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Uruguay, más eficiente que el promedio en progreso social

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Michael Green. Foto: Ariel Colmegna

UN INDICADOR QUE COMPLEMENTA AL PIB, SE APLICA EN UNIÓN EUROPEA Y A LA MITAD DE LA POBLACIÓN MUNDIAL

Uruguay es más eficiente que el promedio mundial en transformar crecimiento económico en progreso social, señala Michael Green, director ejecutivo del Social Progress Imperative. 

Michael Green. Foto: Ariel Colmegna
Michael Green. Foto: Ariel Colmegna

LUIS CUSTODIO - [email protected]

Impulsa el Índice de Progreso Social, como complemento de la medición del PIB, para mejorar la sociedad. Este es un resumen de la entrevista.

—¿Qué representa progreso social?

—La idea fundamental de progreso social es que necesitamos una medida multidimensional para poder aproximarnos a él y que las medidas de éxito basadas en el Producto Interno Bruto (PIB) son incompletas. La idea del índice de Progreso Social es generar una medida que complemente el PIB, pero que no lo reemplace.

—¿Qué opinión le genera que los países tomen el PIB como indicador básico?

—El PIB fue una gran creación hace ochenta años porque decía que teníamos que hacer crecer la torta económicamente. Pero, cuando el economista que lo creó, el estadounidense Simon Kuznets decía que no lo usáramos como una medida del bienestar de nuestras sociedades porque es una herramienta macroeconómica, pero no una medida de bienestar de la población, lamentablemente lo ignoramos y terminamos con sociedades que son motores de crecimiento económico pero no de bienestar.

—¿Ingresos no es lo mismo que bienestar?

—Así es.

—¿De allí parte la idea de generar un indicador como el que han creado?

—Sí. El Índice de Progreso Social plantea tres preguntas básicas sobre la sociedad: primero, como sociedad si somos capaces de satisfacer las necesidades básicas de la población, para lo que se utilizan viarios indicadores agregados en cuatro componentes. Tenemos nutrición, cuidados médicos básicos, seguridad personal, etc. Tenemos una segunda dimensión que responde a la pregunta de si la sociedad está creando cimientos para que las personas puedan mantener o mejorar su calidad de vida actual y para eso tenemos indicadores que se agrupan igual en cuatro componentes porque tenemos acceso a información como educación básica, indicadores de calidad medioambiental, etc. Finalmente, la tercera dimensión tiene que ver con oportunidades, es decir, si la sociedad está generando las condiciones como para que las personas puedan perseguir sus sueños y aspiraciones y alcanzar así su pleno potencial. Por eso, tenemos indicadores en áreas como tolerancia, inclusión, libertades personales y acceso a educación, entre otros.

—¿El cruce de esos tres criterios del índice más la actividad, el PIB, el comportamiento de la economía, juntos, dan una visión de cómo está un país?

—En efecto, nos da un panorama más completo de cómo le va a un país. Lo que encontramos es que los países que tienen altos niveles de ingresos, no son buenos al transformar ese crecimiento económico en progreso social. Por ejemplo, es el caso de Estados Unidos, que es un país rico pero que no transforma de manera eficiente esa riqueza en progreso social. Por eso, cuando lo comparamos con otros países de un nivel de ingreso similar, por ejemplo, Estados Unidos aparece con un nivel de desempeño inferior a su potencial. En cambio, del otro lado tenemos países como Costa Rica que tienen un PIB a poder de paridad de adquisición —para hacerlo comparable— relativamente bajo, pero que tienen un desempeño en progreso social bastante significativo. Esto nos conduce a pensar qué se puede aprender de esas dos situaciones. Por suerte, el caso de Uruguay es igual de bueno, ya que muestra un buen desempeño en progreso social en relación con su PIB.

—Nos quedamos con una mirada muy corta cuando vemos el desempeño económico de un país y que puede estar escondiendo una situación social diferente.

—Es correcto. La mirada que tiene el PIB es limitada porque ignora muchos aspectos del bienestar de las personas. El PIB nos indica que hacer más prisiones y bombas es progreso, pero no dice nada sobre cómo estamos manteniendo el medio ambiente, ni de la calidad de nuestra sociedad, ni de cómo le va a los más pobres. Es una perspectiva muy cruda sobre cómo le va a una sociedad.

—¿Por qué piensa que no está más difundido el ndice de Progreso Social?

—Es una cuestión de tiempo, ya que hemos operado durante cuatro años. Tenemos una presencia en quince países de América Latina, la Comisión Europea lo ha adoptado para los 28 países de la Unión Europea y en poco tiempo lo lanzaremos en India para 1.300 millones de personas. Creo que estamos cerca de cubrir cerca de la mitad de la población del mundo. Adonde sea que voy en el mundo, todos saben que el modelo de crecimiento económico, de por sí, está quebrado. Se necesita otra cosa. Ocurre hasta en China, pese al crecimiento económico espectacular que ha tenido y los beneficios que ello le ha traído. En China, hay ciudades que dejaron de medir el PIB porque consideran que no tiene utilidad para solucionar los problemas. La gente se da cuenta que necesitamos, con rapidez, un nuevo paradigma.

