En medio de un debate público sobre el plebiscito de la reforma de la seguridad social, en el que uno de los puntos claves es la baja de la edad de jubilación de 65 años a 60 años, hay un grupo de personas que no piensan en el retiro.
Son diferentes ejecutivos que ocuparon por varios años altos cargos gerenciales o de CEO y que, una vez que llegaron a la edad de jubilarse, optaron por volver a empezar con un emprendimiento propio.
«La palabra jubilarse no la quiero concebir, tengo resistencia. Una jubilación temprana le pega a la riqueza del individuo», enfatizó Gerardo Cruz, exCEO de Sonda Argentina y Uruguay, y quien a sus 67 años está al frente del proyecto de olivares y aceite de oliva Cironi (como su segundo apellido) y además funge como asesor de negocios en grupos de ejecutivos en Vistage.
Cruz tuvo una larga carrera en la tecnológica Sonda. Dirigió desde Argentina por varios años los negocios de ese país y de Uruguay, hasta que, en 2022, a sus 65 años tuvo que dejar la empresa por un tema de reglamento interno. Hoy es director de Sonda Argentina pero no está en una posición ejecutiva, aclaró, y ese parate «hace que de un día para el otro se abra la agenda, quede con mucho tiempo», reflexionó. Su siguiente paso fue emprender, algo que lleva en su ADN: «es vinculante con la satisfacción de los logros. Por ese lado está el motor de la gente que transitó carreras largas y puestos importantes en escenarios complicados».
Virginia Suárez estuvo 18 años en el banco HSBC y poco más de una década como directora y CEO. Cuando dejó ese lugar, en 2018, ya sabía que no se jubilaría porque reconoce que tiene «un alma inquieta y de aprendizaje continuo».
«Cuando llegás a estos puestos, comenzás a hacerte otros cuestionamientos y a mí me ocurrió a los 50 cuando estaba en ese rol. Es algo profundo, encontrar un propósito. Me encantaba el banco pero decidí llevar el tema de finanzas a otro lugar», explicó.
El año que dejó el lugar de CEO quedó como directora, y comenzó a estudiar finanzas sostenibles. Tuvo un pasaje por Naciones Unidas, profundizó en Sistema B y otros proyectos hasta que, en 2021 comenzó a delinear su propio fondo inversor, Hineni Ventures, con el que invierte y asesora sobre cómo generar modelos de negocios con impacto positivo. Hoy lleva adelante esta iniciativa y, según afirmó, «trabaja más y gana menos, pero el impacto es mayor». «Tuve que invertir y ahora trabajamos con emprendedores en mejorar sus productos y transformarlos en negocios, además buscamos inversores», resumió.
Al presente han invertido en 13 startups fondos que van desde US$ 30.000 a US$ 80.000.
«Siempre rechacé la palabra retiro o jubilación», confesó Jorge Jourdan (68), ex gerente general del banco Santander. Por eso, fue delineando su vida para cuando dejara la empresa. «Fue una suerte de continuidad, lo pensé primero como un plan B de inversión, algo vinculado al campo», recordó.
Así, en 2015 y tras 38 años en la actividad financiera y casi 25 en gerencia general, dejó la compañía para dedicarse junto a sus «mejores socios» (sus hijos) a varios proyectos vinculados a la actividad agropecuaria, transporte y logística y el último, fintech y crédito al consumo.
«Con temas de campo venía de antes y con otros proyectos desde hace 12 años. Hoy tengo negocios de agricultura, ganadería y forestal. Por otro lado, tenemos una empresa de transporte y logística para transporte en general y una compañía agropecuaria con la que prestamos servicios de contratistas en temas de cosechas. La base original de todo esto estuvo en Río Negro y luego nos expandimos a Flores y San José. Después, para disminuir riesgos, incursionamos con En la mano, una empresa fintech de crédito al consumo», resumió.
Al hablar sobre su rol, si bien reconoce que interviene en todos los temas de las empresas, hoy no está tan arriba de la gestión diaria. «Todos participamos en todo pero cada uno de mis hijos lleva una parte concreta y yo estoy pero sin ser la voz cantante. Ahora tengo la ventaja de poder disfrutar de esto», afirmó.
Objetivo claro
Cuando Alejandro Hounie cumplió 50 años (2017) mandó un mail a las autoridades de la empresa BMW, donde ejercía como gerente general en Uruguay, con su renuncia. Esta decisión, que mantuvo, no fue impulsiva sino calculada.
