El que salvó a J&J del sabotaje de Tylenol

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Los altos ejecutivos de cualquier empresa muestran su talla como gestores y capacidad de liderazgo cuando las cosas se tuercen. Y es precisamente lo que pasó con James Burke cuando estuvo al frente del conglomerado de la salud Johnson & Johnson. Lidió con una situación de pánico generalizado entre los consumidores por el sabotaje del Tylenol.

Burke, fallecido el 28 de setiembre a los 87 años, fue consejero delegado de J&J entre 1976 y 1989. Su perfil oficial dice que introdujo a la compañía en nuevas áreas del negocio de la salud, con productos como las lentes de contacto o para la diabetes. Además, bajo su mandato inició las primeras operaciones en China.

Nadie pone en duda que fue uno de los grandes líderes en la historia empresarial estadounidense. La revista Fortune le nombró en 2003 como uno de los 10 mejores consejeros delegados de la América Corporativa. Y como dice Alex Gorsky, el recién asignado jefe de J&J, fue una persona que inspiró a mucha gente.

Nació en Rutland (Vermont) en 1925. No fue el único en su familia que llegó a lo más alto. El nombre de su hermano Daniel se asocia con una de las mayores compañías de medios de EE.UU. y el hijo de éste, Stephen, es desde enero el consejero delegado de NBC Universal.

Empezó a trabajar para J&J en 1953, como director de producto en una de sus filiales. Llevaba seis años al frente de la firma de New Brunswick cuando siete personas murieron por envenenamiento en Chicago tras ingerir cápsulas de Tylenol, el analgésico más vendido. El consejero delegado reaccionó de forma decidida, retirando el producto del mercado y modificando el empaquetado del mismo. Su respuesta a la crisis es ahora un ejemplo de estudio en las escuelas de negocios más prestigiosas del país como Harvard, donde estudió. EL PAÍS DE MADRID

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