—Como definición, ¿podemos decir que hace falta una nueva manera de mirar a las sociedades y al mundo y que a partir de estos ya se tiene?

—Necesitamos definir las sociedades que queremos, medirlas y crear las herramientas para que los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil puedan construir esas sociedades que realmente queremos.

—Y, para estar en línea con los objetivos del desarrollo sostenible que votaron todos los países, ¿esta es una buena aproximación para ponernos en carrera en ese camino?

—Es una medida que ayuda a crear un espacio de comunicación, primero para que todos los ciudadanos definamos qué sociedad queremos, y segundo, para que las autoridades respondan y rindan cuentas de si están haciendo las políticas apropiadas para ese tipo de vida que queremos.

—Entre los países que se ha trabajado en ese sentido está Uruguay. Me gustaría que comentara de la valoración que hace a partir de este trabajo.

—Uruguay está 43° en el mundo en PIB per cápita en términos de paridad de compra, pero 31° en progreso social. Por tanto, en relación el PIB, Uruguay hace una buena labor de convertir su PIB en progreso social. Eso nos dice que está mejor clasificado en el puntaje que tiene en progreso social en relación con su clasificación del PIB. Si vemos la curva que correlaciona el crecimiento económico con progreso social, Uruguay está por encima de la curva. Por tanto, es más eficiente que el promedio mundial en transformar progreso económico en progreso social.

—En las tres dimensiones, Uruguay tiene un puntaje muy favorable en igualdad de oportunidades.

—Esto es muy interesante porque vemos que los países, incluyendo los más ricos, enfrentan los mayores problemas en materia de igualdad de oportunidades. En cambio, Uruguay lo hace bastante bien en términos relativos. Eso significa que está resolviendo los problemas difíciles y le quedan pendientes algunos problemas que parecerían más fáciles.

—Pueden parecer más fáciles, pero son básicos. Hay dificultades en temas de seguridad, salud y acceso a la vivienda que son fundamentales para una sociedad.

—Lo que estamos viendo es una comparación relativa con países que tienen similar nivel de ingreso per cápita. Por tanto, no significa que los problemas sean fáciles de resolver, sino que hay un potencial grande para resolverlos. En acceso a conocimientos básicos o educación, vemos que Uruguay tiene muchos puntos rojos. Eso significa que muchos países con su nivel de ingreso per cápita obtienen mejores resultados. Tendríamos que aprender qué hacen mejor esos otros países en términos de acceso a conocimientos básicos. Uruguay, con su nivel de ingreso, podría hacerlo mucho mejor. No sé por qué no lo hace. Eso tendría que decirlo usted. Pero, no hay excusa para que no lo haga mejor.

Realizan un proyecto piloto con la Intendencia de Treinta y Tres.

—¿Los países tranqueados son de PIB similar?

—De los 128 países, se elige un grupo. Se compara a Uruguay con quince países de PIB similar. Eso incluye a Rumania, Turquía , Irán Panamá, Chile, Azerbaiyán, Bulgaria, Argentina, Croacia, Bielorrusia, Kzajistán, Islas Mauricio, Letonia, México, y Hungría. Comparamos a Uruguay con países de riqueza similar. En algunas áreas, lo hace mejor y en otras no.

—¿Cuáles son las otras claves que buscan para el mejor desempeño de Uruguay en esta comparación?

—No se busca dar una explicación, sino disparar el debate, planteando las preguntas, para que el gobierno y la sociedad se pregunten por qué en términos relativos no se logran los mejores resultados.

—¿Ha tenido contacto con el gobierno de Uruguay?

—Hemos pensado comenzar al nivel subnacional y pensado hacer un proyecto piloto en Treinta y Tres para medir el progreso social. Recibimos un fuerte apoyo del Intendente de Treinta y Tres y de los directores que están fuertemente involucrados, así como de todos los partidos políticos, de diputados de ese departamento y del sector privado. El siguiente paso es conversar con el gobierno nacional y en particular con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.

—Esto necesita un funcionamiento en asociación de públicos y privados. ¿Cómo es ese accionar?

—Se trata de una colaboración que asocie al gobierno, al sector privado y a la sociedad civil. Todo será guiado por los propios actores en Uruguay. El modelo no tiene por finalidad imponer el progreso social en Uruguay, sino si hay un grupo de gente que quiere usar este instrumento para lograr el cambio. Todo lo que se logre surgirá de esa red en Uruguay.

perfil
Michael Green. Foto: Ariel Colmegna
Michael Green.

Economista de formación, fue funcionario jerárquico en el Departamento de Desarrolllo Internacional del Reino Unido. En la actualidad es el Director Ejecutivo del Social Progress Impertive.

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