«Yo había decidido que los 50 años era la edad para hacer el corte y mandé el mail. Tomé la decisión porque había transcurrido más de 20 años en la vida corporativa, cuando mi plan inicial, a los 18 cuando vine a estudiar, era regresar una vez que me recibiera de contador. Pero ingresé a Los Sorchantes y luego a Bimbo, donde tuve la experiencia que me formó sustancialmente. Fue un cúmulo de conocimiento y de cansancio. Y como siempre fui emprendedor, traté de armar actividades diferentes para que cuando me retirara no quedara en blanco, no sólo por la parte económica, sino para tener en qué ocupar el tiempo, porque ser CEO es un lugar que genera mucha adrenalina», señaló.
Por ello, otro de los objetivos que se fijó Hounie fue generar un proyecto por año. «Me gusta tener ese desafío anual, para obligarme a estar activo». El primero fue de domos en Sierras de las Ánimas que lidera junto a un socio.
Luego llegó la idea de Nettuno, actualmente Full Wash, un proyecto de autolavaderos de vehículos, un concepto que «importó» de Europa y ejecutó junto a sus hijos. Hoy cuenta con 16 puntos establecidos en diferentes estaciones de servicio y mantiene su rol de mentor y líder del proyecto.
El último emprendimiento fue en 2023, cuando junto a Forestier Pose llevaron adelante un proyecto de crematorio. «Uno de los dueños me planteó la idea, yo armé el proyecto, conseguí el terreno y los inversores. Comenzó a operar el 1° de noviembre de 2023», dijo. Este año su plan es hacer una pausa para dedicar tiempo a los negocios que están generando sus hijos.
Cuando en 2009 Miguel Larrimbe (78 años) dejó la consultora KPMG tras 39 años, tenía claro que su vida seguiría cerca de su otra pasión, el vino. «Tenía 63 años y quería hacer otra actividad, así que nos juntamos con amigos y creamos Vinos del Mundo», rememoró.
Pero esta vinculación con el mundo vitivinícola venía de antes. Desde la década de 1990 escribía artículos y publicó varios libros sobre este sector por lo que, según comentó, fue un «paso natural».
«Cuando me retiré de KPMG, el paso que di fue formar Vinos del Mundo con amigos. Importábamos vinos de calidad, centrados básicamente en locales en Punta del Este, José Ignacio y Montevideo y con distribución en todo el país».
Y si bien, su condición para sumarse al proyecto fue «no hacer la parte impositiva porque era lo que había hecho en mi vida profesional», tuvo que asumir esa tarea, además de organizar catas, degustaciones y eventos de vino. «Fue una mezcla de actividad profesional y de disfrute, una experiencia más lúdica, con una actitud más de buscar lo personal, pero era un negocio que debíamos ganar dinero», subrayó.
Para Larrimbe, la clave del éxito del emprendimiento fue la complementariedad del equipo. «Cada uno aporta sus conocimientos y eso enriquece», resaltó. Hoy, a sus 78 años, reconoce que pondrá una pausa en sus actividades empresariales aunque no a su pasión por el vino. «Voy a volver a escribir un libro», remató.
Lo aprendido durante la carrera ejecutiva tiene su valor y aplicación para la etapa posterior. Jorge Jourdan, por caso, utiliza conocimientos de planificación estratégica y trabajo en equipo. «Aplico gestión, comercialización y vínculos con los diferentes segmentos comerciales del país. Pero lo más importante es el trabajo en equipo», aseguró.
Gerardo Cruz coincidió y aseguró que lo más importante es el «manejo interpersonal». «La clave de una buena gestión es que las cosas pasen a través de la gente. Muchas veces hay un foco en las habilidades duras, pero lo importante son las blandas, la comunicación efectiva, generar empatía», sostuvo. Miguel Larrimbe sigue esa línea. «Siempre me gustó trabajar en equipo, para mí el personal fue algo muy importante y lo transmití en Vinos del mundo», dijo.
En tanto, Virginia Suárez reconoció que además aporta sus conocimientos financieros. «Traigo el cable a tierra, de poner números correctos, cambiar modelos de negocios, hacer una planificación y una valuación de empresas adecuada. Soy una palanca de cambio para los emprendedores», dijo.
Para Alejandro Hounie, haber pasado por altos cargos gerenciales lo transformó en un generalista. «Aprendés de logística y hasta de derecho porque estás en contacto con la parte legal. Pero el gran secreto es que uno aprende a armar equipo, delegar y como líder, transmitir los valores en las empresas», indicó.