Carrasco se pone glam

| El empresario argentino Alan Faena busca quedarse con el Hotel Carrasco, al que promete devolverle los brillos de antaño y convertirlo en un negocio viable

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La Intendencia Municipal de Montevideo se apresta a recibir el próximo miércoles 28 "decenas" de expresiones de interés de inversores locales e internacionales para desarrollar proyectos en la ciudad que involucran mayoritariamente los barrios de Carrasco, Buceo y Punta Carretas.

La comuna dio tiempo hasta esa fecha para que los interesados presenten sus ideas y, luego de estudiados los planes de negocio, llamará a licitación pública inspirada en los mismos. En caso de que los pliegos se basen en alguno de los proyectos en particular, este último contará con puntos adicionales en el proceso competitivo. Las autoridades municipales están muy entusiasmadas con las "consultas de todo el mundo" recibidas para invertir en la capital uruguaya, interés que fundan en la recuperación de la economía regional y en la inclinación de los capitalistas por apostar sus fichas a las limitadas zonas de playa.

De concretarse finalmente parte de los proyectos que hay en danza, la capital recibiría, en una hipótesis moderada, inversiones por U$S 500 millones, aseguraron entusiasmadas fuentes de la Intendencia vinculadas al proceso. Los informantes dijeron que Montevideo podría replicar próximamente el boom de la construcción que vive actualmente Punta del Este con proyectos pensados para el mercado internacional.

Con aires de grandeza. Más allá del entusiasmo oficial con el llamado a expresiones de interés para toda la ciudad, las consultas de inversores por el Hotel Carrasco (ese molesto problema que aguijonea al gobierno municipal desde hace años) animan sobremanera a la comuna. Como si con lo antedicho no bastase, la principal sorpresa que traerá este proceso será la presentación de un proyecto por parte del argentino Alan Faena, ícono cool porteño y posiblemente el desarrollador inmobiliario más exitoso de Buenos Aires en el último lustro.

Aunque el plan del argentino permanece guardado bajo siete llaves, la idea principal del mismo es restaurar el hotel para que éste luzca como en sus épocas de esplendor (ver página 4).

Faena, el mayor desarrollador inmobiliario en Puerto Madero, es alguien que jamás usa corbata y que se hizo famoso, entre otras cosas, por aparecer en todas las fotos con un llamativo sombrero blanco de cowboy. Aquello de que el hábito no hace al monje parece hecho a su medida: a pesar de su imagen extravagante -que posiblemente le haya jugado en contra a la hora de hacerse un lugar en el establishment local- se convirtió en el principal referente en el mercado del real estate para inversores internacionales, que no dudaron en financiar con más de 300 millones de dólares sus proyectos en Buenos Aires.

Faena nació el 28 de noviembre de 1963 y proviene de una familia de empresarios textiles. Por esta razón no sorprende que su debut en el mundo de los negocios se haya concretado en el rubro de la indumentaria, cuando con sólo 18 años creó la marca de ropa Via Vai, asociado con la que en ese momento era su pareja, Paula Cahen d` Anvers. Via Vai rápidamente se convirtió en un referente en el mundo fashion -que llegó a facturar U$S 30 millones anuales- y transformó a Faena en un personaje público, lo que igualmente no fue obstáculo para que, a mediados de los 90, decidiera desprenderse de la empresa, anticipándose a los ciclos que sufren la mayoría de las marcas de moda, que después de vivir su momento de mayor apogeo inician en forma inmediata su declinación.

De su vida privada no le gusta hablar. Su última pareja conocida públicamente fue la actriz Leticia Brédice y antes había estado casado con la modelo Natalia Lobo.

Después de vender la marca de ropa, Faena se fue a vivir al campo La Boyita, en las afueras de Punta del Este, donde se dedicó a dos actividades: cuidar su jardín y planear su ingreso en el mercado inmobiliario. Cuando en el año 2000 adquirió el primer terreno en Puerto Madero, poco antes de que se desatara una de las peores crisis económicas en la historia de la Argentina, la mayoría de los que hoy son sus colegas en el mercado inmobiliario lo miraban con desconfianza y, en algunos casos, hasta con sorna.

"La verdad es que, en ese momento, todos pensábamos que Alan estaba loco y que los proyectos que anunciaba en Puerto Madero iban a ser simplemente eso: proyectos", reconoce un empresario con una larga trayectoria en el rubro inmobiliario.

