Tomar oxígeno está de moda

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M.I.L

Los beben a diario estrellas internacionales de la talla de la reina del pop Madonna y el actor Woody Harrelson. Hasta la modelo argentina Zaira Nara los probó en Montevideo y quedó encantada, según dicen. Los tragos oxigenados, así se les llama, cuentan ya con miles de consumidores en Japón, Rusia, Colombia y Estados Unidos. En éste último país existen más de 60 bares que siguen la tendencia. Se trata de espacios de relax, que muchas veces incluyen sillones masajeadores. Uruguay no es ajeno al fenómeno, y desde hace dos meses cuenta con un bar en Carrasco que ofrece esos mismos servicios.

"El lugar está dedicado a reponer energías, desintoxicar el organismo y oxigenar la sangre, para lograr un estado de placer y bienestar", señala Tatiana Novikova, una rusa de 46 años que importó de su país la idea de vender tragos frutales con oxígeno (O2). Los hay de frutilla, kiwi, manzana, ananá, pera y frambuesa, y todos los días se prepara un sabor diferente, detalla. ¿En qué se diferencian de los jugos tradicionales? Se sirven en vasos anchos de vidrio y se ingieren con una cuchara o sorbito (como se prefiera). Su consistencia es espumosa y no contiene químicos, conservantes ni azúcar extra; sólo se integra con oxígeno y exprimido natural de frutas, señala Novikova.

El auge de estos tragos no es casual: estudios científicos han demostrado que el oxígeno llega a todas las células del cuerpo y su ingesta fortalece el sistema inmune, que es el encargado de proteger y reparar el organismo; también es responsable de la prevención de varias enfermedades.

El costo del trago de aire (como también se lo denomina) es de $20 aquí en Uruguay, y sus beneficios son instantáneos: reduce el cansancio, mejora la circulación, elimina toxinas, limpia las vías respiratorias, retarda el envejecimiento de la piel, reduce el estrés y el apetito, según indica Tatiana Novikova. Los resultados se ven hasta en la cama, ya que, dicen los expertos, una ingesta diaria de oxígeno incrementa también el deseo sexual.

cultura. Por el momento, han demostrado mayor interés en probar los jugos los niños y adolescentes (igual cantidad de mujeres que varones), revela Novikova, y agrega que su objetivo principal es "difundir e inculcar" una cultura saludable en todo el país.

De hecho, la rusa adelanta que en pocos meses se va a ofrecer en alquiler la máquina oxigenante con la que se elaboran los tragos, en salones de fiesta y eventos empresariales.

Si bien los jugos de aire se pueden tomar en cualquier ocasión y hora del día, desde el bar de Carrasco sugieren hacerlo a la mañana (para recuperar fuerzas), después de hacer ejercicio físico, antes de un viaje en coche para tener los sentidos alerta, y durante un vuelo, para compensar la sequedad del aire. También se recomiendan luego de un día extenuante de trabajo, y en momentos de estrés y cansancio, porque ayudan a despejar la mente.

Eso sí, la forma de beber los tragos crea diferencias en su efecto, según los estudiosos. Si se toma de golpe, por ejemplo, el oxígeno llega rápidamente al tracto estomaco-intestinal y de ahí a otros órganos y células, y se refuerzan el aparato digestivo y el hígado. En cambio, si se bebe lentamente y se deja un momento en la boca, las burbujas de oxígeno pasan por la mucosa bucal y el sistema capilar y llegan directamente a la circulación sanguínea. En fin, hay mil maneras y excusas para "oxigenarse" y sentirse mejor.

El oxígeno es uno de los elementos más importantes de la química orgánica y participa en el ciclo energético de los seres vivos, esencial en la respiración celular. Es un gas (incoloro, inodoro e insípido) a temperatura ambiente, y representa aproximadamente el 20,9% en volumen de la composición de la atmósfera terrestre.

Estudios internacionales han comprobado que la ingesta diaria de oxígeno puede aumentar hasta un 25% el rendimiento de los deportistas; en personas adultas se han obtenido mejoras en la velocidad de reacción a los estímulos, concentración y memoria.