Realeza
La pareja se mudó a Montecito, Santa Bárbara, en búsqueda de paz y tranquilidad pero un inesperado hecho arruinó su plan.
Tras su alejamiento de la familia real británica, Meghan Markle y el Príncipe Harry compraron una mansión en Santa Bárbara pero el casi paradisíaco hogar no les aseguró la paz que necesitaban ya que un detalle hizo que la casa se volviera casi inhabitable.
La mansión de 11 millones de dólares está equipada con grandes jardines, un sauna, pileta, una enorme librería y hasta cine incluido. Pero a menos de dos años de la mudanza le encontraron una enorme desventaja: un potente olor que invade el barrio.
“Huele a desechos que se han estado pudriendo al sol. Me revuelve el estómago. He visto a muchos propietarios de viviendas cerrar las ventanas cuando llega el viento”, explicó un residente de la zona al medio británico The Daily Mail.
La fuente del repugnante hedor es el Refugio de Aves Andrée Clark que se encuentra muy cerca de Montecito, zona residencial en donde no solo vive la pareja real sino también celebridades como Ellen Degeneres junto a su esposa Portia de Rossi, Oprah Winfrey, Orlando Bloom y Katy Perry.
Este es uno de los refugios de vida silvestre más grandes de la zona con una extensión de 16 hectáreas conformadas por pantanos en donde el agua se estanca y genera fuertes olores. De acuerdo a Cameron Benson, administrador de agua limpia de la ciudad de Santa Bárbara: “Los problemas de olores son esporádicos pero, a veces, empeoran en algunas condiciones”.
Tras recibir varias quejas de los vecinos, las autoridades informaron que esto puede durar hasta el otoño y que, para ese entonces, ya habrán realizado una serie de reformas estructurales para evitar que vuelva a suceder.
Esta no es la primera vez que Meghan y Harry se enfrentan a una invasión de aromas no deseados. Previamente, el matrimonio debió soportar los fuertes olores que provenían de una fábrica legal de cannabis ubicada a pocos metros de su hogar. En esa ocasión, la misma empresa modificó el funcionamiento del establecimiento luego de los reclamos de los residentes.