Drones que aplican fitosanitarios o siembran, "lo que se viene" en el campo uruguayo

El director de DJI Uruguay, Miguel Remuñan, dijo que esta tecnología es "la disrupción del siglo XXI" y explicó cómo el Estado y las empresas privadas están incorporando estos equipos a sus actividades

Miguel Remuñan
Miguel Remuñan
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Miguel Remuñan es montevideano, pero se crió en Minas, y si bien pensó en estudiar Medicina, eligió el camino de la tecnología. Tiene 48 años, está en pareja y en 2018 compró la empresa para la que trabajaba como técnico reparador de drones, representante de la grifa DJI en Uruguay. Según contó, le sorprendió la evolución de la marca y su nivel de crecimiento, ya que al principio «costó la implantación de la tecnología» en el país, dijo. Es el presidente de la Asociación Uruguaya de Drones y destacó que la organización apoya a la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia) en la renovación de la normativa detrás del uso de los drones, que es de 2014 y «se está aggiornando».

Da Jiang Innovations (DJI) es una marca de origen chino, ¿cómo llegó a Uruguay?

Sí, DJI es una marca 100% china, no tiene capitales de Apple, como mucha gente piensa, tampoco tiene nada que ver con el gobierno chino. Llega a Uruguay de la mano de Baynal SA en 2014, cuando vimos que esto (los drones) podía ser algo bastante importante, como esas tecnologías disruptivas, como fueron los celulares o los televisores LCD. Se puede decir que las tecnologías disruptivas del siglo XXI son los drones. Dijimos «esto es lo que se viene», fuimos a China, negociamos la representación y empezamos con las primeras órdenes de compra. Estamos cumpliendo 10 años este mes.

¿Trabajaba con drones antes de adquirir la representación de DJI?

En 2012 compré mi primer equipo de la marca para empezar a indagar en las imágenes aéreas. Me vinculé con Baynal, era su técnico reparador, y en 2018 adquirí la empresa y a partir de ahí le dimos un impulso muy fuerte.

¿Qué tipo de equipos ofrece su empresa?

DJI tiene tres líneas importantísimas. La línea de consumo, que involucra a los drones chicos que se usan para audiovisual, además las cámaras de acción y estabilizadores para cámaras. La línea Enterprise, que son drones grandes que tienen un montón de posibilidades que normalmente no están disponibles para el público, como cámaras con súper zoom, reconocimiento de matrículas o caras con inteligencia artificial (IA), cámara térmica de nivel militar, cosas que normalmente le vendemos al Estado. El Ministerio del Interior es uno de nuestros principales clientes, licitaciones mediante. Le proveemos para el control de fronteras y otras cosas, se puede decir que el ministerio está en la cresta de la ola en lo que tiene que ver con tecnología de este tipo. Y también tenemos la línea agrícola, con la que salimos fuerte al mercado el año pasado, abriendo cuatro nuevos locales para estar cerca de los productores. Tenemos tiendas en Montevideo, Salto, Treinta y Tres, Colonia y Mercedes. La línea agrícola tiene que ver con drones que se usan para aplicar fitosanitarios o sembrar. Tienen grandes ventajas, primero el precio: valen la décima parte que un equipo de aplicación tradicional, el «mosquito»; luego, la versatilidad, al no pisar el campo te ahorrás la huella y podés generar 5% o 6% más de rendimiento en la cosecha, y en estos días, después de que ha llovido y no se puede entrar a los cultivos no hay otra manera de hacer aplicaciones que no sea con un dron.

Además de Interior, ¿otros organismos del Estado han invertido en esta tecnología?

Prácticamente todos los ministerios, UTE, OSE, Ancap y las intendencias. Por ejemplo, el Ministerio de Ambiente utiliza drones para ver las zonas de protección ambiental. Y la Intendencia de Maldonado utiliza equipos con cámaras multiespectrales para seguir el movimiento de las dunas. Hacen un relevamiento fotogramétrico y en la computadora lo tienen en tres dimensiones. Con una precisión milimétrica pueden hacer cálculos de distancias, perímetros, un montón de cosas. Todo eso permite hacer una trazabilidad de contaminantes, de efluentes, de cómo crecen los campos, pestes en cultivos, etcétera. Y con las cámaras comunes se hace de todo, desde la parte de marketing hasta utilizar equipos con cámaras térmicas, reconocimiento facial o IA, como utilizan los ministerios del Interior o Defensa, o el Control de Fronteras. El Estado cuenta con estas tecnologías desde hace varios años, y por eso se ha visto una merma en determinados delitos o tipos de dolo. 

