Vuelve un símbolo de Fray Bentos

| Desde septiembre, Marfrig comenzó con la producción y exportación de corned beef a Gran Bretaña. En aquel país, el producto se volvió una parte de su cultura.

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El País

Muchos años antes de Botnia, Fray Bentos era famosa por su industria cárnica. Entre 1963 y 1979, con denominaciones alemanas (Liebig), británicas (Anglo) y uruguayas (Nacional), el frigorífico convirtió a la capital de Río Negro en "la cocina del mundo", y en un lugar donde "de la vaca todo se aprovecha, menos su mugido", algo sorprendente para la mentalidad europea, acostumbrada a utilizar solo el cuero y determinados cortes. Le dio trabajo a entre 3.000 y 5.000 fraybentinos, aproximadamente un tercio de la población de la ciudad. Y dejó un producto para la posteridad: el corned beef.

En septiembre, el frigorífico Marfrig comenzó nuevamente la producción de corned beef con el fin de exportarlo a Gran Bretaña, ahí donde este alimento se convirtió casi en una símbolo nacional durante las guerras mundiales del siglo pasado. Comenzó como una prueba piloto de seis meses. "Se trató de una oportunidad de negocios que la empresa identificó. Más allá del reconocimiento que pueda tener el producto, no se trató de una cuestión de melancolía", señala Marcelo Secco, director de Marfrig Uruguay.

Los primeros resultados parecen ser positivos. Tanto, que la prueba piloto se extendió un semestre más, hasta el 31 de agosto próximo, según afirman fuentes de la compañía. Este "revival" del corned beef mereció un artículo de la agencia de prensa francesa AFP, que indicó que hoy son enviados 25 contenedores con 20 toneladas por mes de esta "carne en granos" enlatada. Las mismas fuentes sostienen que eso significa una exportación mayor de lo que se estimaba al inicio de esta experiencia.

Las latas de corned beef hicieron famosos los nombres de Uruguay y Fray Bentos durante los años sangrientos de la primera mitad del siglo pasado. El historiador René Boretto, director del Museo de la Revolución Industrial, donde antes funcionaba el frigorífico, dice que un tanque de guerra fue bautizado con el nombre de la capital de Río Negro. "Otra anécdota interesante, recogida por tres universidades británicas y neocelandesas, señalan que dentro del coloquialismo de los soldados en la primera guerra mundial, cuando algo estaba muy bueno y no resistía una mejoría se lo llamaba `fribentos`".

Este producto no solo sirvió para alimentar a los soldados en el frente. También cruzó todas las capas sociales británicas. Cuando el príncipe Carlos visitó Uruguay en 1999 bromeó diciendo "recuerdo haber comido tanto corned beef que me salía de las orejas".

Los tiempos no son los mismos. En la planta fraybentina de Marfrig trabajan 126 personas en la producción de corned beef. Fuentes de la empresa dicen que actualmente se están haciendo los trámites para vender este producto en la plaza local. El que hoy se encuentra en algunas góndolas proviene de Brasil.

Este alimento se produce mezclando el trimming (recortes de carne no pegados al hueso), mezclados con carne tendinosa de la "carcaza" del animal, mezclada con aditivos, envasada y calentada para ser preservada. En Gran Bretaña hay una gran tradición de utilizarla en ensaladas, caldos, a la milanesa o como fiambre.

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