Salud

La sinusitis es una enfermedad muy común y muchas veces tiende a confundirse con un resfriado.

Este padecimiento es producto de una inflamación de la membrana que recubre las cavidades óseas que se comunican con la nariz. Entre algunos de sus síntomas tenemos: nariz tapada, dolor en la nariz y en la cara, dolor en los dientes y en las muelas de la mandíbula superior.

Si bien combatirla no es tarea fácil y a veces requiere de una intervención quirúrgica, existen múltiples soluciones para aliviar el incesante dolor que genera. Tomá nota de algunos remedios caseros que te permitirán sentir la diferencia de inmediato.

Vapor para descongestionar. El principal síntoma de esta enfermedad es la congestión nasal de un solo lado de la nariz. Esto hace que el dolor -a causa del moco- sea incesante. Por eso, uno de los remedios más sencillos y eficaces es el de inhalar el vapor de agua con sal por cinco minutos cada hora.

Un diente de ajo para los dolores. Agregá a tu dieta el ajo, es muy bueno para este tipo de mal. Asimismo, trata combinar esta práctica con la eventual inhalación del vapor con sal. Sentirás la diferencia en pocos días y tu cuerpo te lo agradecerá.

Comé zanahorias. Ya sean crudas o en jugo ayudan a fortalecer la mucosa de tu nariz y aumenta las defensas de tu cuerpo. Esto hace que los efectos secundarios de este padecimiento no aparezcan con tanta frecuencia.

Jengibre y hojas de eucalipto para calmar los dolores. La combinación de estos estos dos elementos funcionará a la perfección, solo debés poner a cocer un trozo de jengibre y una hoja de eucalipto en una olla con dos tazas de agua y deja hervir durante unos cinco minutos. Transcurrido este tiempo, retirá del fuego, colá y añadí el jugo de un limón y dos cucharadas de miel. Tomá esta preparación de inmediato. El jengibre te ayuda a aliviar los dolores, mientras que el eucalipto es uno de los elementos naturales más usados al momento de combatir la falta de respiración.

Hacé ejercicio. Aumentar tu ritmo cardíaco permite despejar las fosas nasales. Intenta trotar o andar en bicicleta por al menos quince minutos. Evitá practicar ejercicios de alto impacto.

Rabanitos. Agregalos en ensaladas o jugos, pues -además de deliciosos- harán que tu padecimiento mejore con el tiempo.