manera general, las instituciones grandes y complejas desarrollan inercias. Y tienden con las rutinas a generar burocracias. Una institución grande y compleja, con responsabilidades muy variadas, tiene una tendencia natural a la lentitud y a la burocracia. Ello ocurre tanto en esta institución como en otras. En este año he aprendido a conocer a la IMM. Se trata de un organismo muy diverso. Todavía me falta mucho por conocerla.

-El gremio municipal (Adeom) se movilizará mañana por lo que considera un retraso de la IMM en el pago del juicio laboral. ¿El litigio afectó el relacionamiento entre la comuna y el sindicato municipal?

-Una vez que nos enteramos del fallo judicial que involucra a más de la mitad de los funcionarios municipales, anunciamos que esa resolución la vamos a respetar en todos sus términos. Al mismo tiempo entendimos que no podíamos tomar una medida que implica actualización salarial y asumir una deuda para una sola parte de los trabajadores. Por eso anuncié que los beneficios de la sentencia serán para la totalidad de los 8.300 empleados del municipio. No hay que alentar nuevos juicios. Ya ha pasado cierto tiempo desde el fallo hasta ahora. Yo tuve que explorar los fondos de los cajones en busca de recursos. Entiendo la impaciencia y la incertidumbre de los trabajadores.

-¿Cómo va a pagar esa deuda laboral?

-Las consecuencias del fallo son de dos tipos: una actualización del salario a los niveles que debía estar si el convenio se hubiera cumplido y el pago de una deuda generada con retroactividad. En nuestra propuesta presupuestal asumimos un incremento progresivo para recuperar los sueldos de un 16.5%. Los municipales reclaman una cifra superior.

-La oposición sostiene que usted obtendrá recursos para pagar ese fallo laboral mediante un incremento de impuestos.

-No vemos en el horizonte ningún escenario que nos lleve a modificar nuestra política tributaria. Tampoco habrá ningún cambio en el plan de inversiones de la Intendencia en el período.

-¿Va a solicitar un préstamo bancario para pagar esa deuda?

-La IMM ha logrado una respetabilidad importante. Habrá que hacer una ingeniería financiera que incluya recursos propios y eventualmente fondos provenientes del Banco República. En los próximos días haremos una propuesta a los trabajadores.

-¿Se sentará a negociar con el Banco de Previsión Social porque se trata de una deuda laboral?

-No descarto un acuerdo con el BPS. Es otro actor en este litigio con los municipales.

La deuda municipal se puede "pagar"

- La Intendencia Municipal de Montevideo se endeudará con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en unos U$S 190 millones para financiar la reestructura del transporte y el Plan de Saneamiento IV. ¿La comuna podrá pagar ese endeudamiento elevado? ¿Son prioritarias esas obras?

-Estamos dentro de montos de endeudamiento externo que ha manejado la Intendencia en períodos anteriores. Hasta ahora la comuna es considerada un deudor serio por los organismos crediticios internacionales. En este momento estamos pagando compromisos de años anteriores y vamos a dejar cuotas para las próximas administraciones. La movilidad urbana es un tema que ha sido postergado por la Intendencia de Montevideo. Requiere inversiones muy importantes, mejorar el sistema de transporte capitalino y el de la zona metropolitana. Con respecto al saneamiento, Montevideo lleva dos décadas de esfuerzo en su instalación. Por ello es obligatorio terminarlo. Las nuevas intervenciones en esta materia permitirán atacar la contaminación del arroyo Pantanoso y proteger la zona oeste de la costa montevideana del vertido de aguas residuales. Prácticamente un 100% del departamento de Montevideo quedará con saneamiento cuando finalice este plan municipal.

-¿Hasta dónde piensa profundizar la descentralización? ¿Qué van a poder decidir los vecinos en este período, además de los proyectos ya en marcha?

-El primer objetivo de la descentralización es mejorar la eficiencia de la gestión de la IMM a través del trabajo de los centros comunales zonales. Pretendemos reforzar esos centros y que haya una participación importante de los ciudadanos. La segunda experiencia importante que lleva adelante el municipio es el Presupuesto Participativo. Hemos hecho una primera apuesta designando fondos para ejecución vecinal a los 18 Comunales de Montevideo. Los vecinos presentaron 2.182 proyectos de inversión. Es un mensaje singular a la administración. El 22 de octubre esos proyectos serán elegidos por votación por los vecinos. Ese mismo día también estos deberán nombrar a sus representantes en los Concejos Vecinales de cada barrio.

-Usted ha realizado varias recorridas por asentamientos en los últimos días. Muchos de ellos tenían caminería en condiciones pésimas. ¿Qué hará la IMM frente a este fenómeno socioeconómico?

-Pretendemos atacar con mucha energía la integración social de 412 asentamientos irregulares de Montevideo mediante incentivos tributarios e inmobiliarios. Reducir en un 25% los asentamientos sería un balance honesto al final del período. El 11% de la población de Montevideo vive en asentamientos. Si seguimos con este ritmo de regularización, en el 2015 estaríamos como estábamos en 1995. Eso indica que tenemos que buscar otros caminos para avanzar más rápido. Pero también tenemos que evitar que la gente siga emigrando hacia los asentamientos. Las soluciones no pasan solo por la vivienda, sino también trabajo.

"Acusaciones son genéricas"

-En los últimos días, la Intendencia recibió duras críticas de Adeom. Los sindicalistas señalaron que la IMM contrata cooperativas "truchas" y organizaciones no gubernamentales falsas para tercerizar el trabajo y pagar menos salarios. ¿Qué opina al respecto?

-La Intendencia trabaja con una gran cantidad de ONGs para distintas actividades sociales. Una respuesta a la crisis que sacudió al país en el 2002 fueron las organizaciones no gubernamentales que buscaban asociar personas para poder generar oportunidades laborales. La IMM en el período anterior y ahora ha apoyado esas iniciativas. La evaluación de las ONGs que está en marcha muestra que la gran mayoría de ellas cumplen con los convenios en forma satisfactoria. En otras ello no ocurre. Al llegar al término de una tarea, el convenio cesa.

-¿Qué tipo de trabajos realizan las organizaciones no gubernamentales para la IMM?

-Estas instituciones realizan tareas diversas incrementando la capacidad de trabajo de la comuna. Muchas de estas iniciativas son trabajos de apoyo de jóvenes a Centros Comunales Zonales. Una de ella es el barrido de la ciudad. También se encargan de limpiar el Palacio Municipal. En tanto que en las policlínicas trabaja mucho personal médico mediante convenios con ONGs.

-Las denuncias de los gremialistas señalan que esas cooperativas funcionan como una agencia de colocaciones del municipio y que hay despidos abusivos en ellas.

-Leí la prensa y las actas de la Junta. Cada vez que se denuncia una situación, el municipio ha intervenido. Pero frente a una denuncia genérica, es muy difícil iniciar una investigación administrativa.

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