Hoy nadie duda del talento marke- tinero de Faena y de su capacidad a la hora de "vender" sus proyectos inmobiliarios. "El hotel no funciona muy bien en materia de ocupación pero, considerado en forma integral, es un gran negocio, ya que le sirve para posicionar y revalorizar el resto de las propiedades que tiene en la zona", sostiene el ejecutivo de una cade-na internacional que compite con el Faena Hotel + Universe en el segmento de esta-blecimientos cinco estrellas. Inaugurado en noviembre de 2004, el glamoroso y a la vez bizarro establecimiento ha albergado a la farándula internacional que pasa por Buenos Aires (los Rolling Stones, U2 y Robbie Williams, por ejemplo), al tiempo que valorizó la zona y, por ende, los emprendimientos contiguos del empresario.

Su hotel es sólo una pieza del complejo urbanístico El Porteño Building, que también incluye un área residencial de 85 departamentos; además, El Porteño reúne dos edificios premium, un comercio y hasta un museo propio.

Faena asegura que las críticas de sus colegas empresarios lo tienen sin cuidado. "No me molesta que hablen de mi sombrero blanco, porque mientras algunos hablan de cómo me visto, debajo de mi sombrero yo sigo pensando en nuevos proyectos, que después se vuelven realidad. Todo lo que dijimos se cumplió. Muchos decían que era imposible que hiciéramos el hotel o que vendiéramos departamentos a 3.000 dólares el m2. Y hoy, el hotel funciona a pleno, no nos quedan departamentos libres y, en la reventa, el m2 se está pagando por encima de los 4.500 dólares", sos-tiene.

Desde que ingresó en el negocio inmobiliario Faena carga con una cruz: explicar de dónde salieron los fondos para financiar sus proyectos en Puerto Madero. Anticipándose a las críticas y acusaciones acerca de lavado de dinero, el ex dueño de Via Vai decidió de entrada presentar públicamente en Buenos Aires a los distintos inversores internacionales que están financiando su empresa Faena Properties.

La lista de inversores está encabezada por los hermanos Christopher y Robert Burch, dos millonarios estadounidenses que hicieron su fortuna con la marca de ropa Eagle`s Eyes y hoy son dueños del fondo de inversión Red Badge. A los Burch, los conoció por algunos amigos en común que los presentaron cuando Faena estaba a la búsqueda de un inversor que le financiara la compra del viejo silo de Puerto Madero donde hoy funciona su hotel. El ex dueño de Via Vai ha-bía señado el terreno que le pertenecía al grupo Obras Civiles, de la familia Ganzábal, pero para completar la compra necesitaba del aporte de un inversor después de que se cayera el crédito bancario que tenía preotorgado.

Los hermanos Burch no sólo financiaron la compra, sino que también fueron la puerta de entrada para llegar a los otros dos multimillonarios que completan el grupo de inversores que están detrás de Faena Properties: Len Blavatnik y Austin Hearst. El primero es un ruso nacionalizado norteamericano que mediante su fondo de inversión Access se especializa en invertir en negocios riesgosos, y en algunos casos polémicos, como TNK-BP, la tercera petrolera de Rusia. Hearst, por su parte, es el heredero del imperio de medios Hearst Corporation, dueño de las señales de TV por cable Cosmopolitan, The History Channel y ESPN, entre otras empresas. (Con información de La Nación, GDA)

Arquitectos top, la carta ganadora

El proyecto más importante que tiene entre manos Alan Faena ahora es el complejo que está levantando con el arquitecto inglés Norman Foster en un terreno ubicado enfrente de su hotel de Puerto Madero. El complejo superará en superficie a todo lo construido por su grupo en la zona. Se trata de un desarrollo mixto que combinará viviendas, locales comerciales y un centro cultural de 6.000 metros cuadrados.

Foster no es el primer arquitecto de fama internacional con el que trabaja Faena. Justamente, el Faena Hotel + Universe que se construyó en un viejo silo aban- donado y hoy forma parte de Leading Hotels (la red de hoteles independientes de lujo más importante del mundo), fue diseña- do por el francés Phillipe Starck, quien entre otras cosas diseñó el exclusivo hotel Delano de Miami.

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