¿Cuántos equipos vende DJI anualmente en Uruguay?

En 2014 teníamos órdenes muy chiquitas, habremos vendido 50 o 60 equipos. Eso fue evolucionando y en 2019 y 2020 hubo un pico muy grande en ventas, se dio un «boom» en la línea de consumo, vendimos entre 800 y 1.000 equipos por año y luego llegamos a una «meseta». Hoy se mantiene en esas cifras o está un poco más abajo año a año, porque el mercado está un poco saturado. Normalmente lo que se venden son drones nuevos a gente que ya tiene su equipo o lo vendió. La línea Enterprise está llegando a su meseta, ya se conoce la tecnología, no tenemos que salir a ofrecerla. Y la línea agrícola está creciendo año a año. Estamos poniendo muchísimo foco en eso porque es lo que se viene, es una tecnología que llegó para quedarse, realmente funciona e involucra un cambio de cabeza del productor (rural) en cuanto a la logística, la cantidad de productos que hay que usar, cómo se mezclan, etcétera.

Estos equipos permiten ir hacia lo que se conoce como «agricultura de precisión», ¿DJI Uruguay alquila equipos para aplicar fitosanitarios?

Exactamente, pasa por ahí, por la profesionalización de la persona que aplica, para que no haya fitotoxicidades, que no se generen resistencias (de las plagas frente a los agroquímicos) y que no quede mal aplicado el producto.

No alquilamos equipos. Baynal SA se encarga de la representación (de la marca) y la importación de los equipos, y hacemos mucho hincapié en la posventa, donde está la diferenciación. Hay un ecosistema que gira alrededor del equipo, eso tiene que ver con la posventa, estar con el cliente para escuchar sus dudas e ideas. Tenemos también el servicio técnico, hay un montón de dinero invertido para que hasta el último tornillito que le falle al equipo se pueda solucionar en tiempo real. Los equipos agrícolas son maquinaria agrícola y el campo no espera.

Próximamente DJI Uruguay abrirá un centro de capacitación para pilotos de drones, ¿cómo es la propuesta?

Sí, es un DJI Academy que estará ubicado enseguida de pasar José Pedro Varela, en la ruta 8 km 259.500. El otro centro de este tipo está en Chile. Acá vendrá a capacitarse gente de otros países para tener certificaciones. La inauguración será en mayo con la presencia de autoridades de gobierno mostrando su apoyo a esta iniciativa que tiene que ver con generar puestos de trabajo, cuidar el campo, hacer un uso más racional del agua y de los agroquímicos, con el mejoramiento de suelos, que es importantísimo.

Hay dos líneas de trabajo, el productor que adquiere su equipo tiene una capacitación teórico-práctica incluida en la compra de ese dron; y después está la gente que quiere involucrarse y formarse como piloto de drones aplicadores. Ahí hay un campo muy grande, hoy hay más productores y cultivos necesitando aplicaciones con drones que empresas con equipamientos y pilotos para poder hacerlo, se está generando un cuello de botella. Hay clientes que han adquirido hasta cinco equipos para brindar estos servicios.

Se visualiza una oportunidad de negocio en esa área...

Es una oportunidad enorme, esto se está haciendo gigante. No sólo no les da el tiempo para tantas aplicaciones sino que no consiguen tantos pilotos. Nuestro centro se va a encargar de profesionalizar a esos pilotos en el uso correcto de los equipos, para obtener el resultado que se necesita, en el manejo de los fitosanitarios y en el uso racional del agua, como corresponde.

¿Cuánto dinero se invirtió en el centro de capacitación?

