Publicidad

Estados Unidos y la inflación: la ira de los halcones del dinero

Compartir esta noticia
Foto: Getty Images

OPINIÓN

Los consumidores esperan mucha inflación a corto plazo, pero no tanto a mediano plazo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

La inflación en los Estados Unidos probablemente haya tocado techo.
Me doy cuenta de que al decir eso, debo admitir que no advertí en su momento lo que podía pasar con la inflación. Gran parte de la inflación actual refleja enormes aumentos de precios en sectores fuertemente afectados por las distorsiones pandémicas o, últimamente, por la invasión rusa de Ucrania, pero en este punto, las medidas que intentan excluir estos factores excepcionales también se están disparando, lo que sugiere que la economía estadounidense, como un todo, se está sobrecalentado.

Pero la economía probablemente se esté enfriando a medida que el endurecimiento monetario de la Reserva Federal gana terreno. Y el flujo de noticias sobre la inflación ha cambiado de carácter. Durante la mayor parte del año pasado, casi todos los informes sobre precios sorprendieron al alza.

En estos días, muchos informes, aunque no todos, sorprenden a la baja. Las medidas que intentan medir la inflación subyacente, como el deflactor de consumo "básico", en su mayoría, aunque no todas, están cayendo.

Además, no hay ningún indicio en los datos de que la inflación se esté afianzando. Los consumidores esperan mucha inflación a corto plazo, pero mucho menos a medio plazo.

Los trabajadores esperan ver aumentos de solo alrededor del 3% durante el próximo año, apenas por encima de las normas históricas.

Los mercados han notado las noticias relativamente buenas sobre la inflación. Podemos calcular más o menos directamente las expectativas de inflación del mercado observando la "tasa de equilibrio", el diferencial de la tasa de interés entre los bonos estadounidenses ordinarios y los bonos que están indexados para proteger a los inversores contra la inflación. Y las tasas de equilibrio han bajado mucho durante el último mes o dos.

Los funcionarios de la Reserva Federal también se han dado cuenta. Sin embargo, están muy lejos de declarar la victoria y volver a casa: las subidas de tipos de interés siguen estando muy presentes en la agenda. Pero algunos funcionarios hablan de una posible pausa dentro de unos meses, dependiendo de lo que muestren los datos en ese momento.

Los halcones monetarios están enfurecidos. Hace unos días, el inversionista multimillonario Bill Ackman llamó mucho la atención con un tuit en el que declaraba que los mercados se están derrumbando porque los inversores no creen que la Fed vaya a hacer su trabajo.

Si bien no sabemos con certeza si la inflación en sí está bajo control o no, la afirmación de Ackman de que "las expectativas de inflación se están saliendo de control" era claramente falsa dada la información del mercado y de las encuestas. Pero muchos otros se hacen eco de su furioso ataque al banco central, como puede ver con solo buscar "Fed detrás de la curva".

Entonces, ¿qué está pasando aquí? Para comprender el discurso actual sobre la inflación, debe tener en cuenta que hay un grupo importante de comentaristas económicos que siempre creen que la Reserva Federal está imprimiendo demasiado dinero. Creyeron esto durante las profundidades de la Gran Depresión; creyeron esto después de la crisis financiera mundial de 2008.

En el fondo, diría yo, los halcones monetarios están motivados por la política: por el temor de que el uso flexible de la imprenta deje demasiado espacio para un gran gobierno, y también quizás por la sensación de que imprimir dinero expropia su riqueza ganada con tanto esfuerzo. Y ese razonamiento le puede ganar a cualquiera; ciertamente me ha pasado a mí, aunque trato de combatirlo y admitirlo cuando me he equivocado.

Entonces, ¿cómo reaccionaron los halcones ante el aumento inflacionario de 2021-22? Con severas expresiones de preocupación, por supuesto. Pero no hay que leer mucho entre líneas para detectar un poco de júbilo subyacente de que esta vez, sus proclamas de fatalidad finalmente se estaban haciendo realidad.

Y algunos de ellos están claramente furiosos ante cualquier indicio de que el alcance de la fatalidad podría ser limitado. Han pasado años, incluso décadas, preparándose para celebrar, quiero decir deplorar, la estanflación. Y aunque, como escribí la semana pasada, es posible que estemos en un breve período de inflación alta (más o menos) y aumento del desempleo, probablemente esta no sea la estanflación que estaban buscando.

Así que, permítanme hacer una predicción condicional. Si la inflación baja, como, por ejemplo, espera la Oficina de Presupuesto del Congreso, el volumen de advertencias terribles sobre una inflación galopante en realidad aumentará, al menos por un tiempo. La buena noticia es que esta ola probablemente será transitoria.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad