Redacción El País
Del 1° al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, en este marco numerosas organizaciones se proponen promover y hacer foco en la importancia de amamantar a los bebés.
En esta nota encontrarás los beneficios que trae para madre e hijo.
1. Proporciona una nutrición ideal para los bebés
La leche materna contiene todo lo que el bebé necesita durante los primeros seis meses de vida y en todas las proporciones correctas. Su composición incluso cambia según las necesidades cambiantes del bebé, especialmente durante el primer mes de vida.
Durante los primeros días después del nacimiento, los senos producen un líquido espeso y amarillento llamado calostro. Es alta en proteínas, baja en azúcar y cargada con compuestos beneficiosos. Esta es la primera leche ideal y ayuda al desarrollo del tracto digestivo inmaduro del recién nacido. Después de los primeros días, los senos comienzan a producir mayores cantidades de leche a medida que el estómago del bebé crece.
2. Contiene importantes anticuerpos
La leche materna está llena de anticuerpos que ayudan a tu bebé a combatir los virus y las bacterias. Esto se aplica particularmente al calostro. Este proporciona altas cantidades de inmunoglobulina A, así como varios otros anticuerpos. Cuando la madre está expuesta a virus o bacterias, comienza a producir anticuerpos.
Luego, estos anticuerpos se secretan en la leche materna y se transmiten al bebé durante la alimentación. La IgA evita que el bebé se enferme formando una capa protectora. Esto en partes como en la nariz, la garganta y el sistema digestivo. Por esta razón, las madres que amamantan con la gripe pueden en realidad proporcionarles a sus bebés anticuerpos que les ayuden a combatir el patógeno que está causando la enfermedad. No obstante, si está enfermo, siempre debe practicar una higiene estricta. Lávate las manos con frecuencia y trata de evitar infectar a su bebé.
3. Puede reducir el riesgo de enfermedad
Puedes reducir el riesgo de tu bebé de muchas enfermedades, incluyendo:
- Infecciones del oído medio: 3 o más meses de lactancia materna exclusiva pueden reducir el riesgo en 50%. Mientras que cualquier lactancia materna puede reducirlo en 23%.
- Infecciones del tracto respiratorio: amamantar exclusivamente durante más de 4 meses reduce el riesgo de hospitalización para estas infecciones hasta en 72%.
- Resfriados e infecciones: los bebés alimentados exclusivamente con leche materna durante 6 meses pueden tener hasta 63% menos de riesgo de contraer resfriados graves e infecciones de oído o garganta.
- Infecciones intestinales: está relacionada con una reducción del 64% en las infecciones intestinales, observada hasta 2 meses después de las interrupciones de la lactancia materna.
- Daño en el tejido intestinal: la alimentación de la leche materna a los bebés prematuros se relaciona con una reducción de alrededor del 60% en la incidencia de enterocolitis necrotizante.
- Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL): está relacionada con una reducción del riesgo de 50% después de 1 mes y una reducción del riesgo de 36% en el primer año
- Enfermedades alérgicas: la lactancia materna exclusiva durante al menos 3 a 4 meses se relaciona con 27 a 42% de reducción del riesgo de asma, dermatitis atópica y eczema.
- Enfermedad celíaca: los bebés que son amamantados en el momento de la primera exposición al gluten tienen un riesgo 52% menor de desarrollarse.
4. Puede hacer que los niños sean más inteligentes
Algunos estudios sugieren que puede haber una diferencia en el desarrollo del cerebro entre los bebés amamantados y los alimentados con fórmula. Esta diferencia puede deberse a la intimidad física, el tacto y el contacto visual asociado con la lactancia materna. Los estudios indican que los bebés amamantados tienen puntajes de inteligencia más altos y son menos propensos a desarrollar problemas de comportamiento y aprendizaje a medida que crecen.
5. La lactancia materna puede ayudarte a perder peso
Mientras que algunas mujeres parecen ganar peso durante la lactancia, otras parecen perder peso sin esfuerzo. Aunque la lactancia materna aumenta las demandas de energía de la madre en aproximadamente 500 calorías por día, el equilibrio hormonal del cuerpo es muy diferente del normal. Debido a estos cambios hormonales, las mujeres lactantes tienen un mayor apetito y pueden ser más propensas a almacenar grasa para la producción de leche.
6. Ayuda a la contracción del útero
Durante el embarazo, su útero crece inmensamente, expandiéndose desde el tamaño de una pera hasta llenar casi todo el espacio de tu abdomen. Después del parto, tu útero pasa por un proceso llamado involución lo que ayuda a volver a su tamaño anterior. La oxitocina, una hormona que aumenta durante el embarazo, ayuda a impulsar este proceso. Tu cuerpo segrega altas cantidades de oxitocina durante el parto para ayudar a dar a luz al bebé y reducir el sangrado. La oxitocina también aumenta durante la lactancia. Alienta las contracciones uterinas y reduce el sangrado. Lo que ayuda a que el útero vuelva a su tamaño anterior.