Hoy llevamos invertidos US$ 450.000. Hablamos de un campo de cinco hectáreas a dos kilómetros de José Pedro Varela, sala de conferencias para 45 personas, baños con duchas, una cocina muy amplia, oficinas, un taller de reparación donde están todos los repuestos disponibles y las herramientas certificadas por la marca. 

¿Se imaginaba en 2014 este desarrollo tecnológico?

No, en aquel momento era soñar nada más, pensar un poquito que esta tecnología se venía. El cielo era el límite para todo esto. Con DJI hay que sacarse el sombrero por el nivel de desarrollo que lleva y lo que invierte en I+D (investigación y desarrollo). En su sede en Shenzen trabajan 10.000 personas, y el público y los empleados de DJI sólo pueden visitar y trabajar en el lado izquierdo del edificio, el lado derecho es para I+D y es totalmente secreto, sólo está el propietario y la gente que trabaja en ese sector. Es impactante el nivel de seguridad, porque hay muchísimo espionaje industrial entre las propias empresas que se dedican a drones. El nivel de innovación es impresionante. China está 20 o 30 años en el futuro y cuando visitás DJI lo corroborás. Las empresas tecnológicas hoy son chinas, por más que sean de EE.UU. o Europa se produce en China. No tienen manera de frenar al gigante asiático y DJI es parte de eso, fabrica todo, desde el primer tornillito hasta la última placa madre o subcámara. DJI está presente en todo el mundo a excepción de Rusia y Ucrania por la guerra. Como DJI no participa de esto y sus equipos se utilizaron de mala manera cortó absolutamente todo, si prendés allí un dron de DJI no funciona, porque la empresa intenta no verse involucrada en ningún tipo de conflicto. Es una compañía de drones de uso civil, no tiene nada que ver con espionaje ni enfrentamientos bélicos. Hoy DJI oscila entre el 78% y el 84% del mercado mundial de drones de uso civil, y su facturación supera el PBI de Uruguay.

Los precios de los drones y los requisitos para poder volar

¿Qué requisitos debe cumplir quien adquiere un dron?

Si compras un dron para uso recreativo debe pesar menos de 25 kilos, lo que parece un disparate, la idea es bajarlo a dos kilos en la nueva normativa de Dinacia. No volar sobre la ciudad ni aglomeraciones de personas, tener en cuenta que el dron debe estar a la vista, entre 500 y 600 metros, y de ahí se desprende que no se puede volar de noche. Si vas a lucrar con tu equipo tenés que obtener la licencia de operador de dispositivos aeroperados a distancia, un examen teórico-práctico que da los conocimientos básicos. Tenés que registrar tu aeronave con una matrícula, tener un seguro de responsabilidad civil o contra terceros y registrar tu empresa en Dinacia como proveedora de servicios aéreos.

¿Cuánto valen los drones de DJI Uruguay?

Los equipos de consumo andan en el entorno de los US$ 1.000 hasta US$ 10.000, equipos con más cámaras y de uso más profesional. La línea Enterprise arranca en los US$ 9.000. Los agrícolas van desde US$ 26.990 a US$ 43.000. No hay un dron mejor que otro, depende de a qué te dediques el equipo que más te servirá.

Cifras del negocio

  • 450 mil dólares invirtió DJI Uruguay en la creación de su centro de capacitación para pilotos de drones aplicadores, que se ubicará en Treinta y Tres y se inaugurará en mayo de este año.
  • 43 mil dólares cuestan los drones más caros que ofrece DJI Uruguay, diseñados para aplicar agroquímicos y sembrar. Estos forman parte de una de las tres líneas de equipos de la marca.
Apuntes de carrera

2014: Remuñan se vincula con la empresa Baynal SA (representante de DJI en Uruguay) y se integra al equipo como técnico reparador de drones.

2015: En setiembre de este año se crea la Asociación Uruguaya de Drones ante la necesidad de apoyar en la normativa y regulación del uso de la tecnología.

2018: «Con muchísimo esfuerzo», según recuerda, Remuñan adquiere Baynal SA, la empresa para la que trabajaba desde hacía cuatro años.

2023: DJI Uruguay comienza con la apertura de locales en el interior del país, en un plan de expansión que tiene como objetivo tener «al menos 14 locales».

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