El zar compró el negocio de la princesa

Grupo d´Arenberg se retiró del rubro automotriz y vendió BOR al Grupo Fiancar. En Uruguay, la princesa Laetitia d´Arenberg se quedará -de ahora en más- solamente con Estancia Las Rosas (sector agropecuario) y LaPataia (tambo y marca de alimentos).

De esta manera, el grupo que dirige Alfredo Lempert, representará 11 marcas de vehículos. A Chevrolet, Fiat, Geely, Hyundai, Emgrand y Orient, la empresa sumará los que comercializa y representa BOR S.A: Mitsubishi, JAC, Great Wall, DMC y Mondial.

Más allá de la representación y comercialización de marcas, que abarcará desde una moto hasta un camión, Fiancar se hará de la red de concesionarios, representantes y talleres que hasta el martes pasado eran propiedad de d´Arenberg.

La abultada cifra de la compra se mantiene en estricta reserva. Sin embargo, uno de los puntos del acuerdo que sí se dio a conocer es que el comprador absorberá la totalidad de la plantilla de funcionarios de BOR, que ronda el centenar de personas.

La negociación fue liderada por el ingeniero Gonzalo Amorim, quien se desempeñó durante 18 años como gerente general de BOR (se retiró en octubre del 2011), y Carolina Viola Villar, directora de Comunicación Institucional y Marketing del Grupo d´Arenberg, quien tiene en su haber la experiencia de haber intervenido en la venta de su empresa familiar El Maestro Cubano, que fue adquirida por Bimbo.

Las conversaciones entre ambas empresas comenzaron a mediados de julio pasado con un acuerdo «de palabra», luego se formalizaron con un due diligence y culminaron el viernes pasado con la firma del acuerdo en una servilleta. Formalmente el proceso de compra-venta se cerró en la noche del martes.

«Es un orgullo haberle vendido BOR a Grupo Fiancar, es una empresa uruguaya de tres generaciones que aman su negocio, ellos sienten el fuego que sentí cuando empecé con BOR hace 21 años y yo ya no tengo ni la fuerza ni la edad para estar tan diversificada en Uruguay», remarcó D´Arenberg y enfatizó que se concentrará en su primer amor: el campo.

«He hecho un negocio, pero también gané muchos amigos, encontré en esta familia (Lempert) personas que comparten nuestros valores de honorabilidad, seriedad y responsabilidad», subrayó la empresaria, que además posee negocios con su familia en Canadá y Europa.