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El último Blockbuster del mundo se mantiene abierto por el efecto nostalgia

Videoclub genera ingresos con souvenirs y hospedajes a través de AirBNB

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Relax y cine. El videoclub en Bend ofrecía alojamiento a través de Airbnb.
Relax y cine. El videoclub en Bend ofrecía alojamiento a través de Airbnb.

Cuando alquilar una película era una aventura y los videoclubes se encontraban en auge, la cadena Blockbuster se posicionaba como una de las principales en entretenimiento en todos los países. Hoy, en tiempos de streaming, el último local del mundo de la compañía resiste por mantener sus puertas abiertas, e intenta prosperar mediante la venta de su merchandising y con eventos como el alquiler del lugar por Airbnb para disfrutar de una noche como en los años 90.

Tras alcanzar su apogeo entre los años 90 y mediados de los 2000, la cadena empezó un declive que llevó al cierre progresivo de sus locales (ver aparte).

Hoy solo queda uno abierto, ubicado en Bend (Oregon, EE.UU.), que opera como tienda desde 2002, y la mayoría de sus ventas provienen de productos con el logo de la marca. El local sigue abierto prácticamente gracias al gran número de turistas que llegan al lugar atraídos por la nostalgia, se toman fotos y compran un recuerdo, como remeras con la frase: «¡Último éxito de taquilla en EE.UU.!», gorras, llaveros y calcomanías que dicen: «Sobreviví junto con el último Blockbuster».

Blockbuster
Blockbuster

Además, el local puede continuar abierto porque los propietarios, Ken y Debbie Tisher, tienen un acuerdo con Dish Network, el dueño de la marca, para poder continuar utilizando el nombre por varios años más.

Noche retro

Luego de la pandemia, las ventas bajaron a niveles impensados, por lo que los dueños de la última tienda decidieron crear otro negocio: alquilar el lugar por la plataforma Airbnb. «Cuando llames para esta estadía, vas a reservar una noche en los años 90, pero esta vez no tendrás que rogar a tus padres para alquilar la última película de terror: ¡te daremos las llaves de toda la tienda!», decía el anuncio publicado en el sitio web.

Los cinéfilos del condado de Deschutes pudieron alquilar por US$ 4 la noche alguno de los tres alojamientos para cuatro personas disponibles. «Ya sea que quieras quedarte despierto hasta el amanecer o desmayarte en el sofá, hemos creado el espacio perfecto para que te sientas cómodo con los ‘nuevos lanzamientos’ de los 90. ¡Y recuerda, la tienda es toda tuya por la noche!», agrega el anuncio.

Cada uno de los tres espacios incluía muebles, decoraciones y también diferentes snacks para comer mientras disfrutaron de las películas. Además de la posibilidad de recorrer los pasillos y de elegir, como en los viejos tiempos, qué VHS ver en la pantalla.

Ascenso y caída de un gigante

La primera sucursal de Blockbuster abrió el 19 de octubre de 1985 en Dallas, Texas, de la mano del empresario David Cook. Uno de los puntos fuertes de la compañía era su amplio catálogo con unos 6.500 títulos a disposición de los clientes. El modelo de negocio resultó un éxito para la época propiciando la expansión de la compañía, primero a nivel nacional y luego al resto del mundo (Europa y Latinoamérica), durante 1990 y principios de los años 2000.
En 1994 la cadena fue adquirida por el grupo de medios Viacom por más de US$ 7.700 millones. Un año después Blockbuster controlaba un 25% del negocio mundial de alquiler de películas.
En su camino, la cadena tuvo la oportunidad de comprar Netflix en el año 2000 por unos US$ 50 millones. Sin embargo, la empresa rechazó la propuesta para mantenerse en su modelo de negocio, basado en la visita de los clientes a las tiendas, en vez de llevar las películas al hogar de los consumidores como proponía Netflix.

En 2004, Blockbuster vivía su momento de apogeo y contaba con más de 9.000 locales.

Sin embargo a fines de los años 2000 la compañía se declaró en quiebra, y terminó en manos de Dish Network, la cual fue cerrando los locales de lo que llegó a ser un imperio.

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